Anunciado como el mayor crossover de su historia desde el anterior, Nicalis trae a Nintendo Switch Crystal Crisis, un título de puzles de colores que cuenta con su universo cada vez más extendido de personajes (Isaac, Quote, Helen, Kawase, Solange, Hawkins y cía) y con varios invitados de leyenda provenientes del mundo de los videojuegos y del manga-anime, como la mascota de Turbografx Johnny Turbo o el simpático Astroboy.
¿Super Puzzle Fighter?
El clásico de Capcom de puzles 1 vs 1 es la clara inspiración de este título, que viene a llenar un hueco que lleva años vacío: el de un juego de rompecabezas en el que luchan dos personajes con sus habilidades. Aquí los protagonistas, que se presentan en un vídeo introductorio épico lleno de clichés de anime, pertenecen al Nicaliverse y a otras licencias de cierta reputación, aunque al inicio solo contaremos con algunos de ellos (al resto hay que desbloquearlos jugando).
La mecánica es muy sencilla en lo básico, ya que las piezas caen en parejas de uno o dos colores (la paleta puede cambiarse en el menú por si sufrimos daltonismo), y tenemos que intentar juntar un mismo color en una zona. Aquí no desaparecen los bloques ni al hacer líneas ni al juntar un grupo de cuatro, sino que es necesario que ubiquemos un cristal (una pieza que cae a veces) de un color determinado al lado de bloques de la misma tonalidad para que estos desaparezcan. Para hacer combos basta con dejar preparado un cristal cerca de las piezas de su color, para que al destruir otro color situado entre medias puedan unirse y desaparecer también.
La principal dificultad está en el uso de los cristales, que no bajan tan a menudo como nos gustaría, o bien aparecen seguidos de golpe. A eso hay que sumarle los ataques enemigos, que nos colocan piezas de diversos colores para fastidiarnos, ya que solo cuando coloquemos un número determinado (indicado en la pieza) de bloques que caen, pueden ser éstas eliminadas de la manera habitual. Lo que si juega a nuestro favor es el límite del cubículo en el que caen los bloques, ya que si colocamos dos piezas horizontalmente en el borde del mismo, podemos conseguir que una se vaya al extremo opuesto (una estrategia que puede desactivarse en el menú si no nos agrada).
Electronic Cave Music
Los aspectos que hacen destacar a Crystal Crisis son las habilidades únicas de sus personajes y el modo historia. Cada héroe cuenta con movimientos especiales, ofensivos o defensivos según nos interese, que pueden usarse al llenar una barra y que, según lo llena que esté, puede ser más o menos poderoso (algunos necesitan toda la barra siempre). El modo historia nos va proponiendo combates desde una perspectiva interesante, ya que podemos cambiar los acontecimientos según el personaje que elijamos encarnar antes de cada combate.
Otros modos de interés son el arcade, un modo tag para jugar con dos héroes, un modo supervivencia, un modo memoria y un modo inline, que cambia el requisito para destruir cristales (y en este caso sí es juntando piezas de un color). De entre el resto de modos destaca el de memoria, que nos propone un cubículo en el que las piezas al caer se vuelven grises, obligándonos así a retener en nuestra mente su color. Todos estos modos (salvo el primero) pueden ser disfrutados en multijugador local con un amigo o rival.
Pero no solo se puede jugar en una misma consola, sino que hay un mundo online contra el que competir en partidas competitivas, libres o con reglas personalizables. Las partidas van fluidas y sin problemas, algo que no se puede decir de los tiempos de carga, que resultan ser muy numerosos. Una vez en combate no hay problemas, pero antes de empezarlo y entrar a los distintos modos es algo que resulta algo más lento de lo que nos gustaría. Otro posible problema para algunos jugadores es el idioma, ya que el título llega con textos únicamente en inglés.
Crystal Crisis es un juego entretenido, con mucho potencial y buenos personajes. Los diseños cabezones y las voces en japonés resultan agradables, y todas las versiones electrónicas de los temas de los diferentes personajes encajan muy bien con el clima de la partida. En una consola en la que tenemos Tetris 99, Puyo Puyo Champions y un crossover entre ambos, parece que es difícil que un nuevo juego del género pueda hacerse un hueco notorio, pero este título lo consigue con creces.
