Aztech Forgotten Gods, de la desarrolladora Lienzo, es de esos juegos que tiene un poderoso imán detrás, de aquellos que cuando los ves por primera vez sientes un atractivo irremediable hacía ellos y ese poder, por desgracia, sabemos que también tiene un polo negativo pero, ¿igual de poderoso?
El título nos sitúa en la piel de la joven Achtli para combatir contra temibles dioses olvidados y una experiencia personal de todavía peor envergadura.
Es aquí cuando el Guardaluz se torna protagonista, un enorme brazo de una desconocida cultura antigua con una enorme fuerza y poderes suficientes como para ser capaz de enfrentarse a tan temidas criaturas.
PODER DESCOMUNAL
El brazo nos permite, entre otras cosas, propulsarnos cual jetpack para sobrevolar grandes distancias a altas velocidades y movernos por la ciudad en la que habitamos de una forma ágil y en cualquier dirección, pudiendo así subir hasta el edificio más alto en unos pocos segundos o cruzar los anillos de energía que nos permiten volar más tiempo.
Y es que la energía de Guardaluz es limitada, o al menos lo es hasta que pisamos tierra firme, haciendo que esto sumado a otros ataques especiales que iremos desbloqueando la consuman y debamos estar atentos a la misma en situaciones límite.
Por suerte contamos con un árbol de habilidades que permitirá mejorar las características de este enorme brazo para volverlo mucho más completo.
UNA HISTORIA PERSONAL
Como decíamos más arriba, la experiencia personal vivida por Achtli será el núcleo de una historia que está muy presente durante toda la aventura y quizá demasiado. Se ha querido profundizar mucho en otorgar fuerza a unos personajes humanizándolos con historias cercanas, con conversaciones frecuentes tratando sus problemas e inquietudes… y esto hace que el desarrollo se vuelva irregular desde el primer momento. Así nos encontramos en situaciones constantes donde manejamos a la protagonista unos pocos segundos para ver la siguiente conversación, desplazarnos hasta el siguiente punto del mapa (algo caótico inicialmente), contemplar la próxima secuencia y volver de nuevo al lugar de origen para otra escena más.
Aztech contiene mucho texto, en español mexicano, que muchas veces peca de intentar ser demasiado profundo sin conseguirlo debido también a una credibilidad visual de los personajes tampoco acompaña por animaciones y expresiones. Cada frase viene acompañada por una pequeña onomatopeya intentando transmitir, a través de esta escasa comunicación verbal, el énfasis de cada texto o el estado de ánimo del personaje en cuestión.
Su esfuerzo por contar una historia y la falta de un mundo bien construido le hacer tener un desarrollo irregular
Más allá de este esfuerzo narrativo nos encontramos con una ciudad isleña tecnológica con aparentes posibilidades que se diluyen con su primera toma de contacto. Sí, a lo largo del mapa encontramos puntos donde enfrentarnos a unos grupos de enemigos o carreras propulsadas con nuestro brazo para obtener puntos y mejorar sus características. Pero lamentablemente ni el combate tiene profundidad ni las carreras están pulidas como para resultar un buen entretenimiento.
Sí, podemos comprar skins para Achtli y tipos de peinado, pero no hay nada más en la ciudad que permita interacción por lo que no tenemos más remedio que ir de un punto a otro (siempre los mismos) hasta llegar al momento álgido del juego: los combates contra los dioses.
BOSS RUSH
Realmente podríamos definirlo así, ya que no hay otros combates o niveles como tal durante el desarrollo de la historia. Por diferentes motivos iremos despertando a estos dioses uno a uno para acabar con ellos en combates que poco a poco se tornan más variados aportando esa necesaria variedad.
En ellos deberemos buscar sus puntos o momentos de debilidad para golpearlos hasta conseguir derrotarlos. El fijado de los enemigos es automático por lo que los puntos débiles se mostrarán con un target al que la protagonista se dirigirá automáticamente si golpeamos siempre que estos se muestren en pantalla ya que el control de la cámara es cosa nuestra.
El sistema de combos de Aztech Forgotten Gods es algo confuso y cuesta acostumbrarse a él ya que tras el primer golpe aparecerán en pantalla un par de círculos de acción que si golpeamos cuando están solapados lo haremos con más fuerza y podremos encadenar así varios ataques.
El sistema de combate resulta demasiado sencillo lo que se refleja en unos combates que dependen de la variedad de su propuesta para ser interesantes
Cabe destacar el interesante diseño de estos enemigos, muy bien caracterizados y representando toda una cultura de lo más atractiva que además de acompaña por una banda sonora metalera, muy pesada que acompaña a la acción estupendamente a los combates.
SIN FUERZA TÉCNICA
El punto más flojo y que más contrasta con los tráileres mostrados hasta ahora es su apartado técnico donde la potencia de Switch no ha permitido al equipo poder demostrar un apartado artístico a la altura de este Aztech Forgotten Gods. Podríamos achacar muchas cosas a su apariencia visual pero a fin de cuentas se resumen en una resolución relativamente baja, más en exteriores, modelados muy pobres en ocasiones y unas texturas impropias de un título de 2022.
Es precisamente la baja calidad de las texturas lo que impide disfrutar de unas visuales que prometían personalidad, lastrando gran parte del trabajo gráfico realizado por parte del equipo artístico y afectando plenamente en la inmersión que pretende Aztech Forgotten Gods.
El abundante pop-in, se acompaña por elementos que incluso están sin texturizar, y hasta el uso del interesante modo foto se ve lastrado por esto, ya que el mar que rodea la isla se “rompe” literalmente al intentar utilizarlo.
Todo esto impide que la exploración por la isla sea más interesante, y sus pocos quehaceres, se vean más innecesarios.