Llega a nuestras Nintendo Switch una aventura perfecta para exploradores que adoren descubrir nuevas tierras y por supuesto buenas historias. Hablamos de Carto, un juego que nos enseña a ser cartógrafos profesionales para saber encontrar el camino adecuado en nuestros viajes.
Dueño del camino
Carto es un título de puzles que aborda el género con una propuesta original en el que somos una joven (con el mismo nombre que el juego) que se ve separada de su abuela tras sufrir un accidente. Ella acaba perdida en unas misteriosas tierras y va a tener que encontrar el camino de vuelta a casa haciendo uso de las enseñanzas sobre la lectura de mapas que le enseñó su abuela. Así comienza una aventura en la que vamos a conocer un montón de personajes entrañables que nos acompañarán en el camino.
La jugabilidad de la que hace gala Carto es tan sencilla como peculiar. Exploramos los coloridos entornos en busca de partes de mapa con las que construimos nuestro camino a seguir. De esta forma, vamos construyendo un mapeado que se va haciendo más y más grande a medida que avanzamos, cuya estructura podemos cambiar a nuestro antojo.
Ese es precisamente su fuerte, la capacidad que tenemos para deconstruir el mapa para hacer no solo caminos nuevos, sino también para encontrar determinados lugares o resolver puzles colocando las piezas de una manera específica. Puede que la dificultad no sea muy elevada y que la dinámica principal peque de no ofrecer una mayor variedad, pero el resultado conseguido hace que estemos ante una propuesta que resulta muy original en la que nos sentimos responsables de nuestro destino y que sorprende con lo que podemos llegar a realizar simplemente siguiendo nuestras ideas.
Mundo cambiante
Visualmente Carto ofrece una estética cartoon de tonos claros y una paleta colorida. Un estilo simplista pero efectivo, que sabe hacerse a sí mismo y dotar de personalidad a la obra gracias a sus diferentes entornos. No nos volará la cabeza por ser puntero, pero es bonito y nos recuerda a ciertos dibujos infantiles hechos a mano. En lo sonoro encontramos una gran cantidad de melodías amenas pero que pueden llegar a hacerse en algunas situaciones algo repetitivas, momentos en los que pierden su capacidad de ser un buen acompañamiento a lo visual.
En cuanto a duración, en unas 6 horas se puede completar. Existen varios secretos que nos llevan a explorar bien cada zona o incluso a rejugar la aventura, pero en cualquier caso es cierto que el juego tiene el poder de atraparnos y hacernos perder la noción del tiempo cuando estamos con el mando en las manos gracias a su mundo agradable, personajes simpáticos e ideas interesantes.
Carto es un juego con personalidad propia cuya base jugable se basa también en una propuesta única. Es un juego tranquilo que no exige mucho más por parte del jugador que explorar su mapeado y contarnos una tierna historia. Tal vez esta pasividad sea lo que más juegue en su contra, pero sabe muy bien lo que quiere ofrecer y por eso merece ser jugado