Blasphemous es, sin duda alguna, el metroidvania de este 2019. La obra del estudio sevillano The Game Kitchen ha arrancado esta semana su peregrinación en Nintendo Switch, colocándose incluso como el segundo juego más vendido en la eShop de la máquina de la Gran N. Dicho éxito, es más que merecido, así lo hemos comprobado en nuestro análisis, donde le hemos otorgado la puntuación de 9.
Para entender mejor las referencias culturales del videojuego, hemos visitado la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, donde se ha presentado el título. Allí hemos podido conocer a Enrique Cabeza, director creativo de The Game Kitchen y Francisco Ureña, jefe de programación del estudio, que nos han dado diferentes apuntes sobre la concepción de Blasphemous.
El arte como principal inspiración
Para empezar, Cabeza afirmaba que el videojuego crea un mundo donde las referencias más directas son la arquitectura, pintura y escultura del sur de España, que están fuertemente influenciadas por la religión. Las obras de Francisco de Goya son de las pinturas que más peso tienen, destacando en especial los cuadros Procesión de Disciplinantes y Vuelo de Brujas. El primero de ellos, por ejemplo, ha servido de inspiración para el diseño de nuestro protagonista, El Penitente, además del personaje que hace de guía en su camino. En cambio, la segunda pintura se utiliza para añadir dagas a un personaje femenino, ya que estas “son un recurso muy util en pinturas y esculturas para representar a las vírgenes“.
También se pueden ver referencias a cuadros como Las meninas de Velázquez en enemigos de lo más perturbadores, como uno donde Margarita de Austria aparece sentada sobre la cabeza de un gigante, que porta a un ciervo como arma. Otro cuadro que entra en escena es Magdalena Ventura con su marido, de José de Ribera, que ha servido para plasmar a un gigante sobre el escenario, que, con su pecho, cubre de cera a su hijo, fruto de la maldición que sufren los habitantes del juego. Todas estas inspiraciones se han trasladado al juego dándole un giro de tuerca hacia a un mundo de fantasía oscura señalaba Enrique Cabeza.
Pero no solo se han escogido pinturas para dar forma al universo de Cvstodia, también se han introducido elementos tan característicos como puede ser el Puente de Triana, la Mezquita de Córdoba, los baños de María de Padilla que se encuentran en el sótano del Alcázar de Sevilla, la Giralda o el Panteón del torero Joselito.
Mucho más que arte y religión
Todo esto se extiende con el uso de leyendas como la de Doña María de Coronel que enriquecen el lore, además de introducir versos de coplas de Lola Flores, que se utilizan por un personaje como la Candelaria, la vendedora ambulante que al terminar el dialogo con ella nos menciona una frase de la cantante. Pero, más allá del arte y la cultura popular, nos encontramos ante un sólido metroidvania, a pesar de que, según sus autores, “aunque se cuente con elementos de este género, Blasphemous también tiene mucho de Hack and slash, haciendo hincapié en la fase más primitiva del desarrollo en cómo se sintiera el combate“, afirmaba Francisco Ureña.
Parte del éxito del título proviene de su campaña en Kickstarter, donde consiguió recaudar un presupuesto de más de 300.000 euros. La buena acogida de Blasphemous durante su campaña también es culpa de Nintendo Switch, así lo confirmaron sus autores: “Cuando se anunció la versión de Switch, el apoyo al proyecto aumentó de forma exagerada“. Enrique afirmó que esto se trata por la filosofía “indie-friendly” de la consola.
