Sueño Nintendero
Si eres un lector asiduo de Revogamers, no es de extrañar que Mario ocupe un espacio en tu corazoncito. Es más, seguro que has deseado más de una vez pasear por los coloridos mundos de nuestro bigotudo fontanero y también nos atrevemos a asegurar que el parque de atracciones Super Nintendo World ha llamado tu atención.
Y es que hasta que Nintendo decida regalarnos por fín experiencias de realidad virtual (más allá de los recientes experimentos con Labo), lo más parecido a ese sueño es disfrutar de este parque ambientado en el mundo de Mario. Un parque de atracciones por otro lado diseñado con la colaboración del mismísimo Shigeru Miyamoto, que como ya sabéis es el papá del famoso saltarín de peto azul.
Esta maravilla la encontramos dentro de Universal Studios de Osaka en Japón y aunque es cierto que están en construcción versiones del mismo en Orlando y Singapur (¿alguien habló de los rumores de Port Aventura?¿nos permitimos soñar?). De momento, la lejana Osaka es nuestra única posibilidad para vivir en nuestras carnes la experiencia Nintendera más real.
Así que aprovechando que un colaborador de Revogamers visitó el país del sol naciente este mismo verano, hemos pensado en responder a la pregunta del millón… ¿Merece la pena Super Mario World o es una caja de desilusiones?
Super Nintendo World.. muy Nintendo World.
No os vamos a engañar, la respuesta rápida a poco que seas Nintendero es un sí como el castillo de peach, ni te lo pienses si viajas a la cuna del manga. Pero al mismo tiempo no es una experiencia tan redonda como podrías esperar viniendo de la excelencia de diseño de la marca Nintendo.
Empecemos por lo positivo, que no es poco. Haciendo un paralelismo con los videojuegos, la ambientación del parque podrían ser los gráficos y en este caso es como si un Super Mario a tope de diseño artístico, lo moviera la máquina más potente del momento. Sin matices, sin excusas, el acabado del parque y sus zonas es una pasada.
El castillo de peach, el de Bowser, cada personajillo sacado del mundo de los juegos y en general cada esquina o remate dentro del parque es un sueño para el fan de Nintendo y está diseñado para sorprender por mucho que os adelanten o expliquen sus alabanzas. Desde el primer segundo entrando por la tubería que simula el paso al mundo de Mario, es muy difícil ponerle algún pero en este sentido.
Además Super Nintendo World busca una experiencia mucho más interactiva que la de los parques más tradicionales y todos los elementos están muy gamificados, lo que lo hace diferente. Pero eso sí, para poder aprovechar al máximo las posibilidades que ofrece, tendrás que hacerte con una pulsera temática que usarás en las distintas pruebas o minijuegos del parque. No olvides hacerte con ella antes o ya dentro de el parque.
Zona de Boxes con Bowser.
Antes de seguir, aclarar que debido a ciertas peculiaridades del parque que explicaremos luego y a la época del viaje, no se pudo disfrutar de todas las atracciones. Quedándose en el tintero la de Yoshi. Así que en este análisis nos centraremos en lo vivido personalmente.
Y como nos gusta empezar por lo grande, hablemos de la atracción de Mario Kart. Nada más entrar nos encontramos una mejora que están aplicando muchos parques en muchas de sus nuevas atracciones, pero aun mejor implementada. La cola, vale, una cola, es una cola, no nos engañemos. Más según la afluencia de gente donde pueden llegar a ser de hora y media o más, sí, más…
Pero no es lo mismo, una hora andando por dentro del castillo de Bowser, lleno de detalles para el fan que deslumbran tus ojos, que estar una hora al sol en la típica fila kilométrica con vallas a los lados. Como por ejemplo en la montaña rusa de Jurassic Park del mismo parque. Con aire acondicionado, sin estar a la intemperie y con esa ambientación, se vive de otra forma.
Es más, la zona de Harry Potter tenía una atracción con una espera similar en concepto a través del castillo de Howards y la verdad, hubiéramos deseado que todas las demás atracciones estuvieran planteadas igual. Como pensamiento, creemos que ambas secciones podrían ser atracciones con cierto interés perfectamente por ellas mismas. Así que imaginate el cambio a mejor.
Mario kart Live Circuit… muy live.
Centrándonos ya en la atracción de Mario kart, como todas las de este tipo, dura un suspiro. Un suspiro mucho más interactivo y competitivo que nunca. Te dividen en dos equipos (equipo Mario y equipo Bowser) de 6, cada uno en su propio Kart y te dan individualmente un casco con un visor que te permitirá ver elementos en realidad aumentada.
Una vez en el Kart, el circuito es guiado y podrás mover la cabeza para ver los diferentes elementos AR. Entre ellos tenemos monedas que recolectas girando el volante del Kart (cada uno tiene el suyo) en la misma dirección de unas flechas que van apareciendo y las típicas cajas sorpresas de ítems vistas mil veces en la saga para conseguir caparazones.
Estos últimos para acertar y retrasar a los diferentes personajes del mundo de Mario que se te cruzan por el visor como en el propio juego. Para apuntar giras la cabeza centrandolos y para disparar, pulsas el botón central de tu volante. Si les aciertas, conseguirás más monedas y el equipo que consiga más, gana la partida. Nosotros ganamos, por supuesto… bueno no, pero éramos al menos el equipo Mario.
La suma de AR con el circuito físico es muy curioso y es casi como competir en un circuito de Mario Kart en la vida real. Con muchos elementos móviles, estructurales y ambientales sacados del universo del fontanero apareciendose y moviendose por todas partes. Luego el toque de que sea por equipos, le da un toque extra muy original.
En resumen, es como una montaña rusa o tren de la bruja con una jugabilidad, por así llamarlo, más Nintendo y gamificada. Por ponerle pegas, el visor de nuestro casco se nos hizo pequeño y hubiéramos agradecido más visión periférica. Y ya si nos ponemos exquisitos, algo más de acción como algún desnivel o verticalidad en el trazado, aun sabiendo su target general, cerraría mejor la experiencia.
Una Mario App para unirlos a todos.
Al margen de la atracción basada en Yoshi, que no vivimos (nada, que nos tocará volver algún día… galletas), como experiencia grande también tenemos la prueba de Bowsy. Con un acceso bastante curioso que busca simular el diseño de una misión típica dentro de un videojuego. Para poder entrar, necesitas reunir tres llaves, que se consiguen superando unos minijuegos repartidos por el parque.
¿No hemos dicho que Super Nintendo World es una experiencia mucho más Nintendo? Pues este es otro ejemplo, pero espera… ¿Cómo reunes las llaves? o ¿Como sabes las llaves que tienes y donde ir? Pues retomamos por fin el apartado de las pulseras introducido al principio. Pero aún necesitarás otro elemento extra, una app gratuita que descargas a través de la de Universal y en la que tienes acceso a un perfil personalizado y diferentes coleccionables.
Logros en forma de sellos que consigues al superar misiones como el número de monedas total o las mismas atracciones por las que has pasado, las llaves que hemos comentado y las monedas tipicas de los juegos que consigues golpeando diferentes bloques repartidos por el parque como si fueras el mismo Mario. En realidad los mismos sellos, los minijuegos y más cosillas sorpresa te van dando monedas extra sin parar.
En cuanto a los minijuegos son pruebas cortitas y algo simples. Pero mola mucho interactuar con los animatrónicos basados en personajes del mundo Mario. El uso que hacen de las pantallas táctiles es muy divertido también y descubrir cómo ciertas cosas de su diseño están sacadas directamente de los juegos, va directo a tu corazoncito gamer. Como el minijuego tipo slot de conseguir acertar tres veces con el mismo icono, por ejemplo.
Bowsy y muchas más cosas mario.
Una vez conseguidas las llaves, la torre de Bowser es un laberinto muy bien tematizado con una prueba final que a través de pantallas táctiles en varias paredes, se basa en reunir y recolocar unas piezas haciendo equipo con más gente. Si no lo consigues, pierdes una de las llaves, necesitando superar un mini juego de nuevo para poder volver a intentarlo.
En la zona central de nuevo, además de ir continuamente golpeando bloques de interrogante, puedes entrar en la tienda de merchandising a dejarte los yenes. Un local lleno de camisetas, figuras, peluches, llaveros o cualquier cosa sobre la franquicia que podáis imaginar. Como en cualquier tienda de este tipo, todo está un poco sobre-preciado en general. Pero también es cierto que presentan una calidad más que aceptable y muchos de ellos son exclusivos.
O si tienes hambre, siempre puedes acercarte al restaurante de Toad, lleno de platos tematizados con la franquicia. Y aunque me repita un poco, un amor por el detalle exquisito. Nosotros probamos la sopa de champiñones en un bol con forma de champiñón, un plato de arroz en forma de estrella, la hamburguesa de Luigi y el famososo tiramisú de la caja sorpresa. Todo en Super Nintendo World estaba riquísimo.
Experiencia Nintendo… que podría ser aún más Nintendo
Que ya puede estarlo, porque Super Nintendo World es una experiencia cara, muy cara. Cuenta la entrada de Universal, la pulsera obligatoria para los minijuegos y si quieres asegurarte poder acceder, necesitas un pase extra ya que tiene aforo limitado. Es cierto que no es estrictamente necesario, pero según la temporada es recomendable e imaginar el gasto para una familia de 3-4 miembros.
Luego, la pulsera es graciosa y funcional, pero poco más. Para comparar, la zona de Harry Potter también tiene minijuegos en los que necesitas un objeto extra para poder interactuar, pero hablamos de las propias varitas de personajes principales como Harry o Dumbledore. Uno de los elementos estrella de esa franquicia y de por sí un objeto coleccionista para dejar en la estantería después.
Ya que los pagas, al menos son reutilizables en los otros parques de la marca Universal con las mismas zonas o para próximas visitas y veces. Que en un día o dos es muy difícil que te dé tiempo a experimentarlo o conseguirlo todo y te aseguramos, que querrás volver. Pero comparados los dos objetos… la experiencia con la pulsera es más sosa y menos gratificante.
Luego, aunque el parque tiene el espacio justo hubieran cabido más paradas repetidas de ciertos minijuegos, lo que reduciría colas en los días de aglomeración. No hablo de las atracciones grandes, si no de por ejemplo los minijuegos para conseguir las llaves. Los días concurridos es mucha cola para todo y los vacíos, te lo recorres todo en 15 minutos, no está del todo compensado.
Apendice sobre un viejo Nintendero
Por último, no lo hemos comentado pero experimentarlo con niños, viéndolos disfrutar de todo de una forma más sincera, la experiencia se multiplica por mil y ya siendo un niño, disfrutándolo desde unos ojos más inocentes… no podemos ni imaginar lo que puede suponer o ser. Es solo que como adultos, a veces nos fijamos de más o necesitamos también otras cosas.
Por eso, que estos últimos apuntes negativos analizados por unos viejos cascarrabias que sobre analizan demasiado, no te dejen un sabor agridulce. Hemos querido resaltar todo, las sensaciones buenas y por supuesto las malas que tuvimos en Super Nintendo World y hacer el análisis más detallado que podíamos y mereciais. Esperamos que os haya gustado y que un día nos veamos por el parque… ¿Tal vez en el de Universal España, antiguo Port Aventura?