Son pocas las obras que tratan temas tan profundos como la pérdida y menos común aún son las que lo hacen desde punto de vista tan personal e íntimo como se muestra en la obra que nos ocupa hoy lugar. Nos estamos refiriendo a Selfloss, un juego que a través de la cultura y creencias eslavas nos introduce en un vieja para luchar con los demonios que habitan dentro de uno, a la vez que nos enseña la importancia de la gratitud y el cuidado del prójimo.
Cementerio de ballenas en Selfloss
Nuestra historia comienza con la llegada en el más allá de nuestro protagonista, un anciano que ha decidido no esperar a que llegara su hora y se ha quitado la vida tras perder lo que más apreciaba en vida. Los espíritus le avisan de que todavía no ha llegado su hora y le encomiendan una última misión antes de concederle el descanso eterno: liberar las almas de las ballenas que siguen atrapadas en el mundo terrenal. Comienza así una aventura que nos llevará al perdón y la aceptación.
Para poder liberar las almas que vagan en pena y ahuyentar a los demonios portamos un báculo que emite rayos de luz que nos concedieron los dioses. De esta forma comienza una aventura de exploración en la que, con ayuda de nuestra barca, navegamos por archipiélagos saltando de isla en isla.
A lo largo del transcurso de la aventura, Selfloss hace gala de una gran variedad de mecánicas jugables e ideas. Estas van desde la pesca de almas marinas con la luz que desprende nuestro báculo hasta un combate que consiste en petrificar a los enemigos para luego destrozarlos a bastonazos. El problema es que estas mecánicas se han implementado de una manera que no alcanzan su potencial. Todo se ejecuta con barras de carga que se hacen tediosas, lo que termina haciendo que la exploración resulte lenta .
La mirada de los dioses
Donde Selfloss da la nota es en su apartado artístico. La ambientación y el diseño de escenarios son sobrecogedores, dando estampas para el recuerdo y que nos encogen el alma al representar su mitología con un poderío que muy pocas veces se ha visto hasta en las mayores superproducciones. Es sin duda el motor que nos empuja a seguir jugando por ver más de este mundo y, por tanto, lo que coge las riendas de esta producción.
En cuanto al apartado sonoro, este funciona principalmente como un mero acompañamiento, profundizando en la ambientación y aportando algo de folklore que resulta interesante. Selfloss no es un juego muy largo, pues en unas 7 horas, si no nos bloqueamos en algún puzle, son más que suficientes para conocer nuestro destino. Siempre nos quedará poder darle una segunda vuelta para recoger todos los coleccionables, pero en un juego como este que invita a la exploración lo más seguro es conseguirlo todo desde la primera vuelta.
Selfloss es un juego con muchas ideas y mecánicas interesantes pero implementadas de una manera que entorpecen la exploración por el interesante mundo que ofrece. Para aquellos que tengan la entereza de sobrellevar sus inconvenientes tendrán la suerte de disfrutar de una historia y de un mundo que encogen el alma.