Llevamos esperando todo el verano la llegada de Dark Souls a nuestras Nintendo Switch pero parece que está tardando más de la cuenta. Por eso tenemos aquí Salt & Sanctuary, un admirador que se ha propuesto llevar la fórmula de la famosa saga a las dos dimensiones. Veamos si lo consigue con éxito.
Jefes y mazmorras
Salt & Santuary es un juego de acción y rol en 2D en el que tenemos que avanzar por mazmorras diseñadas de forma laberíntica, derrotando a gran cantidad poderosos jefes y pequeños pero duros enemigos.
El combate es una de las bases de Salt & Sanctuary. Este ofrece una jugabilidad más profunda a lo que estamos acostumbrados en los juegos bidimensionales, pues no se conforma con bloquear y atacar, sino que contamos con un ataque vertical y otro horizontal. Si a eso le añadimos el salto, se abre una gran posibilidad para hacer combos y ataques diferentes mediante combinaciones de botones, a la vez que ataques aéreos, e incluso la posibilidad de rematar.
Saber bloquear los ataques enemigos con nuestro escudo es fundamental para no durar cuatro golpes, y del mismo modo también lo es saber esquivar los ataques. La utilización de objetos, tanto ofensivos como defensivos (pociones, antídotos, antorchas, dagas), se produce en tiempo real y eso puede llevarnos a morir si no los usamos con precaución.
Aparte de una barra de vida, contamos también con una barra de energía. Esta barra marca la capacidad que tiene nuestro personaje de realizar los distintos movimientos (atacar o saltar, usar escudo o esquivar) y os avisamos que al comienzo de ventura esta se consume con bastante facilidad.
Mi santuario, teléfono
Nuestro cobijo, nuestro lugar de paz, una morada, una zona libre de peligros, el refugio, eso es lo que son los santuarios en Salt & Sanctuary. Existen varios santuarios localizados por todo el mapeado. En ellos descansamos de los peligros del exterior y sanamos nuestras heridas sufridas en los combates. Su función principal es la de ejercer de punto de control (y de guardado) por lo que tras perecer en batalla regresamos al último santuario visitado.
Pero uso del santuario va más allá, pues ofrece multples funciones: subir de nivel a nuestro personaje y desarrollar el árbol de habilidades, comprar equipamientos y mejorarlo, activar el cooperativo local, poder realizar viajes rápidos entre santuarios o comprar mensajes embotellados para colocar en diferentes partes del escenario (a modo de avisos para otros usuarios que tengan el juego y la conexión a internet activada).
El árbol de la vida
Derrotando a enemigos obtenemos dinero y sal. Con el dinero podemos comprar armas; y con la sal mejorarnos a nosotros mismos, ya sea aumentando nuestro equipo en el herrero o subiendo de nivel. Subir de nivel por sí solo no hace nada, pero cada nivel nos otorga una ranura de habilidad para utilizar en el árbol de habilidades. Vamos a necesitar mucho dinero y sal para mejorar a nuestro personajes, ergo matar muchos enemigos será necesario.
El desarrollo de nuestro personaje es una característica esencial en Salt & Sanctuary, pues se trata de base que nos va a permitir avanzar en la aventura. Para poder derrotar a los jefes del juego, los cuales son muy numerosos y a cada cual más duro, no basta con ser hábiles con los controles. Para poder vencer a los jefes, que abren el camino hacia nuevos destinos tenemos que mejorar nuestras habilidades, destrezas y equipo. Salt & Sanctuary ofrece una gran variedad de parámetros a mejorar, como ataque, defensa, agilidad o magia. Además, también ofrece mucha diversidad de equipamiento y armas, desde armaduras y escudos, hasta espadas, lanzas y arcos, ofreciendo cada una de ellas una serie ventajas y desventajas (ya sea resistencia, dureza o peso) además de la posibilidad de ser mejorada.
Todo esto va encaminado hacia una dirección: permitir al jugador jugar a su manera. Existen tantas posibilidades de afrontar tu aventura que raro sería que existiesen dos partidas iguales de forma no intencionada. Un factor que contribuye a la rejugabilidad y el poder volver a disfrutar de nuevo de Salt & Santuary.
Arte artesanal
El diseño de escenarios también tiene algo que decir en Salt & Santuary. No solo por su variedad de diseños y su capacidad de reinventarse y ofrecer algo nuevo en cada localización que descubrimos. El mapeado del juego es un auténtico laberinto, pero un laberinto de los que molan. Nos hemos sorprendido bastante la forma en que se unen los escenarios, ofreciendo varios caminos, y rutas secretas, que llevan al mismo camino o nos sirven de atajo para lugares ya vistos.
Otro punto que no podemos dejar de comentar en Salt & Sanctuary es su dificultad. Se trata de un título realmente difícil. De hecho la acción que más hacemos en el juego es morir ya que la muerte nos espera en cada paso, ya que trampas y enemigos atestan los escenario, lo que hace que tengamos que memorizar bien donde se encuentran. Pero fundamentalmente donde se encuentra la dificultad no es en el hecho de morir en sí (ya que podemos volver a intentarlo), sino en que ello conlleva perder toda la sal recaudada hasta el momento. Para recuperarla tenemos una sola oportunidad para volver donde fallecimos por última vez y arrebatársela al enemigo que acabó con nosotros.
Que bien estamos en la oscuridad
En el apartado artístico de Salt & Sanctuary destacamos su ambientación oscura y mística, el uso de los colores tristes a su favor y un diseño de escenarios ejemplar. En cambio en el diseño de personajes encontramos ciertos desajustes y no todo cumple con la calidad que desearíamos. Por un lado tenemos a los jefes de mazmorra que sencillamente son impresionantes, pero no todo los enemigos lucen igual de bien y el diseño de humanos es hasta poco serio.
En cuanto a rendimiento, Salt & Sanctuary se juega muy fluido y sin problemas de ningún tipo. Se ha hecho un buen trabajo aquí. Otro detalle es el idioma, pudiéndose elegir el español solamente desde el menú principal y no en medio de la partida.
El apartado sonoro cumple de manera positiva y se hace necesaria para la jugabilidad, pues sus efectos nos advierten de trampas o nos mantienen alerta ante los movimientos enemigos. La música acompaña bien, aunque no encontramos melodías para el recuerdo.
Uno de los puntos que menos nos han gustado de Salt & Sanctuary radica principalmente en su dependencia en la mejora del personaje por encima de la técnica del jugador. Esto desencadena también la necesidad de repetir tramos de manera constante para conseguir la sal necesaria para mejorar a nuestro personaje, lo que en ciertos momentos provoca que la reiteración de acciones nos sature.
En resumen, Salt & Sanctuary es un duro viaje que pone a prueba la voluntad del jugador. Los amantes de los juegos retantes tienen una parada aquí, siendo uno de esos juegos que deja claro que morir también puede aportar diversión.