Portada » Análisis » Hey! Pikmin

Hey! Pikmin

Hace un tiempo nos sorprendían con la noticia de que Pikmin 4 estaba en desarrollo y que su salida se produciría más pronto de lo que muchos pensábamos. Tras el anuncio de Hey! Pikmin muchos nos sorprendimos por el cambio tan brutal que daba la franquicia, pero no tardaron en confirmarnos de que no se trataba de Pikmin 4, sino de un spin off de la saga. Ahora tenemos nuevas aventuras del Capitán Olimar y Cía. en Nintendo 3DS y nos toca disfrutar una vez más de estos entrañables vegetales. Continúa leyendo para saber que nos ha parecido Hey! Pikmin.

Aventura intergaláctica

En Hey! Pikmin nuestro domador de criaturas vegetales favorito, el Capitán Olimar, vuelve a estrellarse en un planeta desconocido y aparentemente peligroso en el transcurso de una de sus expediciones espaciales. Nada nuevo bajo las estrellas, salvo que en esta ocasión la jugabilidad cambia de género. Abandonamos la estrategia en entornos tridimensionales para dar la bienvenida a una aventura de acción y plataformas bidimensional al estilo más clásico.

Para lograr que el Capitán Olimar pueda escapar de este desconocido planeta debe recolectar lustronio, una sustancia energética con la que poder arreglar su nave. La tarea no es tan sencilla como parece, porque para conseguirlo hacen falta, nada más y nada menos, que ¡30000 unidades de lustronio!

Por suerte este juego no se llama Hey! Olimar, porque este pequeño (en estatura solamente) no sería capaz de realizar esta proeza por sí mismo. Tras estrellarnos no tardamos en reencontrarnos con los Pikmin, que nos sorprenden habitando también en este desconocido planeta. Así, recorremos todos los sectores o continentes que conforman este nuevo mundo en busca de lustronio y evitando sus peligros.

Los Pikmin On Fire

Cada sector está formado por 6 fases. En cada una de ellas encontraremos 4 fases normales, una fase secreta a la que podemos acceder si encontramos la salida opcional en algunas de las cuatro fases anteriores, y una fase de jefe de sector. Salvo en estas últimas fases, tenemos que recolectar, aparte de todo el lustronio que hay desperdigado, objetos que poseen un alto valor ¨lustrónico¨, como en los juegos principales de la saga. Por lo general hay 3 objetos por cada fase. Estos objetos son muy diversos: chapas, relojes, trofeos, incluso cartuchos de Game Boy. Y todo esto al mismo tiempo que intentamos acabar un nivel perdiendo el menor número de pikmins por el camino.

Los controles son bastantes sencillos, pues casi todo se controla de manera táctil con el lápiz. Con el Stick dirigimos al Capitán Olimar pero el resto de acciones las realizaremos con puntadas del lápiz táctil. Tocando cualquier parte de la pantalla táctil lanzaremos de uno en uno los pikmins que nos acompañen en ese momento. Además, contamos con botones táctiles. Tenemos el botón de silbato que al tocarlo llamaremos a todos los pikmins que se encuentren en el perímetro de la onda sonara para que acudan a nosotros. Tendremos un seleccionador de pikmins para cuando nos acompañen más de un tipo a la vez y tener control sobre que pikmins lanzar. También contamos con el botón de la mochila propulsora, que al pulsarlo abandonamos a nuestros pikmins momentáneamente a favor de alcanzar zonas a las que no podemos llegar a pie.

En Hey! Pikmin nos encontraremos con 5 tipos de pikmin. Los pikmin rojo, cuya cualidad es resistir cualquier tipo de quemaduras; los pikmin amarillos, inmunes a la electricidad; los pikmin azules, los únicos capaces de nadar; los pikmin piedra, tan duros que rompen hasta el diamante; y los pikmin voladores, capaces de elevar objetos en el aire, hasta a nosotros mismos. En esta ocasión los pikmin que aparecieron en Pikmin 2, de la veterana ya Nintendo Game Cube, no hacen acto de presencia.

¡Agarra ese Pikmin!

Con estas premisas avanzamos lateralmente por los niveles, subiendo y bajando por lianas, impulsándonos con nuestra mochila propulsora para alcanzar plataformas elevadas, entrando y saliendo de cuevas, pero sin desviarnos  del recto camino hasta la meta salvo en contadas ocasiones. Los pikmin juegan un gran papel también. Se encuentran esparcidos por numerosos nidos a lo largo del nivel y tendremos que tocar el silbato para que acudan a nuestro lado. Hasta un total de 20 pikmins por fase y de dos tipos a la vez.

Los pikmin nos ayudan a abrirnos paso derribando muros de arena, empujando bloques, acercándonos objetos y derrotando enemigos. Volvemos a encontrarnos con varios de los enemigos que ya conocemos y que se van presentando a lo largo del juego. En esta ocasión dejan de ser suministros para constituir barreras que hay que eliminar para poder avanzar.

Los niveles de Hey! Pikmin se parecen mucho entre sí, ya que, a pesar de los distintos fondos, que tampoco es que sean bastante diferentes, estamos haciendo una y otro vez lo mismo. No hay demasiada ambición aquí y una vez asentadas las bases no se preocupa en repetirse. Es a partir del último tercio de la aventura donde nos sorprendemos con cambios y encontramos cierta originalidad. Aun así, un buen final no le sirve para camuflar el cómputo final de las fases, en donde ha faltado asumir mayores riesgos para conseguir un título de mayor calidad.

Diversión para todos

Los enemigos finales son un punto de inflexión en esta monotonía jugable. Todos nos superan en tamaño por escalas, pero lo sorprendente es que cada cual cuenta con mecánicas bien diferenciadas y en comparación con lo que vemos en el resto de la aventura parecen hasta ingeniosas cuando en realidad no dejan de ser mecánicas manidas vista multitud de veces en el género. Pero aún, sigue siendo un punto a su favor, el ser capaz de romper con esa comodidad que envuelve a todo el título.

A pesar de todo, y que dependiendo de la persona que se ponga a los mandos puede ser una virtud o un punto negativo (ya que Hey! Pikmin va dirigido de forma descarada a un público específico), hay que reconocer que el juego carece de dificultad. Hey! Pikmin es un juego que no produce estrés, se juega de manera relajada. No existe estrategia alguna, piedra angular de la saga. Los puzles se resuelven casi sin pensar y a los enemigos no les gusta provocar demasiadas molestias. Hemos sido capaces de recolectar casi todos los objetos en la primera pasada, siendo, el único y no tan complicado, reto de acabar todos los niveles sin perder ninguno de nuestros pikmins.

Un mundo de diversión

Uno de los componentes del juego es el Parque Pikmin. Aquí es donde acaban todos los Pikmins que rescatamos de cada una de las fases del juego. Este parque viene a ser una especie de tablero, dividido en unas pocas zonas, a donde destinaremos nuestros pikmins en función de su especie y los recursos que haya en ellas. Lo cierto es que no aporta nada sustancioso a la experiencia, ni siquiera es una idea original en sí, pero visualmente es atractivo y es un buen complemento de la aventura principal.

Las fases principales se intercalan con fases bonus, a las cuales podemos acceder o no de manera voluntaria. Estas fases bonus vienen a ser minijuegos y pueden ser de dos tipos: fases “Escondite” o fases “Atrapa lustronio”.

Es las fases Escondite tenemos que alcanzar Placas Pikmin (que como en los juegos numéricos de la saga vienen a ser como semillas que reproducen pikmins) que nos darán pikmins para el Parque Pikmin. En cambio, las fases Atrapa ilustronio tendremos que coger todo el ilustronio que caiga desde la parte superior de la pantalla en un tiempo límite. Personalmente nos han entretenido más las segundas ya que en las fases Escondite se vuelven a repetir las mismas mecánicas que en la aventura principal y no resultan atractivas.

También contamos con un Diario, como viene siendo habitual en las aventuras del Capitán Olimar. En él se registran las aventuras del capitán y viene a ser una biblioteca donde podemos comprobar todos pikmin, enemigos y objetos que hemos visto en nuestro transcurso del juego y verlos en un ángulo de 360 grados.

Aspectos Técnicos

Visualmente Hey! Pikmin es un juego bastante colorido. Combina modelados 3D notables de personajes y objetos con planos dibujados, que dan un efecto como dibujo hecho a acuarelas. El juego no presenta un aspecto visual espectacular y está bastante lejos de juntarse con los mejores exponentes gráficos de la consola.  Nos ha sorprendido la ausencia de implementación del efecto 3D de la consola, entendible y razonable, dado que la mayor parte de la acción transcurre en la pantalla táctil. En cuanto al apartado sonoro, este se compone por melodías amenas y tranquilas que nos acompañan durante el transcurso de todo el juego, pero que en ningún momento llegan a resultar memorables. Como resultado tenemos un apartado artístico bastante funcional, que rechaza explorar su potencial prefiriendo nadar en la comodidad.

Completar todas las fases de Hey! Pikmin y recolectar todos los objetos a la vez que completamos el Parque Pikmin nos han llevado alrededor de 11 horas. Tres esto, a los perfeccionistas aún les queda el reto de acabar todas las fases sin perder ni un solo Pikmin.

El estudio de la discordia

Muchos eran los que temían la llegada de Hey! Pikmin tras conocer al estudio desarrollador que se encontraba detrás, Artzoon, conocidos por ser los responsables de New Yoshi´s Island (una decepción enorme para los seguidores de la saga). En esta ocasión, los grandes seguidores de la franquicia Pikmin también pueden sentirse decepcionados, y en gran parte no.

Cierto es que Hey! Pikmin no está a la altura ni provoca las mismas sensaciones en el jugador que la saga principal, pero esto es un spin off.  El cambio de género les ha venido bien para tener más libertad y en términos generales el juego no es malo. Es un título que se juega de principio a fin sin agotar al jugador, donde notamos demasiada comodidad en su desarrollo debido a la falta de innovación y de riesgos más que evidente.

No ofrece nada nuevo para los que ya conozcan a los pikmin pero si puede servir para que aquellos que no los conozcan ya que ofrece una buena carta de presentación de los mismos. Cada dos por tres la partida se ve interrumpida por videos cortos en donde presentan a estas entrañables criaturas en diversas situaciones cómicas, haciéndonos soltar más de una carcajada.  Sin duda lo mejor del juego y con razón.

Hey! Pikmin es posible que no esté a la altura de lo que buscan los fanáticos de la saga a pesar de ser un juego capaz de ofrecer pequeñas dosis de entretenimiento, pero si se convierte en un ideal tanto para jugadores nóveles, dada su simpleza y sencillez, como para aquellos que nunca antes han tenido un acercamiento a la franquicia ya que presenta a los Pikmin como criaturas carismáticas y adorables. Sin duda un buen juego para captar adeptos para futuros títulos.

¿Te ha gustado?

0 0

Contraseña perdida

Por favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.

Registrarse