Debris Infinity es un juego de tipo arcade desarrollado por SVC Games, un estudio español que consta básicamente de una persona, que sorprende por su afinada jugabilidad, pero al cual se le echan en falta unos cuantos modos de juego.
La magia Arcade en el siglo XXI
Debris Infinity es un arcade como los de antaño. Es decir, un juego de una sola pantalla en el que el único objetivo es hacer cada vez más puntos. No tiene más y, si esta fórmula no te gusta, este juego no es para ti. Los que no tengáis miedo a un planteamiento tan de la vieja escuela, seguid leyendo.
En el juego de SVC manejamos una nave que tiene que destruir los escombros galácticos que van apareciendo, evitando al mismo tiempo ser destruidos por estos o por los bordes de la pantalla.
Para ello, con el stick izquierdo nos movemos y con el derecho disparamos. Los disparos pueden mejorar de forma temporal, dando acceso a nuevas armas. Contamos también con un par de bombas que destruyen todos los elementos en pantalla y energía para realizar movimientos de hiperespacio, que ralentizan el tiempo y hacen más grande lo que vemos en pantalla, facilitando así esquivar peligros otrora ineludibles.
Arcade a discreción
Contamos además con tres modos de juego diferentes. Un modo de supervivencia por un tiempo determinado, un modo infinito normal y un modo infinito por oleadas aleatorias de enemigos.
En todos ellos la mecánica es la misma, disparar a todo lo que veamos en pantalla y esquivarlo al mismo tiempo. Nuestros enemigos van desde asteroides comunes (los grandes al ser destruidos se transforman en pequeños) hasta enemigos con cierta inteligencia que van derechos a destruirnos. Por supuesto, la dificultad es progresiva y va aumentando según progresamos.
Por lo menos es así en el modo infinito (el normal), ya que en el de tiempo aumenta de forma prefijada y en el de oleadas es aleatoria. En cualquier caso, sumando la posibilidad de jugar a dos jugadores y de comparar nuestros resultados con los de todos los jugadores del mundo gracias al ránking mundial, esto es todo lo que ofrece Debris Inifnity.
A nivel gráfico, todos los objetos son en realidad líneas que defininen una figura, pero sin ningún tipo de relleno (como Kiby Epic Yarn), que se mueven por un espacio oscuro y estrellado de apariencia inmutable. Todo ello con el acompañamiento de música techno, muy habitual en el género, y bastante machacona.
Debris Infinity es muchas cosas, pero no infinito
Por supuesto, podéis imaginar cuál es el mayor problema de Debris Infinity. A pesar de que la jugabilidad funciona perfectamente, el atractivo del juego se acaba pronto y en unos pocos minutos sólo nos queda escalar puestos por el ránking mundial y mejorar nuestra habilidad por el camino.
No es poco, pero desde luego no es lo que buscan todos los jugadores. En los tiempos modernos, los arcade de este tipo suelen venir con un modo de misiones con microdesafíos aprovechando la jugabilidad. No es el caso de Debris Infinity y echamos de menos este tipo de modos para darle más variedad y más vida útil al juego.
Aún así, por apenas 5 € que cuesta es un valor sincero y seguro para los amantes de los juegos arcade. Podemos compararlo con Tetris o Columns, arcades que ofrecían lo mismo que Debris Infinity y se convirtieron en éxitos apabullantes. La jugabilidad de este juego es ligeramente más complicada, aunque lo suficientemente sencilla para atrapar a cualquiera desde el principio. Lo malo es que pasado ese momento inicial, poco más hay que explorar. El infinito se nos queda muy pequeño…