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Bulb Boy

Nintendo Switch lleva pocos meses en el mercado y de manera inconsciente está formando un catálogo variado y con propuestas para todo tipo de jugadores. Merece la pena echarle un ojo a la colección de juegos presentes en la eShop para encontrarnos experiencias interesantes como la que hoy nos ocupa. Conoce la especial experiencia que ofrece Bulb Boy.

Que no te dé miedo la oscuridad

Todo comienza una noche, cuando Bulb Boy, un niño con una bombilla por cabeza, se va a acostar cuando ve que su familia, su abuelo cabeza de bombilla y su entrañable perro volador, se han quedado dormidos viendo el televisor. En medio de la noche, Bulb Boy despierta de una pesadilla, pero no sabe que lo que se va a encontrar despierto es mucho peor: unas criaturas horripilantes han invadido su hogar y destrozado cada recoveco, y lo que es peor, le han arrebatado a su querido abuelo. A Bulb Boy le toca iluminar un poco toda esta oscuridad con su brillante cabeza para rescatar a su abuelo.

Bulb Boy es un pequeño juego perteneciente al género de la aventura gráfica. Nos movemos por las distintas estancias de la casa de Bulb Boy resolviendo puzles, recogiendo objetos e interactuando con ellos utilizando tan solo un botón de nuestro mando. También usaremos los gatillos para seleccionar entre los objetos que hemos recogido. Esta sencillez en los controles también reside en la propia jugabilidad que ofrece el título.

Cada estancia posee su propio puzle y para poder acceder a la siguiente habitación tendremos que resolverlo previamente. Esto significa ausencia de puzles interconectados entre los distintos compartimentos de la casa de Bulb Boy. Además, su resolución tampoco presenta gran complicación, pues en su mayoría solo tenemos que recolectar los objetos oportunos, los cuales están muy bien señalizados, y llevarlos al punto oportuno para hacer que interaccionen. Lo verdaderamente interesante aquí es la manera en que están representados estos puzles y la forma de emplear los objetos que se nos muestra. Es en el ingenio a la hora de representar los acontecimientos, de llevar a cabo su desarrollo, y en especial todos los pequeños detalles, donde encontramos un valor en Bulb Boy.

Esto es arte

En el apartado artístico es donde Bulb Boy tiene mucho que decir. Su apartado sonora intenta mantener el ambiente siniestro y bizarro, pero, salvo por los gruñidos de los monstruos y los balbuceas de los protagonistas, pasa bastante desapercibido y no consigue seguir el humor del título. Pero en lo visual es otra cosa. 

Todo en pantalla está representado mediante diferentes tonalidades de verde y oscuridad. Además en su diseño juega con los contrastes. Nos pone a unos personajes entrañables junto a criaturas cuya apariencia parece sacada de las peores pesadillas. La historia se combina con momentos y situaciones desagradables, con otros en el que el protagonista acude a sus recuerdos para traer momentos de paz y felicidad. Y en su propio ejercicio de ofrecer una experiencia de terror el propio juego se cachondea de sí mismo. 

No podemos dejar de aplaudir esto último que comentamos: el sentido del humor del que hace gala Bulb Boy. Todo en el juego está impregnado de un humor negro que dota de carácter a la obra. Cualidad que se aprecia con gratitud y que muy pocas veces vemos en este mundillo. Hay mucho ingenio y originalidad aquí, y la mezcla de todo dan como resultado un título bizarro, hilarante y macarra.

Arriesgado

Las virtudes que destacamos en Bulb Boy no son las propias de un videojuego. Bulb Boy podría pasar perfectamente por un largometraje de animación y conservar la misma calidad, pero parece que han usado este medio para hacer partícipe al jugador en el propio transcurso de la historia. Hacer que el jugador se ensucie las manos en cada una de las escabrosas situaciones. Una idea arriesgada, pero original y acertada.

Hacer frente a los horrores que atormentan a Bulb Boy nos ha llevado apenas dos horas, sin ofrecer ningún aliciente que incite a su rejugabilidad salvo volver  a pasar por etapas concretas de la aventura desde un seleccionador de nivel que aparece tras acabar la aventura. Esta escasa duración no solo no nos gusta, sino que nos decepciona. Bulb Boy de verdad te deja con ganas de más y tan solo con contar con un par de horas extras hubieran sido motivos suficientes para recomendarlo a todo jugador.

Para terminar, reconocemos que el título no complacerá a todo el mundo ya que puede ser que no sea lo que el jugador estándar busque a la hora de pagar por un videojuego, aunque si estáis acostumbrados a pagar por otro tipo de contenido audiovisual Bulb Boy es una compra a tener en cuenta. 

Bulb Boy, un breve destello de originalidad

Me entristece que más de un lector vea la nota y pase de largo por la experiencia que Bulb Boy nos ofrece. Gustará a todos aquellos que le den una oportunidad y también puede que sepa a poco a muchos, en especial por lo efímero que es. Pero desde Revogamers invitamos a pasear por el  alocado mundo de Bulb Boy en cuanto se tenga la menor oportunidad.

 

 

 

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