Tras Morphite, We’re Five Games vuelven a confiar en Nintendo Switch para traer una propuesta arriesgada y diferente, aunque tampoco podemos obviar que cada vez es más frecuente encontrarse con juegos que cuenten con física de muñeca de trapo para sus protagonistas, pero hasta ahora no habíamos hecho de mensajeros y menos en un mundo abierto. No, Death Stranding no cuenta, así que Totally Reliable Delivery Service se alza con ese honor.
Mil maneras de mensajear
Tras un más que escueto tutorial comienza este Totally Reliable Delivery Service con la que será la primera de muchas entregas de paquetería que hagamos, lo que variará siempre será el cómo las hagamos; bueno, y a veces el qué, porque no todo serán meras cajas, aunque sí la mayoría de las veces, ya que otras llevaremos cosas que explotan y que habrá que manipular con cuidado, algo muy, muy difícil.
La dificultad del juego, y su gracia, reside precisamente en el uso de las físicas ya que aquí son tipo ragdoll, o muñeca de trapo, para entendernos mejor. Por poner un símil, es algo que también podéis ver en juegos como Human: Fall Flat o A Gummy’s Life, donde cada parte del cuerpo tiene un peso superior al normal lo que afecta a todo el conjunto y nos invita a cambiar la manera de pensar teniendo más en cuenta los balanceos y los contrapesos. Además, también tienen en común los susodichos títulos con este que los personajes se agarran a cualquier superficie como si gozaran de cierta viscosidad, por lo que habrá que saber jugar muy bien con cómo agarramos algo o qué hacemos con ello mientras lo llevamos, ya sea a pie o montados en algún vehículo.
Totally Reliable Delivery Service tiene una buena cantidad de vehículos a nuestra entera disposición, nos harán falta si queremos ver cada rincón de un mapa bastante extenso y con multitud de zonas bien diferenciadas, como playa, la cima nevada de una montaña, un río entre barrancos… Además, todos son accesibles desde el primer momento y todas las zonas de la isla también, y cómo se comportan estos al volante es más fiel a la realidad que cómo lo hacen los repartidores, o sea, nosotros.
Enseguida cogeremos el truco a conducir una excavadora o un pequeño helicóptero, aunque no será raro que a veces los controles no respondan exactamente como queremos; aunque ese es también parte del encanto de esta suerte de juegos. Claro, que habrá también veces que no podamos por esto realizar una entrega a tiempo, lo que conllevará repetir desde el principio. Si lo hacemos bien ganaremos puntos con los que cambiar el aspecto de nuestro personaje, aunque muchos artículos son de pago así como multitud de misiones que pueden adquirirse en packs a través de la eShop. De hecho, demasiado contenido es de pago vía DLC.
De todas formas, es algo que en parte alivia su modo multijugador tanto local a pantalla partida como en línea para hasta 4 personas. Totally Reliable Delivery Service gana enteros jugándose de esta forma y casi parece pensado para hacerlo siempre así, aunque solos podremos realizar también todas las entregas. Por supuesto os insultaréis y os reiréis de la torpeza de los otros, pero esa es su finalidad igualmente.
Simple hasta en lo técnico
Si la forma de jugar a Totally Reliable Delivery Service es simple aunque efectiva, no lo serán menos sus elementos audiovisuales, aunque aquí nos quedamos casi más con lo de simples.
A medio camino entre lo cutre y el low poly, todo se ve colorido aunque falto de atención y de detalle. Sin duda es una cuestión de diseño tomada adrede, pero dudamos de que sea la mejor (ahí está Manual Samuel para demostrar que otro estilo es posible o hasta Human: Fall Flat, parecido pero mejor). No es solo que se vea descuidado y haya popping (y mucho), es que algunos elementos obstaculizan de más, lo que unido a un sistema de colisiones discutible, da como resultado que a veces la diversión por ver a estos muñecos de trapo llevando cajas se torne en frustración.
La música, por su parte, aunque alegre cuando le prestamos atención, no destaca especialmente, pasando muchas veces desapercibida, aunque es innegable que casa con el resto de apartados audiovisuales de un juego al que es mejor jugar acompañado y sabiendo que las físicas sirven tanto para ayudar como para hacer la puñeta.