Llega a Nintendo Switch la tercera entrega de una saga que ya cuenta con 4 juegos en su haber, lo que significa que no estamos ante su último exponente. Sin embargo, Sniper Elite III era y es un buen juego de sigilo y precisión que sin embargo es también bastante mejorable gracias sobre todo a una IA enemiga de risa.
Esto es África
Ambientado en una más que manida II Guerra Mundial, Sniper Elite III tiene la decencia y el acierto de colocarnos en un contexto no demasiado tratado en el mundo de los videojuegos: el de la Campaña en África del Norte con los italianos combatiendo junto a las tropas nazis. Nosotros, en el papel del soldado americano Karl Fairburne, absoluto protagonista de esta saga, tendremos que desbaratar sus planes de dominación equipados con poco más que una pistola, un fusil, unas pocas vendas y nuestro inseparable rifle de francotirador.
Esta es sin duda el alma de Sniper Elite III además de su cierto rigor histórico, el sentirnos vulnerables y superados por las tropas de sendos ejércitos a las que, sin embargo, no tardaremos en hacer mella. Ocultándonos en la hierba, buscando lugares altos, asomándonos tras esquinas y muros bajos… Encontrar una buena posición será fundamental para eliminar al enemigo sin ser vistos, aunque no siempre será posible.
La forma de afrontar las misiones en esta tercera entrega depende un poco de cada jugador gracias a lo amplio de sus zonas y a que, por norma, siempre hay más de un camino para infiltrarnos en la fortaleza enemiga, más de una manera para acabar con el panzer que nos pisa los talones, o más de un sitio desde el que fijar al general nazi de turno en nuestra mira; incluso se irán añadiendo objetivos secundarios en mitad de la partida como sabotear radios o destruir camiones, lo que dará cierto toque de variedad al conjunto, a lo que también contribuirá el hecho de buscar coleccionables. No es menos cierto no obstante que una pésima inteligencia artificial enemiga hará que muchas veces optemos por la vía de disparo y mato, corro y me escondo, y repito. Sin más. Los soldados rivales son tan tontos y predecibles que verán cómo muere de forma espectacular un compañero a su lado (con una kill cam para el recuerdo), nos buscarán durante unos segundos y volverán a sus quehaceres exponiéndose totalmente mientras pasan por encima del cadáver que antes patrullaba a su lado. Es más, nada como parapetaros arriba de una escalera y ver cómo van subiendo los malos uno tras otro y cayendo también uno tras otro cual orcos del fallido asalto al Abismo de Helm, o cual Lemmings, me atrevería a decir. Situaciones que se repetirán con más frecuencia de la deseada y que harán que la jugabilidad ideada por Rebellion, donde aprovechar ruidos de radios averiadas o de cazas que vuelan sobre nosotros para disparar sin ser detectados, cargar con los cuerpos y esconderlos o distraer a los enemigos tirando piedras donde queremos que centren su atención, se vaya al garete directamente. O sea, puedes hacer todo eso pero, ¿para qué?Y no siempre podremos ser sigilosos.
En el nido
Sniper Elite III, pese a sus notables fallos en IA e incluso en el diseño de sus mapas, divierte, y además cuenta con más elementos para ello, uno de los cuales es dejarnos modificar nuestro arsenal a base de armas reales de las que además se nos dan unas pinceladas de historia; incluso el fusil es personalizable pieza a peza, alterando así valores como el retroceso, la mira, potencia de salida de la bala, etc.
Cuenta asimismo con varios modos además de la campaña, como la práctica de tiro y otros enfocados al multijugador. Sniper Elite III es disfrutable enteramente en cooperativo online o en LAN, una genial noticia, y además tiene varios modos competitivos donde competir contra otros equipos mientras subimos de rango y optamos a diversas mejoras. Seguro que en su día estuvieron más concurridos, ahora y en particular en Nintendo Switch, es difícil siquiera probarlos.
Técnicamente estamos ante un juego que apareció en PlayStation 3 y Xbox 360 y que luego se llevó a la actual generación, y en Nintendo Switch estamos un poco a medias. Se ve mejor que en las consolas más antiguas, incluso en portátil, donde, eso sí, no será fácil ver a las tropas afines al régimen, pero no es ningún portento gráfico. Eso no quita para ver buenos modelados de personajes y detallados escenarios donde sí puede que echemos en falta algo más de interactividad. En Switch contamos también con la versión más completa de todas, no ya por su portabilidad o el poder apuntar con el sensor de movimiento del mando, sino porque además se incluyen todos los DLC hasta la fecha, lo que incluye armas y sobre todo 4 misiones extra que, eso sí, no estarán dobladas al español como sí lo está el resto del juego. Y además ha salido a precio reducido.