Uno de los animes y mangas que más éxito e influencia han cosechado en estos últimos años es My Hero Academia. La obra de Kohei Horishoki ya cuenta con una buena cantidad de capítulos publicados semanalmente en la revista japonesa Shonen Jump, además de una serie de anime que tras su cuarta temporada, no para de impresionar a sus fans. Junto a todo esto, la serie de los superhéroes y villanos sigue adentrándose en el mundo de los videojuegos con My Hero One’s Justice 2, secuela directa de My Hero One’s Justice, título publicado en 2018.
Una vez más, superhéroes contra villanos
No es nada nuevo que los videojuegos basados tanto en manga, como en anime, basen todo su contenido en torno al arco argumental actual en el que se encuentre el anime. En el caso de My Hero One’s Justice 2 esto es así, recibiendo como principal reclamo todo lo que hemos visto en la cuarta temporada de la serie y dando continuidad a su primer videojuego.
Así pues, el contenido que disponemos en el modo historia narra lo vivido en el examen para la licencia provisional de héroe y en los enfrentamientos contra la yakuza liderada por Kai Chisaki. Estos arcos argumentales hacen que el modo historia tenga un atractivo por el simple hecho de dividir su campaña en dos para vivir ciertas situaciones desde el punto de vista de los superhéroes o en cambio, del de los villanos. De esta manera, disponemos de un modo de juego donde se reviven tanto los combates que son canónicos, como otros inventados para la ocasión.
Quintando esto, la historia ofrece buenos momentos, pero no deja de ser un modo de juego pensado para que los jugadores puedan desbloquear objetos de personalización y se adapten a las mecánicas del título, ya que su dificultad no es muy elevada y no nos llevará más de un par de horas para completarlo.
Desata todo tu poder
Por supuesto, como todo juego de peleas, la experiencia jugable es el núcleo principal de la propuesta. En este caso, se vuelve a repetir la fórmula de combates 3D que vimos en su primera parte, contando con amplios escenarios en los que nos movemos libremente e incluso podemos destruir. Tampoco cambia su sistema de combos, que resulta sencillo y no tiene la profundidad de otros juegos del género, pero que tampoco buscar ofrecer una propuesta compleja de primeras. Su complejidad reside en cómo utilizar los ataques característicos de los personajes o a nuestros compañeros de apoyo en el momento preciso.
Otro factor a tener en cuenta son los ataques Plus Ultra. Estos movimientos son, sin duda, las habilidades que pueden decantar todo a nuestro favor, ya que son ataques muy poderosos y espectaculares. Para ejecutar estos movimientos debemos de recargar su indicador ejecutando combos y bloqueando golpes, teniendo hasta un máximo de tres medidores.
Ir rellenando estos indicadores hacen que podamos usar uno de los tres Plus Ultra que tiene cada personaje, siendo el Plus Ultra 3 el más fuerte de todos. Esto hace que cada combate pueda dar un giro en cualquier momento, al fin y al cabo, son movimientos muy desequilibrados y el balanceo de los personajes no es el ideal por la capacidad que tienen algunos de ellos para golpear con facilidad.
Sobre la plantilla de luchadores, esta vez el número ha aumentado de manera notoria, contando con hasta 40 personajes, con solo uno más adicional que es de pago. El plantel es amplio y cuenta con luchadores como Mirio, Kai Chisaki y sus versiones, All for One, entre otros.
El combate se lleva más allá del manga y el anime
Dejando a un lado el modo historia que sigue los acontecimientos del argumento de la obra, también disponemos de diferentes modos de juego que llevan la experiencia a un paso más. Uno de ellos es el modo misiones, que nos ha parecido muy divertido por el simple hecho de colocarnos sobre un tablero, donde nos moveremos para combatir bajo reglas muy especificas y con limitaciones en la salud de nuestros personajes, impidiendo que estos recuperen vitalidad tras cada combate y solo con el uso de objetos.
El modo arcade también es otra manera de jugar que sigue teniendo la misma base de lo que se pudo ver en su antecesor. Esta vez disponemos de tres rutas que habrá que recorrer, con seis enfrentamientos que superar y qué, como es lógico, subirá su dificultad a medida que avancemos, sin importar cual sea el camino seleccionado.
Como no podía ser de otra forma, también contamos con modos típicos en el género como puede ser el multijugador, tanto local como en línea. De esta manera, podemos enfrentarnos contra otros jugadores como viene siendo lo habitual.
También se nos ofrece la oportunidad de personalizar a nuestros personajes con una buena cantidad de complementos que añaden muchas posibilidades. Por último, la galería es uno de esos modos que entusiasman a los mayores fans por la cantidad de contenido como música, videos, gráficos y voces.
Una experiencia héroica
En general, My Hero One’s Justice 2 ofrece una experiencia casi sacada del propio anime. Esto se debe a lo bien que lucen cada uno de los personajes gracias a su apartado artístico Cell Shading, que hace que cada uno de los modelados y los ataques Plus Ultra sean realmente espectaculares. Por el contrario, los escenarios, pese a que tengan un buen nivel de destrucción repleto de elementos, no nos han convencido por el acabado de ciertos detalles en lo visual. Algunos de ellos son bastante simples y pequeños, otros en cambio, resultan más amplios y tienen un mayor nivel de detalle.
En ciertos aspectos técnicos el juego se ha pulido bastante en comparación con su antecesor, aún así, la cámara, que pese a que esta vez funciona bastante mejor, sigue dando problemas en ciertos entornos mucho más abiertos, ya que tiende a alejarse más de lo habitual.
One For All
My Hero One’s Justice 2 no es un título complejo, ni pretende serlo. Dentro del catálogo de Nintendo Switch hay opciones más profundas para los entusiastas del género, aún así, lo nuevo de los superhéroes de la Academia U.A es una entrega muy divertida de jugar. No lo vamos a negar, es un producto muy enfocado para el fan del anime y el manga de My Hero Academia por basarse en esta licencia y resulta más una expansión con nuevos personajes y contenido que una secuela que renueve por completo sus mecánicas jugables. Pese a ello, es un juego ideal para combatir sin pretensiones, especialmente si lo hacemos en compañía de amigos que también sigan de cerca las aventuras de Midoriya, Bakugo y compañía.
