Yomawari: The Long Night Collection es el recopilatorio de terror que nos trae sendas entregas de la saga para nuestra portátil favorita. Night Alone y Midnight Shadows son dos juegos que, bajo un superficie entrañable, encierran la más pura historia de terror. Es una forma diferente de experimentar el miedo que sin duda dejará huella.
Sola
Yomawari: The Long Night Collection son dos historias de terror cortadas mediante el mismo patrón. En ambas, la protagonista es una inocente niña que por un motivo u otro acaba sola en medio de la noche. En una es una hermana buscando a un perro perdido, en la otra tu más querida amiga. Pero en ambas, la persona que más te importa ha desaparecido y no te queda más remedio que armarte de valor y salir a buscarla. Aunque algo ocurre esa noche, criaturas de pesadilla como nacidas de una mente demente y enfermiza han tomado las calles de tu pueblo. Así, sola con tu linterna, te abres camino en medio de la noche.
En Yomawari: The Long Night Collection eres una niña indefensa que se enfrenta a monstruos que no sabes muy bien de donde han salido. Pero algo está claro, es mejor mantenerte lo más alejada posible de ellos y tratar de pasar desapercibida. Para ello cuentas principalmente con tres acciones. Puedes correr por tu vida, puedes andar sigilosamente para que no te escuchen o esconderte en un arbusto hasta que el peligro pase. Algo interesante sobre el movimiento, es que cuentas con una barra de resistencia que se consume al correr. Como en la vida misma, cuanto más cerca del peligro estás, más asustada te sientes y más rápido se gastan tus energías. En este caso, correr antes de tiempo puede tener un desenlace fatal. Además, cuando sentimos una presencia cerca, nuestro corazón se acelera, relajándose una vez el peligro ha pasado.
Lo que se esconde en las sombras
La variedad de criaturas que acechan en las sombras es sorprendente. Siendo cada una de ellas más terrorífica que la anterior y contrastando de una forma genial con el estilo infantil de nuestras protagonistas. En cada escenario aparecen entidades nuevas, y con ellas, la incertidumbre de como van a reaccionar a nuestra presencia. Puede que les atraiga la luz de nuestra linterna, que se lancen a por nosotros en cuanto nos vean, que reaccionen sólo si nos acercamos demasiado, que se les pueda distraer con una piedra e incluso podrían ser inofensivas. Muchas veces no lo sabremos hasta que no sea demasiado tarde, acabando eventualmente en sus fauces. En este sentido, es un juego amable con el jugador, ya que morir no tiene repercusiones más allá de volver al último punto de guardado. Así, podemos conseguir coleccionables y piezas clave de los rompecabezas, para luego morir sin temor a perderlos. Esto, es indudablemente un error, quitándole al juego gran parte de la tensión que produce saber que hay algo que perder.
En Yomarai: The Long Night Collection se nos deja explorar el pueblo a nuestro aire, hasta dar con el camino adecuado que desvela otro hito en la historia. A menudo, nos encontramos con obstáculos que requieren de cierto objeto para avanzar, si bien rara vez nos darán pistas de donde podría estar dicho objeto. Es una mecánica presente en todo el juego que tras horas dando vueltas, puede acabar siendo frustrante. Por otro lado, recorrer los escenarios es una absoluta maravilla, gracias a un bello acabado visual y una ambientación genial. Aquí encontramos una pequeña diferencia entre ambos juegos, y es que el segundo, Midnight Shadows, favorece las localizaciones interiores. Otra cosa que contribuye a crear esta gran ambientación, es el sonido. La banda sonora se compone casi exclusivamente de sonidos ambientales, que podemos apreciar mejor con unos auriculares.
Veredicto de Yomawari: The Long Night Collection
Yomawari: The Long Night Collection no es la historia de terror definitiva. Sin embargo es uno de los pocos juegos capaz de hacer algo diferente en un género tan trillado por el panorama independiente. La combinación de sus oscuros escenarios, el diseño de las criaturas, el contraste con unas protagonistas adorables y la simpleza de su banda sonora, logran crear una ambientación muy acorde con lo que cabría esperar de un juego de este estilo. En resumidas cuentas, bajo su apariencia adorable, se esconde una historia perversa que disfrutará cualquier aficionado al género y esperamos con ganas las próxima entrega.