Una de las sorpresas de la última Indie World fue stitch., que llegó a Nintendo Switch justo tras la presentación. Tras darle un buen pespunte, por aquí os traemos su análisis, y os adelantamos que el juego está preparado para recibir DLC según su menú, por lo que crecerá próximamente.
El poder de los números en stitch.
El juego comienza soltándonos en faena con algunos puzles sencillos para empezar que, una vez completados, nos desbloquean las opciones, el menú y la experiencia completa, y ya está en nuestra mano elegir el orden en el que completamos todo (algunos puzles sí requieren que subamos de rango completando otros para ser jugados).
La experiencia consiste en rellenar de color una figura en base a unos números que vemos en pantalla. Supongamos que vemos un 2 colocado en una casilla, eso quiere decir que la casilla que tiene el número y otra más (que sumarían dos) deben de cogerse en bloque, ya sea vertical u horizontalmente. Si vemos un 3, exactamente lo mismo (no se acepta coger en forma de L9. Si el número puede descomponerse en un producto exacto (por ejemplo, 9 = 3 x 3 o 12 = 4 x 3), podemos coger las casillas haciendo un rectángulo también.
¿Cuál es la dificultad entonces? Cada vez que tenemos un panel con números y formas, hemos de rellenarlo entero y sin dejar ninguna casilla sin coger. Por tanto, puede pasar que ese 2 que hemos cogido con dos casillas de forma vertical en realidad tenga que ser cogido de forma horizontal para que así, el 6 de al lado pueda coger las casillas que le tocan.
Si miramos la imagen de abajo por ejemplo, os daréis cuenta de que es imposible de rellenar y que hay que cambiar algo, puesto que el 2 de la derecha solo puede coger la casilla que tiene arriba o la de abajo, y en cualquier caso la otra quedaría sin pintar. Por lo tanto, tendríamos que coger y redibujar el cuatro y que fuese una línea horizontal hacia la derecha, y ahora sí podríamos rellenar todos los huecos sin que quede ninguno vacío.
Para todo el mundo
Una vez que hemos completado una pantalla de números y se ha coloreado, vemos que con ello hemos completado de “bordar” una parte de una figura, y que pasamos a otra hasta que lo dejemos completo. Hay figuras de diferentes tamaños, llegando incluso a haber un par con una centena de pantallas. Al ir completando una figura e ir avanzando entre sus diferentes pantallas, podemos usar como pista también lo que ya se ha dibujado, pues que a veces una línea ya dibujada continuará en la pantalla que estemos jugando.
A nivel jugable, la experiencia se queda ahí. Es sencilla y directa, puede jugarse con pantalla táctil o stick (más rápido lo primero) y ofrece más de una centena de puzles. Eso sí, todos ellos con opciones para todos los públicos, como la posibilidad de usar pistas si nos quedamos atascados, u otras funciones de accesibilidad como agrandar el tamaño de los números. Todo esto hace que sea una experiencia para todos los públicos, que busca más la relajación y el descubrimiento que el reto.
Además del modo clásico de resolver puzles (los cuales se pueden abandonar en cualquier momento y luego continuarlos por donde los dejamos), hay otro que nos permite recolorear una figura que ya hayamos completado por nuestra cuenta, algo que potencia el carácter relajante de la experiencia. Esta sensación se ve también realzada por la música de fondo que acompaña y, como no podía ser de otra manera, por el estilo gráfico de bordado que nos recuerda al visto en juegos de Kirby y Yoshi, pero con elementos más cercanos a las dos dimensiones.
Con más de 100 puzles de diferentes tamaños, stitch. es una experiencia pensada para el que busque puzles que no sean demasiado complejos y quiera relajarse un poco. Su modo para diseñar nuestra propia variación de cada obra potencia eso, así que si sois seguidores de los juegos que obligan a darle mucho al coco, este título puede que se os quede corto.
Versión del juego analizada: 1.111
