Hay juegos fan de GameMaker que han transcendido mucho más de lo esperado. Un ejemplo es Angels of Death, que llegó a publicarse a nivel comercial y recibió hasta una adaptación a anime hace unos meses. Otro caso claro es el de Yume Nikki, una experiencia que resultó extraña e interesante para muchos, y que años después vio como una editora se interesó en lanzar una reinterpretación del mismo con un estilo similar al de INSIDE. Eso precisamente es Yume Nikki – Dream Diary –, el juego que nos ocupa y, que no debe ser nunca considerado un remake del primero puesto que no lo es.
¿Pero esto qué es?
Una niña se levanta tras encontrar un charco de sangre en uno de sus sueños. Su cuarto, pequeño y muy al estilo de un dormitorio japonés, nos permite explorarlo para por ejemplo ir al baño, jugar a un videojuego de estilo retro tipo arcade (que como extra no está mal) o escribir en un diario lo que hayamos visto. Pero lo que realmente tendremos que hacer es dormir, y adentrarnos en el mundo de los sueños, en el que nos esperan varios niveles escondidos detrás de unas puertas especiales.
Pese a que hay cierta libertad en el desarrollo, a la hora de la verdad necesitaremos ir consiguiendo ciertas funciones para nuestro personaje con el fin de poder ir por todos los caminos, por lo que la estructura es algo similar a de un Metroid pero con fases en lugar de un mapeado abierto. Eso sí, estas fases también tienen espacio para la exploración y los secretos, así como los puzles (sencillos), que nos esperan detrás de cada esquina.
Yume Nikki, dormir, despertar y volver a dormir
Los controles del juego son sencillos, aunque se sienten algo robóticos en los saltos y algo lentos al movernos en el agua. Otro problema está en la cámara, que pese a ser la adecuada para el avance principal, cuando pasamos a zonas diferentes con varios ángulos puede que más de una vez nos lleve a equivocarnos al realizar un salto, o bien por pasar cerca de un borde de la pantalla y cambiar de zona varias veces sin querer.
A nivel gráfico se nota que el juego no es puntero y que tiene algunos años. Sin embargo, sabe jugar bien con uno de sus recursos argumentales, que es el tema de ofrecer una sensación bizarra sobre los sueños, aparovechándose de ello para que algunos elementos visuales sean extraños, planos o con poco detalle. La música también refleja el aire extraño del título, aunque muchas veces queda en un segundo plano.
Yume NIkki es un juego que divide a los jugadores: o te atrapa o te parece un tostón. Además, sobre él pesa la sombra de la obra original, y las comparaciones que ello supone. No obstante, es una experiencia ideal para los que busquen una aventura extraña que se salga de lo habitual y que no sea muy larga (no llega a las 5 horas).