Los juegos difíciles siempre tienen su público. No hablamos de los Souls en sí, sino de esos plataformas que exigen a veces una gran precisión para poder avanzar y si no nos hacen repetir una sección o todo un nivel, como Cloudberry Kingdom, Super Meat Boy o The Impossible Game. Smilemo se une a esta lista, en un título que busca poner a prueba nuestra habilidad, y nuestra paciencia.
Smilemo y los virus
Algo maligno ha ocurrido al otro lado de la pantalla, en el mundo digital. Un pequeño emoji debe avanzar hasta el final a ver si consigue arreglar esta situación insostenible, y para ello recorrerá los niveles que componen Smilemo. El control se base en en un salto con distinta intensidad, el stick y otras habilidades que iremos obteniendo, como un pequeño dash (también en el aire), y con ello tenemos que rebotar por paredes y evitar obstáculos también.
Los obstáculos o enemigos se marcan de color rojo, así que todo lo que sea de ese color debe evitarse. El problema (o virtud si eres exigente) de Smilemo está en su penalización, pues a veces puede ser frustrante tener que repetir una sección en multitud de ocasiones en base a ensayo y error descubriendo un poco más cada vez.
Los niveles son bastante largos, y por suerte no hay que repetirlos enteros si fracasamos, sino que se nos lanza hacia atrás unos pocos metros, en función también de la velocidad que llevásemos (aunque si es una sección en la que nos persiguen, sí hay que repetirla entera). Hasta aquí todo bien, pero a veces, al ir hacia atrás, caemos en otra zona roja, y podemos encadenar varias y volver hacia atrás un tramo muy largo.
Una precisión que castiga al que no la consigue
El desafío está muy presente y los que lo busquen lo encontrarán, pero a veces los elementos rojos nos mandan demasiado atrás, y eso puede ser algo negativo para muchos. Eso sí, el control, una vez lo dominamos, es fino, por lo que realmente es nuestro el error, aunque bien es cierto que a veces el margen de maniobra es demasiado pequeño.
El apartado gráfico está formado por píxeles sencillos tanto en fondos como en personajes, centrándose sobre todo en la distinción de colores. La música por su parte es algo relajante, aunque cuando golpeamos algo rojo nos lo hará saber de sobra con una pequeña distorsión.
Smilemo es un juego bastante “sencillo” que puede que dure una hora o muchas más. Tiene siete niveles, pero su diseño está pensado para que echemos mucho tiempo en cada uno de ellos (por suerte tienen checkpoints entre medias por si lo dejamos). En un juego que tiene su público, pero el resto no va a poder disfrutarlo por su sistema de penalización.
