Yacht Club Games sigue estirando el chicle de Shovel Knight aunque por nosotros que siga con ello. Ahora cambian las plataformas 2D por las peleas también en 2D y el resultado es bastante positivo; no tanto como el juego original, pero muy disfrutable, especialmente para los seguidores de lo que ya podemos considerar toda una franquicia.
Los caminos del hado
Shovel Knight Showdown es, grosso modo, un brawler a lo Super Smash Bros. pero con las mecánicas vistas en el plataformas de acción 2D que hemos podido disfrutar en tantos y tantos sistemas, añadiendo además y por primera vez en la saga un botón de guardia. Estamos ante un juego sencillo que no destaca especialmente en lo jugable pero que ha sabido adaptar el universo del caballero de la pala perfectamente y que se ha tratado como todo un juego completo más que como un extra, y lo agradecemos.
Eligiendo a uno de los 20 personajes que compondrán su plantel, la gran mayoría a desbloquear cumpliendo una serie de requisitos o logros, saltaremos a alguno de sus modos de juego, destacando Historia sobre los simples combates contra la CPU o contra un rival humano o sobre el modo Dianas, un pequeño añadido que no irá más allá.
En este su modo principal, conoceremos más no solo acerca del universo de Shovel Knight (y Plague Knight, Shield Knight… están todos, hasta los de las sucesivas expansiones) sino también de las relaciones de los unos con los otros. Como si del modo Arcade de Street Fighter IV se tratara, partiendo de un hilo común (el comienzo es igual para todos), las charlas que mantengan los personajes entre combate y combate nos aclararán cosas sobre su pasado y también lo harán los, llamémoslos como en el título de Capcom, encuentros predestinados. Estos serán siempre contra alguien afín al personaje que estemos manejando en ese momento o por el contrario contra su mayor rival, la cosa es que tengan algo en común.
Ninguna historia es demasiado brillante ni está desarrollada apenas, pero a los fanes de Shovel Knight siempre nos gusta ampliar el lore y en Yacht Club Games lo saben.
Más que mamporros
Sin duda, la principal diferencia de Shovel Knight Showdown con respecto a otros juegos del mismo género son, precisamente, sus combates, para bien y para mal. A nivel golpes y combos dejan mucho que desear, especialmente cuanto más jugamos, pues más notorias se harán las diferencias entre personajes y el nulo balanceo con el que los han dotado, percepción que no ayuda a mejorar la escasa IA de los contrincantes. Harina de otro costal es la variedad de arenas y sobre todo de maneras de conseguir la victoria. Ser el primero en conseguir un número determinado de gemas será la norma, pero también habrá otros combates en los que ganar significará acabar con todos los rivales, etc.
Lamentablemente y si no jugamos contra oponentes humanos (fácil que no lo hagamos, no tiene juego en línea), enseguida aprenderemos las mecánicas de los rivales y los combates se volverán insípidos, al menos cuando solo hay un adversario. Por el contrario, contra varios a la vez y teniendo que recoger gemas, a lo que sumar los diversos ayudantes que podrán unirse a nosotros o fastidiarnos de lo lindo, la partida será caótica en exceso.
Es una pena que Shovel Knight Showdown tarde poco en volverse repetitivo al fallar en algo en lo que la franquicia siempre había destacado: la jugabilidad. El resto de ingredientes son soberbios: los personajes tienen movimientos como los de los juegos anteriores, los escenarios serán reconocibles por todos y se han adaptado a la perfección y de la banda sonora y del apartado visual podéis esperar lo mejor. A todo eso sumadle una ingente cantidad de contenido y unos controles que responden a la perfección. Sin embargo, la evidente desigualdad entre luchadores, la IA rival y el escaso número de golpes ejecutables lastran mucho a la larga (y aún un poco antes).
Shovel Knight Showdown es un buen juego si eres fan de las aventuras del caballero y sus amigos y enemigos, para todos los demás, puede no ser la opción más recomendable. Aun así se disfruta y es evidente que es un producto cuidado con mimo, como todo lo que sale de la compañía californiana.
A 9 € que cuesta solo, no se le puede pedir más, y si disponéis de Shovel Knight: Treasure Trove, podréis descargarlo sin coste alguno.
