El último Indie World trajo anuncios para todos los gustos, pero varios supieron convertirse en muy llamativos. En mi caso, uno de ellos fue A Short Hike, una aventura que ya hace un año que llegó a PC, donde se supo ganar el corazón de la crítica y los jugadores a pesar de su brevedad (menos de 2 horas salvo que vayamos a sacarlo todo).
Claire of the Wild
Hay juegos que tienen algo que nos atrapa, y este es uno de esos casos. Imaginemos por un momento uno de los títulos de Zelda de DS, pero con una jugabilidad con botones y una libertad de exploración (y planeo) similares a Breath of the Wild. Ese mix ya de por sí suena atractivo, pero si añadimos toques de Animal Crossing para los personajes y algunos escenarios, ya el resultado es todavía mejor.
El objetivo de la aventura de Claire, la pájara que manejamos, es visitar a su tía y escalar lo más alto de una montaña de la zona, para lo que debe conseguir plumas doradas a base de hablar con otros personajes, explorar los rincones de la isla y realizar algunas compras con monedas que encontramos. El ritmo es tranquilo y el título nos da libertad para hacer las cosas como nos dé la gana, lo que nos da cierta sensación de relajación incluso en los minijuegos a completar.
En A Short Hike tu bandera es la libertad
Por lo tanto, la clave es la exploración. No tenemos el mapa gigante de la aventura de Link, pero sí un escenario con zonas bien diferenciadas para que exploremos y usemos diferentes objetos que vamos cogiendo por el camino. Es más, es muy posible que haya ciertas cosas a las que no les hayamos prestado atención mientras jugamos por primera vez pero sí durante una segunda, siendo esta de una de sus grandes claves: un mundo con mucho que ofrecer pero en versión miniatura.
Respecto al estilo gráfico, se ha cuidado bastante la representación de los escenarios, los efectos del agua y la nieve, y basciamente todo lo que vemos. Es cierto que hay repetición de elementos y que el nivel gráfico no es excesivamente elevado, pero funciona muy bien. Además, existe la opción de ajustar la intensidad del píxel en cuatro niveles, desde uno que parece ser un juego de Nintendo DS estirado hasta otro mucho más limpio. En lo sonoro destacan los efectos de sonido y también la música, que va cambiando en función de la región de una manera muy acertada, por lo que podemos afirmar que su apartado sonoro es uno de los alicientes para rejugar esta aventura.
A Short Hike es una pequeña sorpresa. Su duración no es para nada elevada (aunque podemos estirarla si lo deseamos), pero eso no impide que sea una experiencia muy reconfortante que nos pida volver a ella más adelante para sacar todos sus logros, mirar un nuevo lugar, redescubrir los diferentes minijuegos presentes o jugar utilizando los diferentes sombreros que Claire puede usar.
