¿Cómo se vive una relación a distancia? Quizás en etos días sea algo que incluso más personas estamos viviendo por la crisis de la pandemia. Sin embargo, saberlo llevar y conocer siempre los dos puntos de vista (lo que es necesario para que no haya malentendidos) no siempre es fácil. A Fold Apart es un título sobre esta temática, que ofrece además una interesante jugabilidad de puzles.
Yo a Londres y tu a California
La historia de este juego nos lleva a visitar la bonita relación de una pareja que, por circunstancias laborales, ve como uno de sus miembros se marcha a otro continente durante una temporada. Una vez que llega la separación, se nos va mostrando cómo la vive cada una de las dos personas, y cómo reacciona a los mensajes de la otra. Es interesante también que el título nos permite que la relación se adapte a nuestra realidad inmediata o cercana, con la posibilidad de que podamos escoger el género de cada personaje.
A nivel jugable esto se traduce en momentos de “walking simulator” en los que vamos avanzando por la realidad o el mundo de los pensamientos del personaje que manejemos en ese momento, leyendo mensajes y contestando a otros escogiendo entre varias opciones disponibles. Todo eso funciona como hilo conductor de la trama, pero no es ni mucho menos el grueso de la jugabilidad ya que, como hemos comentado, estamos ante un juego de puzles.
La propia narrativa del título nos coloca en un mundo ficticio formado por recortes de papel, y nos presenta una estrella que hemos de alcanzar pero a la que, a priori, es imposible llegar. Para que lo imposible se haga posible contamos con pocas mecánicas que dan mucho juego: poder girar la pantalla y poder doblar el papel. Esto nos permite, entre otras cosas, ver las dos caras de la hoja, poder eliminar elementos (ya sean bloqueos o vacíos) de la pantalla o incluso “viajar” de una cara a otra.
Más complejo que un avión de papel
Una vez que hemos superado los compases iniciales nos encontramos que las posibilidades de esta sencillez aumentan considerablemente, permitiéndonos doblar varias veces el papel por el mismo lado para conectar mejor las diferentes plataformas para avanzar o los bloques para escalar. La dificultad es creciente pero sin llegar a ser demasiado frustrante, y el juego además consigue no hacerse nunca demasiado monótono. Sin embargo, puede que la diversión se acabe antes de lo que más de uno puede esperar, puesto que esta historia se termina en, más o menos, unas tres horas.
A nivel estético nos encontramos un diseño en el que priman las formas geométricas y los contrastes de colores, algo que también sirve para la narrativa. En general la presentación resulta agradable a la vista y nos ayuda a sumergirnos, algo que el sonido potencia. El rendimiento es bueno, aunque en algún momento puntual hay alguna caída de frames que, aunque notoria, no afecta a la jugabilidad.
A Fold Apart es uno de esos títulos indie que se venden como experiencia, puesto que su historia es interesante y apela a nuestras emociones como personas. Sin embago, también sabe cumplir en lo jugable, ofreciendo unos puzles originales que, sin llegar a ser demasiado complejos en su construcción, nos harán pensar para superarlos.