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Análisis de SAMURAI MAIDEN

Chicas monas enfrentándose a hordas de enemigos. Parece una premisa muy asidua en tierras niponas pero este SAMURAI MAIDEN intenta dar una paso hacia delante y evolucionar una fórmula estancada, donde la mayor premisa del género radicaba en el componente picante o ecchi alrededor de sus personajes sin mucha profundidad jugable.

Espadazos juveniles

Como en todo buen Isekai es una estudiante de secundaria japonesa, Tsugumi Tamaori, la que aparece en el periodo Sengoku en medio de un conflicto frente a un ejército de no muertos. Con la ayuda de tres guerreras y bajo la batuta del legendario Nobunaga Oda deberá, a base de espadazos, acabar con la guerra e intentar volver al actual siglo XXI. Hasta aquí puede que SAMURAI MAIDEN no proponga algo diferente, pero es en las relaciones entre chicas y su gameplay donde puede que sí. No encontramos ese erotismo fantástico tan pronunciado como sí vemos en la serie Senran Kagura. Sí, sus ropajes también se rasgan aunque de forma mucho más liviana, y sí, también tenemos conversaciones que harían sonrojar al más pintón. ¿Quién no ha recargado su móvil entre los pechos de una chica con alta carga eléctrica? Eso y otras muchas cosas se dan en los cientos de conversaciones que tienen las protagonistas porque resulta que no somos la única del grupo proveniente de otra época o mundo.

Samurai Maiden

Hay misiones secundarias con cabida para retos inverosímiles y plataformeros.

Cada miembro del equipo posee sus propias habilidades y aunque nosotros, bajo la piel de Tsugumi, seamos la única que reparte estopa por doquier, el resto también lo hace a su manera. Cada una de ellas posee ciertas técnicas que activamos cuando la barra de carga lo permite (tras acumular daño a los enemigos). Colocar bombas en el escenario, golpear con una maza helada o arrastrar enemigos con un gancho son solo algunos ejemplos, pero suficientes para ver qué propone su sistema de combate. Un sistema que va al grano, sencillo y directo, sin combos complejos, que evoluciona a medida que mejoramos la relación con cada una de las chicas, es decir, por utilizar sus poderes en el combate. Así desbloqueamos ataques cargados, golpes aéreos y una serie de técnicas que ayudan a que el combate no sea tan plano como pueda parecer inicialmente. Tampoco pretende ofrecer la variedad de un hack n slash al uso, pero sí evolucionar tras cada nivel.

Quizá su rigidez nos pueda jugar malas pasadas y es que una vez comenzamos una secuencia de ataque el personaje únicamente golpeará en esa dirección, provocando más de una caída innecesaria. Por cierto, estamos ante unos escenarios que son el alma de su base jugable y, aunque tampoco ofrecen nada que no hayamos visto, sí que otorgan variedad con su buena ración de plataformas, obstáculos, verticalidad y cierto dinamismo para darle algo de chispa a la casi nula IA enemiga presente en todo momento.

Los niveles ofrecen una buena ración de plataformas, obstáculos y cierto dinamismo para darle algo de chispa a la casi nula IA enemiga

Aventura retadora

Y es precisamente ese desarrollo, alejado del simple avanzar y pegar, lo que nos engancha a SAMURAI MAIDEN. El avance por ellos es relativamente lineal con su buena ración de cofres ocultos para desbloquear bocetos, pero esas pequeñas partes de plataformas e intención de ofrecer algo más que un pasillo se agradece y se percibe. Es aquí donde también entran en juego las habilidades de nuestras compañeras de equipo haciendo uso de ellas para avanzar. También encontramos una serie de misiones alternativas a la historia principal dedicadas exclusivamente a sacar partido a cada una de las chicas con dosis de plataformas flotantes, interruptores y otros artilugios en las llamadas Bubble Pockets. Tras superarlas mejoramos sus habilidades por lo que nos interesa hacerlas para así afrontar su campaña y el reto que supone.

Como decíamos este reto no viene por la cantidad de enemigos sin alma que pueblan los niveles, mal endémico del género, si no por los más que interesantes enfrentamientos contra los jefes. Estos duelos pondrán a prueba todo lo aprendido a base de esquivar y atacar en el momento correcto, y por supuesto, utilizar las técnicas de las aliadas cuando corresponda. En sus 27 niveles, nos cansaremos de enfrentarnos a los mismos “masillas” una y otra vez, pero estos combates y la propuesta de sus niveles sabrán mantener el interés todo el tiempo. Y esto sólo si hablamos del modo fácil, único disponible inicialmente. Porque después desbloqueamos dos dificultades más complicadas todavía donde conseguir mejores puntuaciones y medallas como recompensa. Por desgracia no contamos con una gran variedad de armas y las que hay comparten movimientos unas con otras. Se puede mejorar su poder gastando la moneda que encontramos al derrotar enemigos, así como las técnicas del equipo, pero no hay nada más. Algo que se extrapola a trajes o armaduras, siendo únicamente skins alternativos sin otras características. Eso por no hablar de controlar a otros personajes.

Samurai Maiden

Es normal hablar del tamaño de las cosas, ¿no?

Con el móvil en el siglo XV

La historia por su parte resulta bastante bien escrita. Y más allá de tener largas y múltiples charlas, en inglés con voces en japonés, sabe ofrecer constantes toques de humor, curiosidades varias por ese intercambio de épocas y mundos, además del inevitable toque picante. Esta vez con relaciones lésbicas, nada fuera de tono, pero siempre con esa inocencia y rubor que caracteriza a los amoríos juveniles. Ese nexo de unión muchas veces se focaliza en el móvil, dispositivo completamente desconocido por el resto de personajes del título. Y es el apartado Álbum dentro del juego el que, tras llegar al nivel requerido por cada personaje, nos permite tener conversaciones individuales con cada una de las chicas del grupo. Aquí es donde cada una muestra su auténtica personalidad sin cortarse un pelo en decirse lo guapas que son unas a otras. Puede que ese punto no sea del agrado de todos, y aunque se pueden omitir, será un bypass necesario donde conseguir esas nuevas habilidades que antes comentábamos.

El rendimiento deja que desear en ciertos combates o partes de algunos niveles siendo uno de sus grandes problemas

Es quizá esa cantidad ingente de texto, siempre presente en el género, lo que alarga más de la cuenta un título que probablemente no lo necesite. O al menos no durante su historia principal con conversaciones que se podrían resumir sin muchos problemas. Al menos se acompañan por los modelados de los personajes y alguna que otra animación lejos de ser una mera ilustración. Modelados por cierto excelentes. Y es algo que destaca desde el primero momento. El gusto por el acabado que presenta cada uno de los personajes, con el uso de diferentes shaders para darle un aspecto más llamativo, algo que sin duda da cierto caché al título. No podemos decir lo mismo de los escenarios, muy limitados gráficamente y que hacen resentir el rendimiento del juego cuando intentan ser más pretenciosos.

Y este es uno de los grandes problemas de SAMURAI MAIDEN durante muchos compases del juego. Si bien los 30fps no son demasiado estables, no se acusan hasta llegar a ciertos combates o partes de algunos niveles. Es aquí donde el juego presenta su peor cara y quizá, como hacen otros juegos, la manida resolución dinámica le vendría bien para evitar que su desarrollo se vea lastrado por esas incomodidades jugables. Porque de otro modo el juego a líneas generales luce bien, se acompaña de música tradicional japonesa con toques rockeros y techno más actuales o melodías más animadas como el acertado tema principal. Además de voces en japonés de gran calidad para todas las conversaciones y buenos efectos sonoros, lo que sin duda demuestra el cuidado puesto en el título.

Samurai Maiden

El modelado de personajes es fantástico.

Resumen
SAMURAI MAIDEN quizá no sea la panacea jugable, pero sí intenta ofrecer un combate que evoluciona, con un desarrollo de niveles plataformeros y combates finales muy retadores. La excesiva cantidad de texto, y los enemigos pasivos que inundan el juego inherentes al género lastran un producto bien resuelto que sabe no conformarse ni abusar en exceso del fanservice durante una buena cantidad de horas.
Bueno
  • Desarrollo de niveles interesante.
  • Divertido y directo sistema de combate.
  • Jefes finales desafiantes.
  • Buen diseño de personajes.
Mal
  • Conversaciones excesivamente largas y muchas veces comprometedoras.
  • Nula variedad de armas, equipo, personajes...
  • Hordas de enemigos pasivos y clónicos.
  • Rendimiento muy mejorable.
7.5
Bueno
Escrito por
Jugador de corazón, amante del arte y enamorado del metal.

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