De enfrentadas escuelas ninja, las chicas de dos populares sagas de juegos japoneses, deberán dejar su rivalidad a un lado para enfrentarse a una nueva escuela que pretende hacerse con el poder de toda la región. Así comienza Neptunia x Senran Kagura: Ninja Wars, este crossover protagonizado por personajes del par de series que le dan nombre. Tras haberse atrevido a jugar con diferentes géneros por su cuenta ahora llega el momento de unir fuerzas en intensas batallas.
Apostando por el RPG de acción
Para la ocasión su núcleo jugable combina la acción de la saga Senran Kagura con las mazmorras de Hyperdimension Neptunia. ¿El resultado? Un descafeinado planteamiento que no llega a ofrecer lo que les ha hecho tan populares.
Los ataques especiales muestran escenas rápidas y cambios de cámara.
Previo a la misiones elegiremos la pareja de ninjas que controlaremos, de forma alterna en las mismas. El abanico de chicas a elegir no es demasiado amplio contando con cuatro de ellas por cada franquicia siendo Neptunia y Asuka las cabezas visibles además de alguna otra incorporación.
Ya en el terreno de batalla, el sistema de combate es directo y divertido aunque pronto se torna demasiado plano. Tan sólo contamos con un botón de acción además de las Ninja Art Skills y armas secundarias (Shurikens y Kunais).
El sistema de combate es directo y divertido aunque pronto se torna demasiado plano.
Los Ninja Arts serán determinantes sobre la elección del personaje además de ser claves a la hora de combatir. Su uso depende de pequeñas barras de carga que se rellenan simplemente por combatir y que podremos usar cuando queramos siempre que estas lo permitan.
Además, contamos con un ataque especial mucho más potente más costoso de cargar que sembrará el caos, contando con una breve secuencia animada.
Los efectos visuales complementan muy bien a la acción.
Con todo esto no tendremos de qué preocuparnos con casi ningún tipo de enemigo tomando un papel más presencial que activo, como si de un musou se tratara.
Otro tema son unos jefes finales algo más interesantes que requieren un mínimo de estrategia siendo sin duda el aliciente ante el plano desarrollo de las mazmorras.
Los enemigos tienen un papel más presencial, a excepción de los jefes finales.
Estas mazmorras, con un diseño demasiado convencional, no convencen encontrando fuera del camino principal las manidas bifurcaciones con algún tesoro menor sin mucho más interés. Siempre tenemos visible el mapa por lo que sabremos en todo momento qué camino tomar en cada caso.
Por fortuna todo se desarrolla de forma fluida, con unas animaciones muy eficaces de llamativos efectos visuales siempre pensando en un buen espectáculo. Además cada heroína cuenta con su propio estilo de combate, algo que vendrá de fábula para alternar con la compañera de equipo en pleno combo cuando la situación lo requiera.
El equipo consta de dos personajes que iremos alternando para sanar sus heridas.
A farmear se ha dicho
En Neptunia x Senran Kagura: Ninja Wars todo esto de elegir personaje tiene su aquel, porque cada uno obtiene experiencia de forma individual y claro, es requisito imprescindible para afrontar cada nivel con seguridad.
De hecho, este componente comienza demasiado pronto a romper el desarrollo del título. Y es que ya tras superar nuestro primer combate se nos encomendarán varias misiones secundarias opcionales… Aunque no lo sean tanto porque serán imprescindibles para alcanzar el nivel recomendado de la siguiente principal.
El farmeo está presente desde el inicio de la aventura y rompe demasiado el desarrollo del título.
¿El problema de estas secundarias? La repetición de escenarios ya recorridos con el mismo tipo de enemigos sin más dificultad ni aliciente que volver a visitarlos de nuevo para cumplir requisitos. Aunque eso sí, el fenomenal apartado sonoro alivia algo este bypass cíclico.
Allanando el terreno
No todo será combatir y entre misiones tenemos acceso a un mercado donde adquirir gemas espirituales con el dinero acumulado, ítems de recuperación o potenciadores de habilidades e incluso equipamiento secundario como Kunais y Shurikens.
Los Ninja arts y armas secundarias tienen tiempo de recarga.
Es en este instante cuando aprovechamos para equipar a cada luchadora con las gemas compradas (a mayor nivel, de más espacios libres dispondremos), o sus Ninja Arts Skills que vayamos desbloqueando.
No faltan opciones para mejorar temporalmente nuestros parámetros, e incluso nos topamos con un minijuego de equilibrio sobre un melocotón gigante apoyado incluso del giroscopio de los joy con.
La importancia de las relaciones
Quizá y solo quizá este sea un punto que para muchos puede resultar poco importante, pero para los conocedores de ambas sagas será un factor muy a tener en cuenta. Y es que Neptunia x Senran Kagura: Ninja Wars cuenta con un importante componente de narrativa.
La narrativa es muy importante y quizá el punto que alejará a más jugadores
Basado en conversaciones estáticas muy habituales para los nipones y con unos diálogos sorprendentemente bien escritos (en perfecto inglés y acompañado de voces también en japonés), las chicas tendrán charlas de lo más divertidas como prólogo y desenlace de cada misión para ponernos en contexto.
Además, desde nuestra base, entre misiones, podemos entablar pequeñas conversaciones con otros personajes ajenos al grupo jugable para saber más de ellos y de paso recibir objetos o, como no, más misiones extra.
Técnicamente cumplidor
Visualmente a este crossover se le nota falta de ambición. Si bien su estética ayuda a disimular algunas limitaciones, se echa en falta algo más de gracia en unos escenarios demasiado sencillos y unos modelados que si bien cumplen, no destacan en exceso y no los vemos fuera de las misiones.
Es entonces cuando se hace uso de ilustraciones, de excelente factura, para conversaciones y eventos olvidándose de sus versiones tridimensionales que hemos podido ver en otras ocasiones.
Una clara declaración de intenciones es su escueta introducción, reciclando material visual del propio juego dejando a un lado las espectaculares animaciones de productos previos. Por suerte el tema musical que la acompaña es tan bueno como de costumbre.
Hay cantidades industriales de conversaciones todas narradas de voz en japonés
