Estamos ante una nueva entrega de Rune Factory tras casi más de diez años desde que saliera a la luz Rune Factory 4 y con su posterior versión remasterizadas para Nintendo Switch. Ahora, por fin y no sin mucho trabajo detrás, llega Rune Factory 5 (disponible también en PC). Por si no lo sabéis, esta saga aúna a la perfección elementos de fantasía, rol, gestión y simulación de granja.
Tu vida en la granja
En esta ocasión, nuestro protagonista (el cual podemos elegir si es chico o chica) comienza su andadura en el pueblo de Rigbarth donde se desarrolla la aventura después de haber llegado ahí sin saber cómo y sin recordar nada de su pasado, más allá de su nombre que podremos elegir. Bajo esta premisa, será acogido por la SEED, una organización del poblado que se encarga de la protección y seguridad de los aldeanos. Y es que el funcionamiento de las runas que controlan el equilibrio entre humanos y naturaleza se ha visto alterado y deberemos investigar el porqué.
Tras un manido y extenso tutorial con mucho texto (y en inglés) nos irán explicando el funcionamiento del juego de Rune Factory 5. Desde los combates, como equiparnos con armas y con los objetos que usaremos para desarrollar nuestra actividad agrícola (y pesquera). En cuanto al aspecto sobre el cuidado de nuestra pequeña parcela de granja (que irá creciendo a medida que avancemos en la aventura) se basa en sencillas premisas. Primero, recogeremos la maleza y basura del suelo que podemos guardar en cofres contenedores. Posteriormente, prepararemos el terreno, para luego sembrar semillas y regarlas y así obtener nuevos productos al cabo de unos días de los cuales podremos vender o cocinar. Conseguiremos nuevos tipos de semillas y de abono para mejorar nuestras siembras. Y es que el personaje también se tiene que alimentar o descansar, para recuperar puntos de salud.
Las habilidades del granjero
No todo será dedicarse a la agricultura y aquí es donde Rune Factory 5 se diferencia de otros simuladores de granja con su vertiente RPG. Recorreremos territorios y mazmorras fuera del pueblo mientras luchamos con infinidad de enemigos y recolectamos tesoros a que vamos encontrando en los cofres. Recorreremos parajes habituales ya en los RPG: desde bosques, desiertos, escenarios invernales, templos en ruinas…
A medida que combatimos iremos subiendo las estadísticas de nuestro personaje en puntos de salud o poder, a la par que vamos consiguiendo nuevas armas y mejorando las que ya tenemos. También podremos reclutar monstruos a los que podremos montar y llevar a Rigbarth de vuelta que nos ayudarán en nuestros cultivos y vida en el poblado, además de que lucharán a nuestro lado. Podemos tener parcelas de terrenos en el lomo de varios dragones donde obtendremos cultivos mágicos o semillas especiales.
Nuestra vida en el poblado será de lo más variada. Podemos interactuar con todos los personajes de Rigbarth mientras mejoramos las relaciones con ellos. Habrá distintos lugares a los que visitar y algunos solo estarán operativos en algunos horarios.
Empezaremos por la sede de SEED que será nuestro lugar de hospedaje inicial y donde nos irán diciendo las misiones que deberemos desempeñar. Habrá muchos otros lugares en el poblado como la panadería (con sus carismáticos panaderos ancianos), el restaurante (donde se reúnen la mayoría de habitantes del pueblo), la clínica de salud (donde iremos cuando volvamos heridos de las misiones), la posada con los baños termales curativos, una tienda de muebles, de runas y poderes mágicos, de productos agrícolas, la herrería (donde comprar armas), la floristería o la plaza del gran árbol donde socializaremos con otros personajes.
El color del huerto
En cuanto al apartado técnico de Rune Factory 5, nos encontramos ante uno de los puntos más flacos del juego. Texturas poco definidas, popping, animaciones robóticas, escenarios poco detallados y vacíos. Hay tiempos de carga al entrar a las viviendas del poblado. Los diseños de los personajes son bastante genéricos y poco inspirados (aunque tenemos muchas opciones de personalización para nuestro protagonista). Los monstruos ganan más variedad con algunos diseños originales. No parece que estemos ante un título que explote el potencial de Switch que ya alcanza su quinto año de vida.
Las melodías son agradables, a veces algo repetitivas, cumplen de manera correcta su función. Las voces están dobladas al inglés (también se puede elegir japonés) aunque no todas las conversaciones de texto están dobladas y en ocasiones escucharemos algún gruñido o palabra del personaje en vez de la conversación entera al iniciarse estas.
Como punto negativo, no viene traducido al español, algo que puede echar para atrás a quienes no manejen el inglés y les haga perder detalles de la historia o del funcionamiento del juego. Podremos elegir entre varios niveles de dificultad para adaptar la experiencia de juego a todos los gustos.
Rune Factory 5 nos dará infinidad de horas de juego y, sobre todo, de diversión. Estamos ante la entrega más completa y variada de la saga, en donde las posibilidades y tareas a realizar no paran de crecer. En el plano jugable los amantes de la saga estaremos más que satisfechos y también es una gran oportunidad para iniciarse en Rune Factory pues, aun con su enorme cantidad de opciones, sus mecánicas son tan accesibles y divertidas como siempre.
