¿Un perro que elimina a ladridos cientos de naves espaciales para salvar a su dueña? ProtoCorgi es el enésimo shmup en llegar a la híbrida pero con un adorable canino (y cibernético) protagonista además de ese aire retro que tanto nos gusta.
Guau, guau, guau
Destacar en un género tan trillado como los shoot’em’up es una tarea demasiado complicada. Probablemente este motivo fue el que llevó a Kemono Games, sus desarrolladores, a captar la atención del público por la vía visual con una paleta colorida y sencilla acompañada por Bullet. Un perro capaz de surcar la galaxia en busca de su mejor amiga en un infierno de balas que nos pondrá las cosas realmente difíciles.
ProtoCorgi es un juego de avance automático donde nos podemos mover libremente por la pantalla para ladrar, con todas sus letras físicas, y acabar con cientos de enemigos a golpe de botón. Eso u optar por una ráfaga si lo mantenemos pulsado cambiando radicalmente el tipo de disparo. No inicialmente, pero sí a medida que conseguimos y sumamos hasta cinco poderes a nuestro ataque pasando por disparar rayos multidireccionales, misiles y otros mientras, por ejemplo, nos rodean explosiones que dañan al enemigo.
La falta de ritmo le pasa factura al no saber equilibrar el patrón de enemigos para que rejugarlo sea divertido.
Múltiples combinaciones que se desvanecen si recibimos daño y eso equivale a perder una vida. Unas que son un preciado bien ya que comenzaremos con unas pocas de ellas, igual que continuaciones, y que se irán ampliando a media que juguemos y progresemos en la aventura. Esto hace que de entrada sea más que complicado incluso completar el primer nivel y es precisamente una de las decisiones de diseño más discutibles.
Tras cada intento se incrementarán nuestras vidas o continuaciones máximas creando una pequeña barrera inicial repitiendo las primeras secciones una y otra vez… teniendo en cuenta que además los primeros compases no brillan por su dinamismo. A pesar de los innumerables disparos, ProtoCorgi no destaca por una jugabilidad especialmente rápida, lo que frena querer reintentar cada nivel a sabiendas es avance lento y que tras reintentos nos llega a incomodar.
Visualmente es simpático, pero también algo descuidado.
Afán de creación
Ese ritmo le pasa factura también al no saber equilibrar el patrón de enemigos para que rejugarlo sea divertido. DRAINUS o Raiden III x Mikado Maniax han demostrado la importancia de un buen diseño de juego donde, sobre todo, saben ofrecer una evolución jugable constante y satisfactoria. Ese aliciente donde volver una y otra vez para superar nuestras marcas, mejorar y aprender no podamos quitárnoslo de la cabeza. O mejor dicho, de los mandos.
ProtoCorgi no sabe seguir esa senda con una jugabilidad sin sorpresas que base su principal atractivo en la parte gráfica. Una que por otro lado, más allá de resultar llamativa tampoco sabe brindar animaciones o sprites destacables aunque sí sabe rodearse de buenos efectos y disparos que decoran y llenan nivel. Y también una banda sonora midi muy motivadora que sin duda es el gran acierto del título.
Cuenta con un completo editor de niveles para compartir vía online con otros jugadores
Por suerte, además de contar con la campaña tenemos a nuestra disposición un completo editor de niveles que incluso podemos compartir vía online con otros jugadores. Como en Super Mario Maker tenemos una galería con fases de otros usuarios que podemos incluso descargar para jugar offline en cualquier momento.
Quizá no cuente con la interfaz más usable del mundo, pero sirve para prolongar su vida, trastear y crear nuestros propios niveles llenos o no de desafíos. Del mismo modo que ocurría en en el título del fontanero, solo por jugar iremos desbloqueando nuevos elementos y enemigos que alargarán su vida útil para ladrar durante más tiempo.
Podemos combinar hasta cinco tipos de armas.
Versión del juego analizada: 1.0.1