Bajo el paraguas de Thunderful nos llega Paper Cut Mansion, una obra con toques rogue en la que tenemos que explorar una mansión de seis plantas de una media hora más o menos cada una (si llegamos al final), por lo que su potencial está en intentar completarlo en varios intentos y en jugar de manera diferente en un escenario distinto en cada ocasión.
Paper Cut Mansion, un mundo de papiroflexia
Con diseños en los que todo es cartón o papel, y un tono propio de películas de ambientación terrorífica, que no de miedo per se, nos vamos a poner en el papel (nunca mejor dicho) de Toby, un hombre que se encuentra atrapado en una mansión y que tiene un solo objetivo: salir de allí con vida como sea.
Avanzar en cada planta es algo interesante, aunque la mansión en sí misma, al ser procedimental, a veces es demasiado sencilla. Con cada muerte nos tocará repetir todo el juego pero manteniendo armas y dinero, lo cual facilita el camino (no así las mejoras de atributos, que se resetean).
El espacio que recorremos se divide en tres dimensiones que ocupan el mismo espacio físico haciendo alusión al cerebro, y en cada una de ellas vamos a tener diferentes objetivos: encontrar pistas y huir, luchar con enemigos y resolver puzles. Es una idea interesante, pero su planteamiento procedimental hace que no pueda lucirse como debería.
Como rouge, no
Vamos a encontrar también varios personajes que nos piden alguna misión para a cambio obtener mejoras, y quizás sea algo bueno para la variedad, pero el formato no permite que pueda ser tan dinámico como nos hubiera gustado. La esencia de un roguelike es la repetición una y otra vez con cierto desafío, pero en esta ocasión cada iteración que llevamos a cabo nos hace ver que se pierde fuerza y que lo que parecía antes original, se repite, especialmente al tener varios géneros en los que ninguno llega a aprovecharse del todo.
El apartado audiovisual cumple más que de sobra y es seguramente lo mejor de todo el conjunto, pues su apariencia es bastante original. sin embargo hay varios problemas de rendimiento derivados, de nuevo, de ser un roguelike que no se ejecuta como tal bien del todo (enemigos que no aparecen bien, movimientos extraños en personajes y otros aspectos menores).
Los roguelike no son para todo el mundo, pero Paper Cut Mansion no llega a ofrecer el factor adictivo de esta vertiente de una manera interesante. Una pena que no logre alcanzar odo su potencial (quizás habría sido mejor centrarse en un género o no ser procedimental) porque tiene buenas ideas, como las diferentes dimensiones, y un apartado gráfico muy llamativo.