Overcooked! es una saga que ha creado tendencia, de hecho ya hay varios juegos similares en el mercado. Ahora que llega una nueva generación de consolas, los dos títulos lanzados se han retocado, condimentado y especiado para unirse en una única edición con todos los DLC, una interfaz y gráficos para dar la sensación de ser un solo juego, algunos extras inéditos y mejoras de accesbilidad. Si nunca has probado esta serie, All You Can Eat es el lugar perfecto para empezar.
2 Games 1 Recipe
Si queréis leer con más detalle todo lo que ofercían los originales, os animamos a recordar los análisis de Overcooked! Special Edition y Overcooked! 2. Además están los DLC del Season Pass del segundo juego que duplican su duración pero que principalmente se caracterizan por añadir nuevas recetas, nuevos entornos, nuevas dinámicas jugables (como elementos de terror) e incluso modos de supervivencia (sobrevivir el mayor tiempo posible). De esta manera, entre tanto contenido descargable es como si tuviesemos tres juegos en lugar de dos.
La principal novedad está en que todo se ha ajustado y parece que ahora estamos ante un único juego y que siempre fue así, con un mayor parecido a nivel gráfico y de presentación. Además, ahora todo puede jugarse no solo en compañía offline, sino también online con juego cruzado entre plataformas y con chat de voz. Y sí, puede seguirse jugando solo alternando entre dos chefs, pero este juego está heho para ser jugado sí o sí en compañía (si es de amigos, mejor).
La forma de proceder es “sencilla” (con pocos botones), pues tenemos muchos niveles y en cada uno de ellos, con un entorno cada vez más loco, tenemos que realizar la receta que se nos pida, para ello cortando y calentando ingredientes y uniéndolos en platos (que después hay que lavar) para entregarlos al consumidor. Parece fácil, pero se vuelve complejo porque el tiempo está en nuestra contra, tanto del nivel en general, como de cada pedido de receta en particular.
All you can eat, ahora para más gente
La cocina sigue siendo un caos, y todo se puede quemar, salirse de madre y estar un rato sin poder hacer nada por el escenario o simplemente que nos falte algo de coordinación. Es decir, es algo increíble y divertido, pero también es la antesala de la frustración y las quejas entre conocidos (ya que cada persona regule bien sus emociones). Por suerte, si todo os parece muy agobiante ahora hay nuevas medidas de accesibilidad (no solo de formato de texto), sino que todas las campañas pueden jugarse en modo asistencia, en el que se reducen los tiempos de caducidad del pedido, se facilita la consecución de 2 y 3 estrellas en cada nivel (necesarias para desbloquear fases posteriores) y se añade la posibilidad de saltarse un nivel si este se hace imposible.
Quizás no es la mejor manera de jugar a All You Can Eat, pero sí que permite que mucha más gente pueda unirse a partidas, eliminando así una de las barreras de entrada que tenían los originales. Además, si la gente quiere aprender cómo funciona cada nivel, puede jugarse en modo práctica sin limitaciones para así hacerse a sus dinámicas propias. Y, mas allá de las campañas, hay un modo arcade para jugar niveles de forma cooperativa o competitiva (local, en varias consolas o por internet).
A nivel de tiempos de carga, rendimiento y visualización todo se ha visto mejorado, y cada modo tiene sus propios archivos de guardado. Los gráficos son simpáticos, con personajes cabezones (tenemos cerca de 80 adorables chefs distintos) y una estética cartoon en la que se cuida bastante la iluminación y los detalles. La música quizás es más un acompañamiento que otra cosa, pero se adapta al frenetismo de cada nivel, y al tiempo disponible conforme jugamos.
Overcooked! All You Can Eat es un juego obligatorio para los amantes del cooperativo (o del competitivo). Todos los elementos jugables están muy bien cuidados y su gran cantidad de contenido permite que, incluso si no lo jugamos todo porque algo no nos guste o no se nos dé bien, tengamos como mínimo más de una decena de horas de juego sin problemas, que seguramente acaben siendo muchas más.