Hoy se lanza en Nintendo Switch Meg’s Monster, un título que inevitablemente nos recuerda a Undertale, pero que a diferencia de este llega con mucho color y en completo español latino. Acompañadnos para descubrir más sobre esta breve aventura con toques de RPG (unas 6 horas) desarrollado por Odencat, creador de Fishing Paradiso.
A los monstruos has de temer
Todo comienza cuando una niña pequeña, Meg, se encuentra desorientada en un mundo de monstruos mientras busca a su madre. Al poco se encuentra con dos monstruos, y cuando uno de ellos, Golan, habla sobre comérsela, empieza a llorar. Este evento provoca que el mundo entre en un estado crítico con la aparición de diversos desastres naturales como terremotos, por lo que Golan recula y hace que Roy, el otro monstruo que solo come un potingue mágico, sea el guardaespaldas de la niña para que llegue hasta su madre y así evitar que el “poder de la niña” acabe con todo.
Así pues, en este título encarnamos a Roy, un monstruo muy fuerte de 99999 puntos de vida al que nadie le tose. En el camino de ambos vamos a ver varios personajes pintorescos, una relación bonita entre ambos protagonistas y varios giros de guion bien llevados hasta el final de la aventura. Todo funciona muy cohesionado y con sentido, y se le coge cariño u odio a todo el mundo.
El desarrollo se basa en ir explorando el mundo mientras preguntamos sobre el posible paradero de la madre de Meg. Sin embargo, varios monstruos quieren comerse a la niña, así que toca luchar contra ellos (no hay encuentros aleatorios). El sistema de combate, dada la vida de Roy, nunca va a tener en cuenta que este pueda morir, pero sí que al verlo sufrir Meg se altere y baje su medidor de corazón y, si este llega a cero, el mundo explota. Por tanto hay que saber intercalar en los combates entre darle juguetes a la niña para que se distraiga y se ponga más contenta, hurgar por si encontramos objetos útiles o utilizar tres puños diferentes para atacar; por lo que al final es más un puzle en sí que una batalla.
El viaje para unirse con una madre de Meg’s Monster
Los combates presentan además situaciones de diálogo o que nos permitan obtener un objeto en concreto útil para avanzar. Por eso mismo, no hay una necesidad de dominar una estrategia profunda para salir airosos, sino hacer buen uso de los elementos de los que disponemos y de estar atentos a lo que pasa. En general suelen ser dinámicas, aunque en el último tercio⁸ del juego se hacen algo más largas y por tanto quizás algo más pesadas para el ritmo al que nos habíamos acostumbrado.
Más allá de avanzar y combatir, tenemos muchos diálogos y misiones secundarias, que están enfocadas en darnos lore sobre el mundo o información sobre ciertos personajes. Todos esos detalles, así como las conversaciones entre Meg y Roy se tienen en cuenta en el final de la aventura, lo cual hace que el viaje sea mucho más emotivo cuando termine.
El mundo de Meg’s Monster es pixel lleno de color y buenos detalles para representar a todo el elenco de personajes y su universo, con una clara inspiración en Mother 3. Las melodías, especialmente una, acompañan muy bien el tono emotivo y sentimental del viaje. En cuanto a rendimiento, todo funciona bien y no hay nada que señalar a nivel negativo.
Meg’s Monster es una aventura con un poco de puzle, un poco de combate y muchos diálogos. Su duración, pese a no ser muy elevada, es adecuada para no caer en la monotonía, y sus combates son llevaderos a excepción de unos pocos. Eso sí, el viaje merece la pena, y puede que nos saque una lagrimilla.