Iron Snout es un título de venganza. El cerdo está harto de ser la presa del lobo, por lo que ahora viene dispuesto a darle palos como si no hubiera un mañana en una propuesta muy arcade que nos llega a Nintendo Switch de la mano de Ratalaika Games.
Oink zas!
La propuesta de Iron Snout es sencilla. Nuestro cerdo, experto en artes marciales, recibe oleadas de lobos a las que tiene que parar los pies. Para ello haremos uso de los controles direccionales para golpear en el lugar apropiado según la posición del enemigo, o bien nos agacharemos o saltaremos para esquivar ataques rivales.
Además de los ataques básicos podemos coger armas que van apareciendo en panalla para realizar así golpes especiales y más devastadores. La propuesta se lleva a cabo a través de diferentes modos de juego: uno tradicional, un modo de muerte al recibir un golpe y otra opción multijugador llamada Wolfieball, una especie de tenis/voleibol al estilo de clásicos de flash de hace una década.
Tu cerdo favorito en Iron Snout
Los modos clásico y muerte súbita nos colocan en el centro de la pantalla, y ahí es donde debemos desatar toda nuestra ira marcial. Para darle más variedad y rejugabilidad al título se ofrecen trajes para nuestro personaje, que se van desbloqueando a medida que vamos jugando. La experiencia puede llegar a hacerse repetitiva, pero tiene una propuesta que tiene potencial para ser adictiva.
Su estilo gráfico colorido y de dibujos resulta llamativo, pero es demasiado sencillo, con poca variedad real de modelos de personajes disponibles. Los sonidos por su parte acompañan a lo que sucede en pantalla, pero no destacan.
Iron Snout es un título indie sencillo con una propuesta arcade simple y eficaz, pero que resulta escaso en duración y modos de juego. Para echar unas risas en un rato libre está bien, y su modo multijugador puede durar tanto como queramos “picarnos”.