Los juegos estilo RPG Maker relacionados con aventuras narrativas o títulos de terror tuvieron su auge hace varios años en PC, y por suerte ahora en Nintendo Switch estamos recuperando varios de ellos, algunos de ellos incluso con un remake. Ese es el caso que nos ocupa, el de Ib, que llega con ajustes de accesibilidad (como pistas y zoom), mejoras visuales y algunos añadidos para ser más rápido y rejugable, algo que importa bastante puesto que el título tiene siete finales distintos en función de nuestras decisiones (para la mayoría de ellos basta con cargar la partida desde ciertos puntos).
Ib, Garry y Mary
Un día, una chica de 9 años llamada Ib va a la galería de arte a ver con sus padres la exposición de un extraño artista llamado Guertena. Todo cambia cuando, explorando por su cuenta, la joven encuentra un extraño cuadro cuyo nombre no entiende bien (no sabe leer del todo) y se ve transportada a la misma galería, pero con algunos cambios un poco siniestros, y con obras de arte con vida propia. El objetivo es volver a casa con nuestros padres, y para ello hay que resolver varios puzles y apoyarnos en Garry y Mary, dos personajes secundarios que nos permiten avanzar y llegar a los diferentes finales del juego.
En su ejecución, Ib es el clásico juego con vista isométrica, cuadros de texto para leer los diálogos (en español, eso sí), y botones para acción, menú, hablar con el compañero y comprobar el inventario. Nuestro avance generalmente se basa en secciones de walking simulator y en encontrar un objeto para usarlo en cierto lugar (ese uso es automático si interactuamos con el lugar en el que debe utilizarse), aunque a veces hemos de leer o memorizar algún detalle de libros o escenarios a los que tenemos acceso para encontrar cómo avanzar. En cierto momento, el juego separa a su grupo protagonista y el puzle se hace más complejo al tener que hacer que cada parte del conjunto tenga que realizar una acción para que afecte al otro lado, pero nunca hay una dificultad muy elevada que no se solucione con lógica o ensayo y error si nos cuesta dar con la tecla.
El arte no es morirte del susto
A diferencia de The Witch’s House, donde todo se basaba en el sobresalto, Ib es un título mucho más atmosférico que juega con lo desconocido y con la visión del mundo de una niña pequeña (hay algún enemigo que nos persigue, pero en secciones muy cortas y concretas). Por tanto, no vamos a tener tantos momentos de tensión y agobio ante un posible ataque, y las veces que podemos morir no son demasiadas, algo que además se ve aliviado ya que por suerte tenemos un guardado poco antes de cada zona peligrosa para que no haya que repetir mucho.
El apartado gráfico es correcto, pero tampoco maravilloso. Diseños sencillos en colores y formas pero bastante efectivos, y buen pixel art en algunos escenarios y cuadros, además de otros elementos que parecen estar hechos como un dibujo a trazo. En lo relativo a lo sonoro, cuenta con una banda sonora instrumental de pocos instrumentos que evoca la música que nos viene a la mente si pensamos melodías que sonarían en una galería de arte, aunque otras piezas encajan más con el momento en el que suenan más que con el lugar. El resto del apartado sonoro cuenta con algunos efectos y pequeños ruidos de voces que acompañan, pero la música es mucho más protagonista.
Ib no reinventa la rueda ni resulta transgresor si lo comparamos con otras obras del estilo, pero sí que sabe hacer bien muchas cosas y por ello es un juego de culto para muchos. Los personajes secundarios son bastante interesantes e incluso mejores que la protagonista (en parte porque ella actúa conforme a nuestras decisiones) y en general todo responde bien, aunque si no queremos rejugar las secciones pertinentes para ver los finales y coleccionar todos los cuadros que se pueden ver, nos encontramos ante una aventura que solo dura poco más de 3 horas.
