Growbot, desarrollado por Wabisabi Play, es una aventura gráfica donde vamos a descubrir que la tecnología no está reñida con la naturaleza. Es un lejano planeta, unos robots viven en perfecta simbiosis con las plantas. ¿Listos para embarcaros en una curiosa aventura espacial?
Un mundo que proteger
Nara, una joven cultibot, vive en un pequeño planeta que está protegido por una serie de bases espaciales que forman una barrera alrededor del mundo. Esta barrera es vigilada por un grupo de valientes cultibots, que velan por la seguridad del mundo cuidando a las plantas que lo generan. Pero un día, sin saber cómo, algo ataca la estación espacial de Nara y amenaza con desestabilizar la barrera protectora. Así que debemos investigar qué ha ocurrido y cómo podemos evitar que ocurra un desastre.
La historia de Growbot es realmente sencilla aunque novedosa, ya que nos encontramos frente a un título que combina de manera excelente la tecnología y la naturaleza, demostrando que puede existir una simbiosis perfecta. Los cultibots son unos pequeños robots que se mueven gracias a una pequeña planta que crece en su interior, y que pueden armonizar con los sonidos que la naturaleza emite. Así podemos resolver los diferentes puzles que vamos a encontrar a lo largo de la aventura.
En Growbot nos vamos a encontrar con una jugabilidad muy reconocible por todos los fans de las aventuras gráficas de tipo point&click. Con la palanca derecha podemos mover un cursor que nos permite seleccionar qué hacer con los diferentes elementos que componen cada escenario. Una vez colocamos este cursor sobre el objeto, podemos pulsar un botón para realizar la acción necesaria, ya sea recoger el objeto, interactuar con él o solo observarlo. Si se puede recoger el objeto este pasa a formar parte de nuestro inventario y puede ser usado más adelante para resolver algún puzle que nos haga avanzar.
Como podéis observar, Growbot no es muy diferente a cualquier aventura gráfica respecto a la jugabilidad, pero tampoco lo es respecto a la dificultad. Este título es realmente complicado si no se tiene mucha experiencia en juegos de este género, ya que en numerosas ocasiones debemos exprimirnos mucho la cabeza para lograr deducir cuál es la solución a los diferentes puzles y problemas que se nos ponen por delante. Puzles que en numerosas ocasiones son musicales, ya que el título juega mucho con el sonido que los cultibots pueden oír de las plantas y con los que deben crear diferentes patrones que desbloquean zonas y abren puertas.
Un estilo artístico peculiar
A nivel gráfico, Growbot es un juego bastante sencillo. El título está desarrollado como si fuera un cuento para los más pequeños, con un estilo artístico particular. Los diseños tanto de los personajes y los escenarios dan la sensación de estar pintados a mano, acentuando así la sensación de estar jugando a un cuento con una moraleja muy interesante al final.
Pero donde Growbot quiere destacar es en el apartado sonoro, ya que nos encontramos frente a un título donde los sonidos y la música son un pilar fundamental dentro de la trama. El juego posee una buena banda sonora ambiental, que nos acompaña a lo largo de la aventura de forma correcta, pero donde realmente destaca es en los efectos sonoros. Esto es clave para poder avanzar en la aventura, ya que es gracias a los sonidos, que vamos a ir descubriendo a lo largo de nuestro periplo, y su combinación lo que nos va a ayudar a avanzar.
Growbot no es un juego realmente potente, así que no vamos a notar ninguna diferencia en su rendimiento a la hora de jugarlo en modo sobremesa o en portátil en nuestras Nintendo Switch. Esto es un punto positivo, ya que en alguna ocasión puede darse el caso de que en el momento menos pensado podéis dar con la solución de un puzle que os lleva de cabeza y podéis coger la consola en cualquier momento y en cualquier lugar y resolverlo de manera inmediata.
Growbot. Robots, plantas y puzles
Es muy difícil recomendar un título así al público en general, ya que Growbot da la sensación de estar en medio de todo el mundo. Con una estética que nos da la sensación de estar enfocado a un público más juvenil, pero con una dificultad que nos dice que lo está para los jugadores más veteranos, el título puede estar en un limbo que no le hace ningún favor.
Desde Revogamers os animamos a haceros con él si os gustan las aventuras gráficas, ya que estamos frente a un título con una historia muy bonita y profunda que nos hará reflexionar en más de un momento, además de encontrarnos con unos puzles muy imaginativos y desafiantes que pondrán en jaque a más de un jugador experto. No lo dudéis y dadle una oportunidad, ya que puede que se convierta en una de las mejores aventuras gráficas de los últimos años.
