Lo retro nunca muere, y por ello vemos colecciones, remasters y remakes de los grandes clásicos a menudo, pero también juegos que homenajean o se insprian en ellos. El caso de Gravity Circuit es el de homenaje a Mega Man, porque coge todo lo que hizo grande al Blue Bomber y le da un giro para ofrecer una experiencia dinámica, variada y muy adaptada a día de hoy.
A patadas en Gravity Circuit
El mundo está siendo conquistado por el Ejército Vírico, unos robots a los que solo nosotros podemos detener, pues los demás Circuit deciden aliarse con ellos y tendremos que derrotarlos en el orden que queramos (y quedarnos su poder, que curiosamente es eficaz contra uno de los otros Circuit). Una premisa similar a la ya conocida en algún juego de Capcom, pero también con su propio toque sobre el peso del poder y la ambición.
Todo esto se traduce en niveles de desarrollo lateral en los que al final nos espera el jefe de turno y tenemos que vencerlo. Por el camino vamos a tener saltos y que usar nuestras armas. Sin embargo, el blaster no es nuestra arma inicial, sino que contamos con varios golpes cuerpo a cuerpo muy rápidos, la posibilidad de coger y lanzar objetos y un gancho para atacar a distancia y que también nos permite balancenarnos en el techo o llegar a ciertas superficies. Todo esto, con un botón de correr y la posibilidad de deslizarse, hace que estemos ante un juego con un ritmo envidiable, mucho más rápido y dinámico que el clásico en el que se inspira, aunque podemos ir más a su paso si lo deseamos.
A lo largo de cada nivel hay varios puntos de control para repetir desde el mismo si morimos, además de que una caída al vacío solo supone volver a la última plataforma segura (perdiendo un poco de la barra de vida), evitando así la frustración de tener que repetir una sección muchas veces si nos caemos. Eso sí, el juego es mucho más justo con las caídas y es más sencillo evitarlas. Lo mismo ocurre con el combate, gracias a distintas habilidades e incluso combos de ataque, que nos permite ir un poco más a saco.
Kamen Robot
Como el juego es consciente de que introduce mecánicas nuevas, antes de ponernos a jugar podemos completar un pequeño tutorial que se agradece. Pero lo que de verdad le da más poder a esta aventura es el uso de chips y ataques especiales. Desde el menú al que podemos acceder casi en cualquier momento, podemos equiparnos tres chips de habilidades adicionales (pasivas y activas) y cuatro ataques especiales para utilizarlos en nuestro avance, por lo que depende de nuestro estilo de juego o el momento puede que nos interese usar más unos u otros.
En general. todo se siente muy bien. Es cierto que el diseño de niveles tiene algunos picos de dificultad y que está claro que su linealidad puede no gustar a los que busquen algo más abierto o variado, pero cumple perfectamente con su propuesta de hacer un Mega Man clásico que se sienta actual y rápido a día de hoy (más incluso que el propio Mega Man 11). En poco menos de cinco horas puede completarse, pero ese tiempo puede subir en función de nuestra habilidad, lo que queramos pararnos a conseguir mejoras o si decidimos darnos una segunda vuelta y probar otras combinaciones de niveles o conseguir los logros.
A nivel gráfico encontramos un mundo y personajes que se basan en pocos colores (más de los que había en la época de NES, eso sí) para mostrar un poco de sensación de estar en un juego de hace décadas, pero hay detalles mucho más trabajados que nos hacen ver que estamos ante una aventura moderna. Su música, animada y cañera al estilo retro, supone un complemento genial para nuestro avance y combate, por lo que vamos a querer jugar con auriculares o con el volumen de la tele subido.
Gravity Circuit es un homenaje bien hecho, y un título que por sí solo ofrece una buena dosis de acción y plataformas bien medida y que es toda una delicia a los mandos. Sin lugar a dudas, es un título más que recomendado para los seguidores del robot azul, pero también para cualquier persona que disfrute con las plataformas de acción 2D.
Versión del juego analizada: 1.0.7
