Los géneros prestablecidos de los videojuegos se están disolviendo, y eso es algo que, bien medido, es una alegría. Gracias a esa mezcla de géneros cada vez más común podemos disfrutar de joyas que serían impensables hace unos años, además de descubrir experimentos muy curiosos. Uno de estos es Golf Zero, una mezcla del deporte que nombra al juego y plataformas 2D exigentes.
El aire es tu aliado en Golf Zero
Al más puro estilo de los plataformas arcade basados en niveles cortos pero intensos (como Super Meat Boy), aquí vamos a tener muchos obstáculos que sortear, pero el objetivo no es llegar a la meta, sino introducir una bola de las tres que tenemos en el hoyo de golf que hay en la fase. Es más, podemos caer al vacío y superar la fase si nuestro lanzamiento fue acertado.
Nuestras habilidades principals son el salto y el golpeo. Para este último, se activa una circunferencia a nuestro alrededor para elegir la trayectoria (la potencia es fija) y podemos lanzar tantas bolas disponibles como deseemos de una vez a varios lugares. De esta forma, puede que a veces no nos interese de primeras ir a por el hoyo, sino que nos interese pulsar un botón o explotar un globo con la bola, teniendo así los niveles tanto objetivos necesarios para llegar al hoyo como otros para conseguir el rango alto del nivel.
Esto no es un campo de golf al uso
Las mecánicas son sencillas en esencia, pero la realidad es que cuesta un poco hacerse a ellas, porque puede que al principio no sean como las esperamos. Eso sí, una vez en faena es simple avanzar, siempre y cuando no perezcamos y entremos en una dinámica de ensayo y error muy larga. No obstante, con calma es sencillo superar los 80 niveles que hay disponibles, y para los más expertos hay un modo speed run que pone las cosas más complejas.
A nivel estético y sonoro, también nos encontramos con sencillez, pero no por ello algo malo (aunque el sonido puede ser algo cargante). El juego es colorido y cada elemento presentado cumple bien su cometido, sin muchos añadidos de adorno. A pesar de ello, hay ciertos elementos (como las trampas) que están un peldaño por debajo de otros en la representación, por lo que es algo que al inicio nos va a chocar.
Golf Zero es la muestra de que no se necesita mucho para ofrecer una apuesta original. Tiene elementos mejorables o que podrían lucir mejor, pero la idea es interesante y, una vez comprendidos sus controles bien, ofrece una gran sensación de satisfacción el completar un nivel. Un arcade distinto que, si bien no llega a ser de los más destacados de la eShop, ofrece diversión rápida y directa.