Desde el lanzamiento de Nintendo Switch, la consola de la compañía no se ha perdido ninguna entrega de la serie RPG de Gust y Koei Tecmo Atelier. Pero no solo están las nuevas, sino que también viejas glorias están regresando, como es el caso de la trilogía Dusk, que llega ahora tanto en un pack conjunto como en títulos independientes por separado. Hoy hablamos del primero de ellos, Atelier Ayesha: The Alchemist of Dusk DX que, como su nombre indica, es la versión Deluxe de este título, con algunos extras y mejoras.
Atelier Ayesha y el cambio en la saga
En este juego encarnamos a Ayesha, una chica que trabaja haciendo medicinas en un pequeño boticario. Sin saber el motivo, su hermana Nio desapareció hace ya muchos meses, pero su vida da un giro cuando consigue volver a verla durante unos instantes y un alquimista llamado Keithgriff Hazeldine le dice qué debe hacer para recuperarla. Así que Ayesha no lo duda, coge su equipaje y pone rumbo a una aventura en la que encontrará peligros y amistades.
Este viaje tiene, eso sí, un tiempo límite. En tres años Ayesha debe resolver el gran misterio de su viaje, una cantidad de días más que razonable para ello. El juego nos consume tiempo con cada movimiento por el mapa y otras acciones, por lo que no podemos tampoco dormirnos en los laureles (aunque el margen es generoso y tampoco tenemos que ir con prisa). Y, hablando de tiempo, esta edición del juego cuenta con la posibilidad de acelerar el ritmo de los combates y de nuestro personaje al moverse por el escenario, algo que sin duda alegrará a más de uno que busque aligerar su travesía.
En nuestro periplo tenemos que enfrentarnos, además de a conversaciones al más puro estilo anime, a diversos enemigos en combates y al caldero. Este último es una de las señas de identidad de la franquicia, ya que en él creamos objetos varios a base de ingredientes que hemos recogido, con los cuales podemos no solo facilitar nuestro viaje, sino cumplir encargos que nos piden a lo largo de este. El proceso es sencillo al inicio y poco a poco gana en profundidad y nos permite experimentar más libremente.
De herbolaria a alquimista
El resto del desarrollo lo llevamos a cabo en pequeñas zonas de recolección de materiales (alguna de ellas actúa como mazmorra) y en asentamientos (como nuestra casa o una ciudad) en los que habitan otros personajes con los que podremos hablar, así como cumplir misiones. El mapamundi no se puede explorar, sino que se trata de un menú en el que podemos marcar nuestro destino cuando queramos movernos, teniendo en cuenta el consecuente paso del tiempo.
Las batallas, por su parte, son por turnos al más puro estilo clásico, con la posibilidad de colocar a los personajes detrás de los enemigos para asertarles un golpe crítico. Se acompaña muy bien del uso de objetos que nosotros mismos hemos creado y de movimientos de apoyo que pueden realizarse si encadenamos una cierta pulsación de botones. En definitiva, es simple pero efectivo y entretenido.
Por su parte, a nivel gráfico estamos ante un título que se nota que tiene ocho años a sus espaldas, pero que encaja en la actualidad como un juego más modesto. Algunos fondos y texturas se notan más pobres, pero los enemigos y personajes se ven bastante bien. Todo ello acompañado de buenas voces (en japonés o inglés) y de una música que le sienta bien al ritmo y tono del juego, la cual podemos modificar por una selección de temas de otros títulos de Koei si nos interesan más.
Atelier Ayesha funciona bastante bien en Switch, y ofrece un buen punto de entrada a la franquicia. No tiene la exploración de otros RPG ni las novedades vistas en Ryza, pero tiene cualidades propias para resultar de interés a los seguidores de la alquimia y a los que busquen combates menos profundos en un desarrollo de más de 20 horas. Eso sí, seguimos echando en falta la traducción al español, esperemos que en próximas entregas sí la veamos.