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Análisis de Fashion Dreamer

Las redes sociales y los influencers han cambiado por completo las reglas del juego. Dar a conocer los productos pasa por ver cómo son utilizados por esta nueva oleada de jóvenes (o no necesariamente tanto) en busca de un nuevo impulso comercial. Y justo esa es la premisa de Fashion Dreamer.

Denle a “Like”

La franquicia conocida como Style Boutique en occidente tuvo tres representaciones en Nintendo 3DS y una en Nintendo DS. Y a pesar de que Syn Sophia tuvo que buscar en Marvelous un nuevo aliado para desarrollar un heredero espiritual, no abandona la exclusiva en consolas Nintendo pero apareciendo con un aire mucho más ligero. Los tiempos cambian para todos y aquellos juegos de gestión económica dejan paso a un nuevo mundo donde los influencers son el núcleo central de su propuesta.

Todo en Fashion Dreamer gira entorno a ellos y, precisamente, lo primero que hacemos es darle cuerpo a la primera de nuestras Musas. La influencer ayudará a otras Musas a vestir de la forma más adecuada acorde sus requisitos. Aquí ya no compramos prendas porque directamente se añaden a nuestra colección al darle “Me gusta” en los paneles digitales que encontramos por el camino o directamente al verlas en otras Musas. Con un simple clic tendremos a nuestro alcance cientos de opciones estéticas.

Aquí ya no compramos prendas. Con un “Me gusta” tendremos a nuestro alcance cientos de opciones estéticas.

Esto hace que la sensación de progreso se vea reducida en exceso y, sobre todo, el factor de esfuerzo por conseguir nuevos vestuarios. Una de las novedades respecto a los juegos previos de la compañía es movernos “libremente” en una suerte de barrios de moda. En dichos barrios (o Nidos) encontramos tendencias y Musas por doquier a las que tenemos que contentar para conseguir su afinidad. Esto provoca recibir puntos Eve y “Me Gusta”. ¿Qué hacemos con todo ello? Acceder a nuevos barrios, prendas y opciones jugables.

Entre ellas diseñar marcas de ropa personalizando el color de las prendas que adquiramos para ello y vestir a las Musas con ellas. Esto por supuesto hace que recibamos nuevos likes y se dé a conocer nuestra propia marca. Algo que también podemos potenciar diseñando una sala de exposición con maniquíes y muebles siempre en busca de ser más popular o haciéndonos selfies (solos o con otros personajes) con el mismo objetivo.  Un círculo de acciones que desafortunadamente no van a más y se presentan a las pocas horas de juego.

Fashion Dreamer

Si cumplimos los requisitos de cada Musa subiremos afinidad.

Todas las cartas sobre la mesa

Fashion Dreamer peca de buscar una accesibilidad inmediata seguramente acorde a la que pueda demandar su público objetivo. El problema de ello es claro y, sin mayor objetivo que aumentar nuestra fama, su desarrollo se aplana excesivamente pronto. En los primeros compases tenemos a nuestra disposición más prendas de las que podemos manejar y al final, los Nidos, aún siendo tematizados, no ofrecen nada diferencial en lo jugable sintiéndose meras extensiones para alargar su duración.

Y como las peticiones de las Musas resultan algo ambiguas tampoco piden mucha exigencia con sus looks. Esto nos hace sentir que que simplemente jugamos por conseguir más y más ropa para vestirlas como nos plazca sin mucho miramiento. Se esfuerza por ofrecer incentivos como cartones de Bingo o tiradas Gatcha para recibir nuevas pìezas de ropa pero no dejan de ser recompensas similares a las que obtenemos por otras vías.

En los primeros compases tenemos a nuestra disposición más prendas de las que podemos manejar y se aplana excesivamente pronto.

Algo muy interesante es la posibilidad de jugar en línea con personas de todo el mundo. Bueno, o algo parecido, porque al hacerlo encontramos básicamente Musas reales para hacer lo mismo que si jugamos offline. Mecánicamente no hay cambios aparentes pero el feedback que obtiene el jugador cambia al recibir “Me Gusta” de gente real y las posibilidades de interacción también escalan haciendo todo mucho más orgánico que al depender de la interacción de la IA.

Como el editor de Musas es bastante amplio y hay tantas posibilidades en los looks de cada uno, encontrar dos iguales resultará sumamente complicando ofreciendo, en ese sentido, un sinfín de posibilidades al crear a nuestro personaje ideal. Además tendremos la posibilidad de diseñar varios, lo que permite mayor flexibilidad al jugador optando por chicos o chicas con sus propias apariencias y gustos. Aunque estemos limitados a utilizar los mismos tipos de cuerpo siendo delgados y esbeltos, diferenciados únicamente por su altura.

Fashion Dreamer

Un clic basta para que toda esa ropa sea nuestra.

 

Gusto por lo estético

De lo que sí puede alardear Fashion Dreamer es de contar con un estilo visual muy atractivo para los amantes de la moda. Aún teniendo una clara influencia asiática también nos recordará, en cierta medida, a la escenografía que creó Jordi Labanda y que tan influyente resultó ser años atrás. Todo se rodea principalmente de colores pastel y para los jugadores de Animal Crossing, resultará muy intuitivo su diseño de interfaz al compartir no pocas similitudes (al vestir a nuestras Musas por ejemplo).

Por la parte sonora tenemos melodías meramente ambientales que acompañan bien a nuestras sesiones de juego sin molestar y algunas expresiones o saludos doblados al español cuando hablamos con alguna Musa para humanizarlas algo más. Los textos vienen traducidos al español y quizá solo algunas decisiones en los nombres (Nidos, puntos Eve y demás) pueden desorientarnos al principio con tantos conceptos iniciales por aprender.

Precisamente con la introducción de todas esas posibilidades encontramos las mejores horas de juego con misiones que sirven para explicar sus puntos fuertes. Tras esto se diluye dejando libertad excesiva al jugador, relegándolo a, principalmente, sesiones cortas por su repetición jugable. Y es algo que nos apena enormemente porque su abultado número de prendas daría para mucho más si a la hora de crear las marcas de ropa contáramos con un editor para diseñar nuestros propios patrones. Sin duda generaría una comunidad mucho más interesante a su alrededor.

Fashion Dreamer

Las fotos permiten añadir todo tipo de stickers y marcos.

Versión del juego analizada: 1.1.0

Resumen
Fashion Dreamer bebe claramente de los Style Boutique de Nintendo 3DS pero volviéndolo todo mucho más plano y sin objetivos claros que garanticen dedicarle tanto tiempo. Hay muchas posibilidades a la hora de crear nuevos looks y jugar online hace las sesiones más orgánicas aunque no le exime de necesitar un mejor equilibrio del esfuerzo / recompensa. Debe pedirle más al jugador.
Bueno
  • Miles de looks posibles.
  • El online lo vuelve más orgánico.
  • Accesible desde el comienzo...
Mal
  • ...a costa de perder el factor esfuerzo / recompensa.
  • Sin quehaceres reales se vuelve plano enseguida.
  • No se pueden crear patrones de diseño propios.
7.5
Bueno
Escrito por
Jugador de corazón, amante del arte y enamorado del metal.

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