Hace unos años pensabamos que Fallen Legion era una aventura peculiar que se quedaba en un título único (o más bien dos partes de un todo), aunque parece que el éxito cosechado ha hecho que se convierta en saga, de manera que ahora estamos hablando del segundo juego de la franquicia, Fallen Legion Revenants, una aventura de rol en la que premia sobre todo la historia (por lo que avisamos de antemano que es necesario tener cierto nivel de inglés para disfrutarla).
Invocar Revenants y salir victorioso
La aventura empieza en plena faena mostrándonos los combates, aunque la historia se va introduciendo poco a poco y que no tiene nada que ver con la de la anterior entrega (algo bueno si no la habéis jugado). Ahora nos situamos en el castillo Welkin, una fortaleza flotante que es tanto una prisión para aquellos que viven en ella como también el último resquicio de la humanidad, pues la gente que habita la tierra está tranformándose en mostruros por el miasma.
La trama es el eje central de todo, y seguramente el motivo por el que nos quedemos jugando a esta aventura. Sin entrar en detalles de la misma (para que podáis descubrirla de primera mano), es importante señalar que nosotros manejamos a dos perosnajes: Lucien, un político que quiere mejorar el sistema de Welkin, y Rowena, antigua miembro del consejo del castillo que dejó su puesto por haber sido asesinada. Así que tenemos a un vivo y una muerta con distintas motivaciones pero una misma misión: derrocar al tirano.
Su enorme potencial se ve reducido a la hora de presentar los escenarios por los que Lucien se mueve hablando con personajes y realizando ciertas misiones a contrarreloj, ya que no vemos muchos diferentes y eso nos da cierta sensanción de vacío y monotonía para una historia de, en teoría, grandes dimensiones. La parte de Rowena puede dar más juego por estar focalizada en los combates, aunque a veces se llevan a cabo demasiado seguidos, dando una sensación de relleno innecesario.
Lucien y Rowena, aliados más allá de la vida
Las batallas son en tiempo real y a la hora de la verdad quienes realmente combate son unos espectros llamados revenants que Rowena puede invocar. Cada uno de llos tiene asociado un botón y puede realizar un golpe si pulsa el mismo, pudiendo hacer una cadena siempre y cuando tengamos unidades de acción disponibles. Hay que tener en cuenta además la acción de bloquear, así como las habilidades de Rowena, que puede potenciar o resucitar a los aliados cuando sea posible. Al inicio es algo básico y pulsamos botones por pulsar, pero a la larga gana en estrategia y no se puede ir a lo loco.
El combate es su gran pilar, y analizar los escenarios en los que se llevan a cabo es vital para salir airoso. Es más, entender sus dinámicas puede cambiar que estemos ante un título que se hace pesado al luchar con uno en el que si se mide bien todo los comabtes duran, pero lo justo. Es necesario comprender el tutorial que se nos plantea de cada nueva acción disponible, un proceso algo tedioso pero que permite explotar un combate interesante, aunque algo repetitivo a la larga.
A nivel técnico encontramos que hay poca carga y que el combate es fluido, algo que se agradece. En lo visual encontramos que el título cumple, pero no por mucho, con muy poca variedad de personajes y escenarios. La música sí refleja mejor cada parte del juego, siendo buena en los combates aunque sin llegar al nivel de la primera aventura tanto en calidad como en variedad.
Fallen Legion Revenants es un juego hecho para un público muy específico. Además, su trama tiene mucho potencial pero se diluye al no tener todos los elementos igual de bien trabajados, y en que algunas decisiones que tomamos pueden obligarnos a repetir una sección entera de combates. Seguramente con un mayor presupuesto (y una traducción) estaríamos hablando de un título de rol que se daría a conocer fácilmente por redes sociales, pero por desagracia no es el caso.
