Dos bandos enfrentados por hacerse con el control, enzarzados en una dura batalla para ver cual de los dos es el más fuerte. Llega Fallen Legion: Rise to Glory, donde se combinan Fallen Legion: Flames of Rebellion y Fallen Legion: Sins of an Empire en una única consola para vivir la misma aventura desde dos perspectivas diferentes.
Dos reinos, un destino
Se trata de la unión de dos juegos en uno, de modo que desde que encemos la consola podemos elegir qué bando queremos. Es posible cambiar en cualquier momento y continuar la historia de cada uno de ellos de manera independiente. Este aspecto es interesante ya que en ciertos puntos las historias coinciden y se pueden vivir desde dos perspectivas diferentes.
El sistema de juego de Fallen Legion: Rise to Glory es uno de los elementos más llamativos, pues manejamos a todos los personajes a la vez de forma activa. Por un lado encontramos a los soldados que manejamos con los botones Y, B y A; por otro lado, el general, que actúan cuando combinamos la crucete y el botón X.
Tipos de personajes
Los soldados tienen un número limitado de acciones que se recarga de forma automática. En la parte inferior de la pantalla hay un marcado de combo con el que podemos ejecutar la habilidad especial de cada soldado. Estos personajes se pueden elegir antes de cada batalla, así como también las habilidades especial de cada uno, las cuales se van desbloqueando a medida que jugamos. Son ellos los que se encargan de defender al general, al tener una mayor capacidad vital.
Tienen la opción de defenderse para rechazar el daño enemigo al mismo tiempo que lo devuelven al rival. No sólo esto, sino que, además, cada vez que repelemos un golpe en el momento justo recuperamos un punto de acción. Esto es importante puesto que la barra de combo se corta en el momento en el que se sufre daño.
Una buena dirección
Por su parte, el general es el personaje con el que decidimos jugar al principio, ya sea Cecille o Laendur. Sus habilidades son principalmente de apoyo, puesto que puede curar y resucitar los soldados caídos. No obstante, también cuenta con una magia ofensiva para atacar al rival. Si los soldados caen, entra en un modo en el que puede lanzar magia ofensiva sin límite, dado que si el enemigo lo alcanza una vez se acaba la partida.
En la mayoría de escenarios de Fallen Legion: Rise to Glory vamos recorriendo el nivel y encontrando enemigos a nuestro paso. En otros, en cambio, sólo se desarrolla la trama del juego sin batalla alguna. También puede darse el caso de que se combine la batalla y el argumento. A veces ambos caminos se cruzan y es así como descubrimos los elementos comunes entre ellos y el trasfondo que hay detrás.
Las decisiones de los gobernantes
Otro de los aspectos llamativos del juego es la posibilidad de decidir sobre el destino del reino. Entre batalla y batalla, pueden aparecer tres cartas que marcan la decisión sobre un acontecimiento que ha pasado. Algunas de las decisiones son justas, otras son un acto de tiranía. Depende de nosotros decidir cuál escogemos y hay que tener en cuenta que esas acciones repercuten en nuestra barra de moral, gracias a la cual podemos obtener o no bonificaciones.
Estas cartas traen consigo mejoras para la batalla, dotando a los personajes de incrementos, pero también sanciones, es por ello por lo que tenemos que decidir bien si queremos ser un gobernante magnánimo o cruel a cambio de ser más o menos fuerte. Algo negativo del juego es que está en un inglés que se sale un poco de la lengua estándar y se acerca a un registro más elevado, de modo que la comprensión puede llegar a ser difícil.
En conclusión, Fallen Legion: Rise to Glory trae la unión de dos historia con un sistema de combate en el que nos tenemos que dosificar los golpes y prestar atención a la defensa para golpear más fuerte. Sin embargo, hay dos aspectos bastante negativos que echan para atrás a la hora de hacerse con el juego. Por una parte, está el idioma, ya que si no nos enteramos del argumento se hace monótono al jugar batalla tras batalla, siempre igual. Por otra parte, el precio es muy elevado para ser un juego tan simple y sin posibilidad de jugar en castellano, aunque es cierto que es la combinación de dos en uno.