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Análisis de Crow Country

Los hermanos Vian (aka SFB Games) vuelven a Nintendo Switch con una propuesta diferente a los títulos que nos han ofrecido hasta ahora en la plataforma. Crow Country es una apuesta por un survival horror propio de la era de Nintendo 64 y PlayStation, pero realizado a día de hoy.

Silent Eve VII

La agente Mara Forest ha llegado a Crow Country, un parque de atracciones que lleva dos años cerrado. Su misión, encontrar al dueño, Edward Crow, por una petición de su hija. Sin embargo, al poco de llegar veremos que el aura siniestra del parque no es el único terror que nos espera, pues hay otras criaturas viscosas que acechan en cada rincón, además de trampas que progresivamente van apareciendo para ponerse en nuestra contra.

El misterio está bien llevado y el juego sabe combinar la narrativa entre diálogos, información que encontramos en diarios y nuestras propias observaciones. Y por si fuera poco, también nos esperan los clásicos puzles basados en resolver acertijos (bien explicados y ejecutados) o en el uso de objetos para obtener otros y llegar a nuevos lugares. Vamos a tener que ir de un lado para otro en más de una ocasión, pero al no ser el mapa muy grande y tener varios atajos, los paseos se hacen en nada y nunca se siente pesado.

A la hora de jugar tenemos un juego que podemos controlar con el pad con el control tanque o bien con el stick para una opción más moderna. De la misma manera, podemos usar un sistema de apuntado y disparo propio de los juegos más modernos (con los botones superiores) o una que combina con los botones delanteros al más puro estilo Resident Evil antiguo. En cualquiera de los casos, podemos girar la cámara 360 grados, correr, usar nuestra linterna, interactuar con objetos, ver el mapa o utilizar nuestra pantalla de estado para curarnos o cambiar de arma.

El control del juego responde bien tanto cuando corremos como cuando atacamos con nuestras armas de fuego. Podemos activar una opción para colocar la cámara siempre detrás de nosotros al apuntar, o bien hacerlo de otra manera, y es que apuntar es una labor manual en este título, algo que juega también con el riesgo recompensa de los combates, ya que hacemos más daño si disparamos a la cabeza y tenemos al enemigo cerca. En cualquier caso, es recomendable coger todos los objetos de inicio para así disponer de las mirillas láser.

Crow Country es más que un homenaje

Uno de los aspectos más interesantes del juego, además de su soberbia ambientación, es que permite al jugador explorar y disfrutar cómo le dé la gana. Más allá de los diferentes niveles de dificultad, podemos o no coger ciertos objetos y mejoras, usar diferentes armas, utilizar o no las máquinas expendedoras o similares cuando vamos escasos de munición (sí, el juego nos permite, si nos quedamos sin balas, obtener munición de pistola siempre), por lo que podemos jugar huyendo, eliminando a todo lo que podamos o cómo nos venga en gana. Y eso es una decisión de diseño brillante que es digna de elogio.

Una vez que completamos la aventura (que puede llevarnos algo más de 5 horas la primera vez que jugamos), el juego nos da un rango en función de ciertas acciones (como secretos encontrados y curativos usados) que nos darán recompensas como nuevas armas para volver a jugar la partida de otra manera. Además, una segunda vuelta nos ofrece la posibilidad de completar un desafío coleccionable extra, el de disparar a cuervos de cristal escondidos en lugares que nos harán girar la cámara en cada sala.

En cuanto a su apartado gráfico y sonoro, encontramos una propuesta actual que busca emular la sensación de ser un juego de PSX con polígonos propios de Nintendo 64 y ese pequeño efecto borroso propio de la época (pero sin llegar a ser un filtro CRT). Los escenarios, iluminación, efectos ambientales, enemigos y personajes están bien diseñados, y crean una atmósfera bastante inquietante. Por su parte lo sonoro es brillante, con melodías que acompañan al ánimo en el que estamos, y con efectos sonoros que ayudan a darnos sustos y a tenernos alerta en muchos momentos (solo cierta zona tiene un sonido algo molesto, pero tiene justificación).

Crow Country es un título que combina sus fuentes de inspiración (Silent Hill 3, Parasite Eve, Resident Evil y Final Fantasy VII) en una apuesta con una ambientación propia y brillante. Es una experiencia que sabe tenernos en tensión, darnos un susto y también introducirnos en su misterio de una forma muy interesante. Si hay que sacarle alguna pega, encontramos que las cargas al cambiar entre estancias pueden ser algo largas (aunque uno se acostumbra). En cualquier caso, se trata de un juego imprescindible para los seguidores de los survival horror, y un título con decisiones de presentación y diseño fantásticas.

Versión del juego analizada: 1.0.1

Resumen
Un juego que se siente viejo y nuevo al mismo tiempo, con un equilibrio fantástico y que ofrece una experiencia survival horror propia de las grandes sagas de Konami, Square-Enix y Capcom.
9
Genial
Escrito por
Pikmin de nacimiento y strawhard de corazón, colecciono monedas DK por diversión.

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