El sandbox survival es un género que lleva años reinventándose dentro de la industria. Sin embargo, es muy difícil conseguir un juego con verdadero potencial sin ser repetitivo. En esta ocasión, Core Keeper llega como un soplo de aire fresco para aportar su granito de arena, con sus más y sus menos.
Para empezar, la idea básica de Core Keeper demuestra que, pese al éxito de referentes como Terraria, aún es posible ser original dentro de un mundo abierto de este estilo. Desde el inicio, podemos elegir entre diversas clases que influenciarán en nuestro modo de juego: Explorador, minero, luchador o nómada son solo algunas de las once clases entre las que podremos elegir al inicio.
Asimismo, podremos ajustar la dificultad entre estándar o difícil para hacer que todo el mundo pueda tener una experiencia reconfortante. No obstante, el inicio es bastante lento y tardaremos unas cuantas horas en aprender bien los caminos que deberíamos seguir, ya que como en maincraft, no hay ningún tipo de introducción. Simplemente debes disfrutar de la vida minera sin ver la luz del sol.
Explora, pica y pelea
La sensación de incertidumbre que consigue Core Keeper al desarrollarse dentro de las profundidades terrestres es un punto que puede generar mucha controversia. Por una parte, el pixel art, como es lógico, se ve muy perjudicado y apagado en un entorno que puede resultar monótono para muchos jugados, es decir, no te esperes ver grandes diseños a la altura de Terraria.
Esto se produce debido a que la intención de Pugstorm se centra exclusivamente en la investigación del entorno más que en la construcción de aldeas. Los once jefes de la obligatorios requieren conocer las mecánicas pese a que no son especialmente complicados en el modo estándar, aun así, tardarás en llegar a estos.
Dentro de las peleas, tenemos que avisarte de que no es el punto más fuerte de este juego, tal y como se podía ver en su acceso anticipado. Lo primero que se echa en falta es el clásico “knockback” que ya sembró antecedentes en Stradew Valley y el hecho de regresar a un sistema más tosco no termina de convencernos.
Un mapa inmenso
No podíamos realizar este análisis sin mencionar el mayor problema que se señaló en el acceso anticipado. La amplitud del mapa suele ser enorme en este tipo de juegos y Core Keeper tuvo que afrontar en sus primeras horas múltiples quejas de los jugadores debido a este aspecto. Pero ahora solo hay que echar un par de horas para ver lo mucho que ha cambiado este aspecto.
Sin perder la esencia, ahora estamos en un escenario bastante más marcado en el que vas a seguir perdiéndote pero sin llegar a ese punto exagerado de frustración. En las primeras horas vas a necesitar una buena dosis de “ubicaína” pero no vas a dar ninguna vuelta de más.
Mecánicas cómodas y reconfortantes
Uno de los aspectos que más suele rechazar el público que no es fan acérrimo de estos survival es el sistema de crafteo. Siendo honestos, conseguir materiales es un proceso muy lento, pero en Core Keeper todo se agiliza bastante y poder usar el inventario para crear armas en cualquier momento es un punto positivo que destacar.
En resumen
Si eres fan de este tipo de juegos, Core Kepeer es tu próxima tarea pendiente, si bien no lo recomendaríamos como la primera experiencia dentro de este género, si que es una aventura apetecible para todos aquellos que ya estén más experimentados y busquen pasar un buen rato en las profundidades más recónditas de una tierra indómita y oscura.
Versión del juego analizada: 1.0.0.5