Las alternativas disponibles en Nintendo Switch a los controladores oficiales de los de Kyoto no parecen tener fin. Lamentablemente muchas de las alternativas se olvidan de las funciones especiales como el giroscopio o la vibración algo que por suerte, el GXT1246B Muta Wireless Controller sí ha tenido en cuenta. Además el sello de Trust, una compañía ligada a los accesorios de informática con más de 40 años a sus espaldas, es garantía de calidad.
Lo primero que llama nuestra atención es su colorido aspecto, inspirado directamente en los Joy-Cons de la híbrida, algo que sin duda marca un punto a su favor por buscar esa identidad tan característica de la plataforma. Además, precisamente las zonas de agarre a color son de superficie gomosa, muy agradable al tacto, que garantiza un mayor sujeción. Algo que sin duda vendrá bien para los más sudorosos e ideal para sesiones largas.
Como veis su aspecto recuerda mucho al mando Pro fabricado por Nintendo y es que Trust se ha inspirado en él para su tamaño, disposición de botones e incluso peso. Algo más estilizado favoreciendo a manos más pequeñas pero también intentando aportar su granito de arena en algunos detalles. Por ejemplo, los sticks, además de mostrar una parte inferior coloreada, ofrecen unas palancas más elevadas lo que hace curvar menos los pulgares en su posición neutra.
En general todos los botones ofrecen un mayor grosor e incluso las palancas ZR y ZL una mayor ergonomía para reposar mejor los dedos. Por contra el ruido al pulsar los botones es algo elevado, algo que mucha a gran parte de los usuarios pero molesta a otros muchos. Pero en cuanto a fiabilidad de los mismos, incluso en la cruceta de control que suele ser algo divisorio, resulta totalmente fiable. Precisamente esta cruceta nos ha gustado especialmente jugando de forma precisa a juegos que así lo requieren.
Y como decíamos, Trust ha tenido en cuenta para su GXT1246B Muta Wireless Controller tanto el sensor de movimiento como la vibración. Algo que además, en el caso de la vibración, podemos regular en intensidad desde el propio mando con el botón T. Uno que también nos permite aplicar el modo Turbo para los juegos que requieran muchas pulsaciones de botones continuadas. Además también puede regularse el número de las mismas entre varias configuraciones. Fácil y sencillo de aplicar.
Como veis un mando muy completo que incluye un cable lo suficientemente largo como para jugar desde el sofá si nos quedamos sin batería. Aunque ya podemos participar en suficiente sesiones de juego como consumir sus, al menos, 15 horas de autonomía al jugar sin cables. Cuatro horas de carga serán suficientes para tenerlo listo de nuevo. Además la luz led muestra el número del jugador conectado.