Puede que 1987 quede demasiado lejano para algunos y que el título de hoy sea desconocido para otros muchos pero Bubble Ghost Remake viene totalmente remozado y dispuesto a reivindicar una época donde cada juego era diferente y que, curiosamente, pese a su edad sigue resultando tan distinto como antaño.
Soplando sin parar en Bubble Ghost Remake
Los ochenta ofrecían muchas experiencias jugables novedosas pero también sufrían las limitaciones del momento por lo que cada nuevo título debía enfrentarse a esas restricciones para construir ideas que, quizá, no obtenían buenos resultados. Bubble Ghost por suerte cuajó. Quizá no es conocido por los más consoleros pero seguro que alguno de por aquí recuerda la versión monocroma que tuvo en la primera Game Boy. Y lo cierto es que su mecánica era ideal para la consola. Un juego de puzles distinto aunque sólo recomendable para los más pacientes.
Ahora, en pleno 2025, los españoles de Nakama Game Studio traen de vuelta al fantasma con más ganas de soplar del mundillo. Porque aquí de lo que se trata es de llevar soplando una burbuja al final del nivel sin que entre en contacto con ningún objeto para evitar que explote. No hay más. El bueno de Heinrich Von Schinker puede atravesar todo el escenario por lo que gracias él apagaremos las velas del camino, activaremos palancas o apartaremos telarañas para que todo salga según lo planeado. Además prácticamente con el doble de contenido del juego original gracias a sus nuevos niveles y jefes finales.
Siempre hay nuevas mecánicas sobre la mesa.
En adición a las fases originales tenemos nuevas con zonas secretas, logros (que desbloqueamos soplando ciertos elementos), finales y niveles de dificultad. Porque Bubble Ghost Remake no es un juego para todos. Sí por accesibilidad pero no por dificultad. Por suerte ese selector de dificultad hace que los enemigos puedan ser menos “malos” y los checkpoints permiten que nosotros también lo seamos. Son pantallas breves (imaginaos las limitaciones de tamaño de una Game Boy ladrillo) pero que requieren mucha precisión, seguramente más de la que nos gustaría y es probablemente lo que peor soporta el paso de los niveles. Cada uno ofrece nuevos y más complicados obstáculos, lo que nos hace pensar más y también morir más.
A veces desespera, repetir una fase provocará más de un resoplido pero se convertirá en satisfacción al completarla. Su propia mecánica hace que Bubble Ghost Remake no sea un juego especialmente rápido. Importan mucho los timings para soplar y empujar la burbuja en el momento correcto. Por suerte el nuevo sistema de control ayuda a que los novatos entren con mejor pie y es que el fantasma protagonista girará automáticamente a medida que gira sobre la burbuja. También podemos hacerlo manualmente en cualquier momento, como antaño, por lo que la combinación de ambas técnicas será nuestro mejor aliada ya que no siempre la nueva fórmula nos da el resultado óptimo (sobre todo para speedrunning).
Requiere paciencia y mucha precisión, seguramente más de lo que nos gustaría
Muy inteligente es la forma en la que incentiva jugar de forma más rápida. Al comenzar cada pantalla tenemos un anillo contrarreloj que solo conseguimos al actuar con rapidez. No es más una demostración de nuestra destreza el conseguirlo pero funciona como elemento rejugable si queremos más desafío. Además de esto hay un modo contrarreloj para demostrar nuestra valía con el resto del mundo. Si convence su idea, hay desafíos para rato que se acentúan en el modo de dificultad más elevado, pero sí solo queremos superarlo nos llevará poco más de una hora siendo hábiles (sufriendo algunos picos de dificultad por el camino).
En aspecto audiovisual de Bubble Ghost Remake poco tiene que ver con los pixelados gráficos y chiptunes de su primera versión. Un estilo visual cartoon nos acompaña con luces y físicas nuevas además de pequeñas escenas de corte, a modo cómic, para ofrecer algo de lore al asunto. Quizá no convenza mucho el estilo visual de los personajes, pero ayuda a que el juego sea algo más que una sucesión de pantallas sin conexión. Las animaciones no son su fuerte eso sí, y las melodías tampoco destacan especialmente pero saben acompañar como deben a este espectral puzle de aventuras.
Hay jefes finales, secretos y nuevos modos de juego.
Versión del juego analizada: Nintendo Switch (1.0.2)