El título que hoy nos ocupa nació de una campaña de financiación en Kickstarter con la promesa de revivir el género de los metroidvania, siendo una continuación espiritual de la saga Catlevania. El juego consiguió su objetivo, pero durante su desarrollo sufrió numerosos retrasos (hablamos de años) que, sumado a otros precedentes que nacieron de la misma manera, no auguraba que el título fuese un digno sucesor, ni un buen juego siquiera. Con el miedo en el cuerpo de todos, Bloodstained: Ritual of the Night llegó a las tiendas y ha demostrado ser todo un juegazo.
Oscuro despertar
La mente detrás de Bloodstained: Ritual of the Night no es otro que Kijo Igarashi, más conocido como ser el padre y el responsable de toda la saga Castlevania hasta los que fueron lanzados en Nintendo DS. Es decir, los juegos míticos de la franquicia y los que mejores recuerdos conservan sus seguidores. Bloodstained viene a ser la continuidad espiritual de todo lo que había hecho hasta su salida en Konami.
En Bloodstained nos toca ponernos en la piel de Miriam, alguien que dejó de ser humana tras recibir una maldicion, convirtiéndose así en una ligafragmentos que ha estado 10 años sumida en un coma profundo.
Ahora, tras despertar saben los dioses donde y por qué, descubre que uno de sus compañeros ligafragmentos de fatigas ha traicionado su moralidad y planea realizar un ritual que ponga el mundo en peligra. A partir de aquí aparece un castillo de la nada donde tendrá lugar el ritual y nosotros tenemos que adentrarnos en misterios para impedir que se realice.
Estilo clásico
Bloodstained: Ritual of the Night es un juego de acción y plataformas en 2.5 dimensiones y con toques de rol. En esencia, estamos ante un metroidvania puro, en donde avanzamos por escenarios laberínticos llenos de secretos y lugares inalcanzables, derrotando numerosos enemigos, encontrando nuevas habilidades y mejoras que nos permitan avanzar en la historia y acceder a esos lugares donde antes no podíamos.
Realmente el mapa de Bloodstained: Ritual of the Night es enorme, y no admite posibilidad alguna para la linealidad. También es normal sentirnos perdidos a menudo sin saber a donde dirigirnos a continuación. Y esto no es sinónimo de problema, al contrario. El juego está cargado de contenido, y cada poco encontramos una nueva habilidad o un nuevo reto que hacen que el ritmo de la aventura sea álgido en todo momento. Perderse por los secretos y habitaciones del castillo es todo una gozada.
Todas la habilidad que consigamos las podemos poner a prueba frente a los enemigos que pueblan los escenarios. La cantidad y variedad de enemigos que aparecen en Bloodstained: Ritual of the Night es pasmante, de tal forma que fácilmente estemos ante el título que más variedad de diseños de criaturas presente en el género. Y tampoco nos lo van a poner nada fácil, pues el juego presenta un reto para todo tipo de jugadores desde el nivel de dificultad normal. Para los más experimentados, también contamos con modos de dificultad más elevados.
Sinfín de posibilidades
Podríamos hacer un análisis de todas las habilidad que podemos conseguir en Bloodstained: Ritual of the Night. Pero si os decimos que comenzamos con un botón de ataque, otro para realizar una magia, salto y esquivar y llegamos a desbloquear más de 50 habilidades os podéis hacer una idea de las posibilidades que se nos abren ante nosotros.
También somos capaces, combatiendo y derrotando enemigos, de ganar experiencia con la que subir de nivel, haciéndonos más poderosos por el camino. Por no hablar del catálogo de armas y accesorios (vestimenta como complementos) que encontramos en los cofres esparcidos y con lo que podemos definir el estilo de juego de nuestro personaje.
Arte Castlevania
El apartado gráfico de Bloodstained: Ritual of the Night cumple con creces su cometidos, sin llegar a ser un espectáculo visual, pero presenta algunas irregularidades. Por un lado tenemos un diseño y acabado de personajes muy interesante y un diseño de escenarios llamativo que aprovechan muy bien la técnica 2.5D de la que hace uso, pero al mismo tiempo contrasta con escenarios muy sosos o no tan ingeniosos. La paleta de colores y el tono nos recuerda mucho al arte de la saga de vampiros.
En la versión de Nintendo Switch hemos encontrado algunos problemas como una tasa de fps inestables en algunos tramos, tiempos de carga al morir que tardan un poco más de lo deseado, o algunos elementos en baja resolución que no se encontraban en otros sistemas donde el juego también está disponible. Con todo, y aunque el deseado parche se haya retrasado y a estas alturas aún no está disponible, los desarrolladores han dado su palabra de que todos estos problemas desaparecerán.
En cuanto a su apartado sonoro aquí no hay duda ninguna ni objeción posible, Bloodstained: Ritual of the Night es una maravilla sonoramente con composiciones que rozan el sonido que hacen los ángeles. Para superar la historia el título nos puede dar alrededor de 15 horas de diversión, pero para el carácter coleccionista nos puede ofrecer unas cuantas más, por no hablar de que presenta rejugabilidad.
Bloodstained: Ritual of the Night es un refinamiento de la fórmula de los metroidvania en el que Kijo Igarashi ha dado lo mejor de sí para ofrecer la mejor experiencia en el género. No suponer una revolución o encontrarnos personajes pocos carismáticos son las únicas pegas que le podemos encontrar al título. Actualmente Bloodstained es de las mejores ofertas que podemos encontrar en el género y no es moco de pavo dada la dura competencia que existe actualmente.