Su nombre ya había aparecido alguna vez dentro de los rumores de posibles lanzamientos en Nintendo Switch. Pero no ha sido hasta el pasado Nindies Showcase Spring 2019 cuando se ha hecho oficial la llegada de Cuphead, desvelándose nada más dar comienzo la retransmisión, sin lugar ha dudas uno de sus platos fuertes.
Cabe destacar que esta adaptación ya incluye las novedades de la gran actualización que el resto de plataformas tienen previsto recibir el mismo día de estreno del juego en Nintendo Switch. Entre sus cambios encontramos algunos tan notables como nuevas animaciones, la posibilidad de usar a Mugman en un solo jugador o textos en español.
No es para menos el revuelo causado por la obra de Studio MDHR, tanto en su estreno original como ahora. Y es que solo basta echar un pequeño vistazo para que te robe toda la atención. Su estética de dibujos animados de los años treinta y acompañmiento de música jazz lo hacen sobradamente especial.
Pero no todo radica en lo cuidado de su apartado artístico, la jugabilidad también hace gala de ciertas particularidades. Algo que además es bastante relevante y que puede quedar nublado por su anterior citado componente visual. Se trata de su combinación de mecánicas sencillas con una endiablada dificultad.
En nuestras primeras partidas no hemos podido más que poner todo esto de manifiesto. Tras ponernos el juego al corriente de la situación de los hermanos Cuphead y Mugman nos desplazamos por un llamativo mapamundi desde una perspectiva aérea. Este lo recorremos libremente, siempre dentro de los limites desbloqueados, pudiendo interactuar con otros personajes, comprar mejoras y acceder a las diferentes misiones disponibles.
Ahora bien, toda la confianza depositada hasta ese momento en sus ingenuos personajes quedó truncada nada más saltar al primer nivel. Solo hay que adentrarse un poco en la acción para aprender una valiosa lección, pues más allá de lo afable del envoltorio se esconde un reto. Los reflejos y la coordinación son un aspecto fundamental. Basta con un fugaz descuido o desacertado movimiento para perder los limitados, e irrecuperables, puntos de vida, obligándote a tener que empezar la fase desde el principio. Un desafío que además no se ve reducido con la presencia de un segundo jugador en pantalla.
En lo referido a las fases que ofrece el juego, es necesario hacer una clara distinción. Por un lado están los combates contra jefes, tanto por tierra como por aire, y por otro las run and gun en las que toca recorrer un escenario esquivando obstáculos mientras disparas para acabar con los enemigos que se cruzan a tu paso.
Como punto común, para lograr la victoria es fundamental conocer bien los movimientos de los enemigos y actuar sin prisa pero sin pausa. Algo que favorece esto es su intuitivo control, pues a excepción de los acelerones y los denominados parry, con los que golpear determinados objetos rosados al saltar, el resto de movimientos no requieren prácticamente ninguna explicación.
Una vez nos hemos reconciliado con los hermanos tras este susto encantador que ha supuesto nuestro primer acercamiento, queda seguir avanzando. Es hora de descubrir que demás sorpresas nos depara Cuphead, que a buen seguro no serán pocas, y comprobar cuánto puede dar de sí la experiencia y si es capaz de mantener durante toda la aventura estas inmejorables sensaciones iniciales.