The Outer Worlds es el último juego de Obsidian, creadores de Fallout New Vegas. Llega a Nintendo Switch de la mano del estudio chino Virtuos, encargado de este port, así como de otros como el de Bioshock: The Collection o el de Dark Souls: Remastered. ¿Está a la altura de las circunstancias?
La esperanza
En The Outer Worlds encarnamos a un tripulante de la nave “La Esperanza”, una colonia de personalidades seleccionadas para entrar en un sueño criogénico de 10 años y llegar al sistema Alción. Sin embargo, el proyecto se abandonó y no despiertas hasta 70 años después en un sistema galáctico que recuerda tu nave como si fuera una leyenda, en el caso de que sepan algo del tema.
Eres rescatado por un científico loco que te encomienda la misión de rescatar a tus compañeros. Para ello, debes adentrarte en el sistema Alción y resolver una serie de asuntos que te permitan lleva a cabo tu cometido. Por supuesto, al tratarse de un RPG de la misma casa que Fallout, la forma de hacerlo (o incluso si lo haces) es muy diversa y varía según tus elecciones. Además, hay una cantidad enorme de misiones secundarias.
El sistema Alción está dividido en planetas que podemos visitar y en los cuales hay una gran cantidad de personajes, cada uno con sus motivaciones y sus encargos para nosotros. Podemos aliarnos con unos, enemistarnos con otros, matarlos a todos… en nuestra mano está. Nuestra capacidad de elección dependerá también en gran parte de cómo creemos a nuestro personaje, ya que tanto habilidades como atributos desbloquean opciones de diálogo interesantes.
Ni shooter, ni RPG, ni todo lo contrario
The Outer Worlds es un RPG en el cual creamos a nuestros personaje con sus atributos, sus habilidades y su trasfondo. Las habilidades están agrupadas en familias y dentro de estas, suben a la vez hasta que alcanzamos 50 puntos. Aparte, cada cierta cantidad de puntos ganamos acciones o bonificaciones extra. Subir de nivel es realmente sencillo e intuitivo, sin restarle un ápice de profundidad. Además, no hay habilidades inútiles aunque sí que es cierto que el combate a distancia destaca por encima del combate cuerpo a cuerpo, debido principalmente a la perspectiva en primera persona y al apuntado automático del que disfrutan las primeras.
Sin embargo, a pesar de todo esto The Outer Worlds se juega como un shooter. Los combates son ágiles y disponemos de un tiempo bala (DTT en términos de juego) muy práctico que nos permite apuntar a los puntos débiles de nuestros enemigos. Además, podemos desbloquear algunas acciones para esquivar, usar objetos para curarnos, etc. Por si fuera poco, contamos con la ayuda de aliados, muy prácticos y cada uno con su propia historia personal (que se traduce en misiones y horas de juego).
Aunque no llega a tener la profundidad de un RPG puro o de un Shooter puro, la mezcla conseguida en The Outer Worlds es francamente divertida. Tiene lo justo de cada género y brilla con luz propia, realmente es divertidísimo adentrarte en su historia y peculiaridades.
Acompaña una música brillante, compuesta con un buen gusto exquisito por Justin E. Bell, responsable también de la banda sonora de Pillars of Eternity. El doblaje también es de una calidad sublime y los efectos de sonido acompañan bien.
¿Habéis visto esa hierba? Yo tampoco
Por desgracia, el apartado técnico de The Outer Worlds es un desastre. Lo más grave del juego son los larguísimos tiempos de carga, tan largos que a veces es más rápido ir andando a un sitio que hacer un viaje rápido si se encuentran dentro del mismo mapa.
La calidad gráfica ha sido rebajada a niveles absurdos, con unas texturas dignas de la época de Nintendo 64 (sin exagerar demasiado) y que te sacan completamente de la experiencia de juego. Como dijo un compañero de otra página web, es como levantarte por la mañana sin lavarte la cara.
Este deterioro gráfico no ha ayudado a paliar tiempos de carga ni tampoco mantiene la tasa de imágenes por segundo constante. Es más, en algunas ocasiones el juego se para para cargar elementos. Sí, se para. Eso no lo había visto yo nunca en un juego.
No tiene nada que ver, desde luego, con otros ports como el de The Witcher 3 o Dragon Quest XI. El nivel de este port es muy subpar y no le hace ningún favor ni al juego ni tampoco a la consola, que ha visto empañado el logro con los dos anteriores títulos por culpa de este despropósito y el incendiario vídeo de Digital Foundry.
Tal vez con un buen lavado de cara mediante un parche se pueda arreglar y poner al nivel de los anteriores, pero el daño ya está hecho y no creo que se pueda quitar esta imagen tan mala. Aunque bueno, si Final Fantasy XIV lo consiguió, tal vez haya esperanza.
The Outer Worlds en Nintendo Switch, un port a medio cocinar
El apartado técnico influye en la jugabilidad, en el sentido en el que rompe la inmersión totalmente tanto por el aspecto, como por la fluidez o los tiempos de carga. No se puede perdonar este port a medio cocinar, especialmente teniendo en cuenta que, en otras condiciones, The Outer Worlds es un auténtico juegazo. Es súper divertido, su fusión de géneros tiene lo justo de cada uno para brillar con luz propia, la música y la ambientación (esto último no en Switch, claro) son bestiales y es, en general, uno de los mejores juegos de rol de los últimos años. La versión de Nintendo Switch, sin embargo, tiene otro galardón: uno de los peores y, sobre todo, más decepcionantes ports de la historia de la consola.
