Tras su paso por otras plataformas STAY, el nuevo juego del estudio español Appnormals Team, llega a la híbrida de Nintendo. El juego promete trasladarte a una historia oscura que se convertirá en una ronda de tomas de decisiones más complicada de tu vida. ¿Lo conseguirá? Acompáñanos a descubrirlo.
Quinn estaba durmiendo plácidamente, pero alguien se cuela en su habitación y le secuestra. Aparece en un lúgubre cuarto, ante el silencio, la oscuridad, la soledad y un ordenador. Un PC, que al acercarse descubre que solo contiene un chat. Y ahí estamos nosotros, ante Quinn y el chat, siendo su única esperanza para salir de su encierro.
Así comienza nuestra relación con Quinn y la historia de STAY. En el juego tendremos que ayudar a nuestro nuevo amigo a escapar de ese tétrico lugar mientras que nos cuenta cosas sobre él. Generalmente estaremos detrás del teclado, mientras que en otras nos encarnaremos en la piel del secuestrado para intentar superar algunos enigmas que se nos presentan.
Cuando chateamos con Quinn escucharemos sus problemas y aportaremos soluciones a ellos. Lo haremos eligiendo entre varias respuestas que aparecen para escoger. Según nuestras elecciones cambiará nuestra relación con el protagonista e incluso tendrán repercusión en sus acciones. Las charlas suelen ser entretenidas, aunque a veces nuestro compañero Quinn se va por las ramas y te dan ganas de coger a nuestro amigo de los hombros y decirle mientras lo zarandeas: “¿Qué me estás contando ahora con esa referencia a esa serie de los 80? ¿No comprendes en la situación que estás? ¡Céntrate un poquito hijo mío!”. Pero es parte de la personalidad del protagonista, con el cual te puedes llevar mejor o peor, no es a tu imagen y semejanza.
Otro punto interesante del juego es que este continúa incluso cuando estamos alejados de nuestra Nintendo Switch. Si pasas mucho tiempo sin jugar puede que se dañe tu amistad con Quinn o que este haya tomado algunas decisiones por sí mismo. Este punto en ocasiones puede llegar a agobiar un poco, pero hace que te involucres totalmente en el juego. Alguien está en peligro ¿Qué haces estudiando o en el trabajo? ¡Sálvalo! ¡Eres la única persona que puedes hacerlo!
Por temas como ese STAY se vuelve muy inmersivo. Te hace sentir empatía con el personaje desde el primer instante. No solo por lo anteriormente comentado, si no que también por un gran apartado artístico. Los temas musicales te mantienen en el corazón en vilo, el sonido del teclado de Quinn al responder suena casi a vídeo de ASMR y las caras que suele poner el protagonista a través de la webcam parecen todo lo reales que pueden llegar a ser con los gráficos del juego. Otro detalle que gusta ver es que a veces comete errores típico a la hora de chatear, como faltas de ortografía o que algunos de tus dedos adelanten a otros y las letras de la palabra estén mal ordenadas.
Los puzles que tenemos que solucionar cuando nos encarnamos en el raptado comienzan siendo sencillos pero al poco tiempo se vuelven algo más complejos. Algunos de ellos te tendrán pensando bloqueado decenas de minutos hasta que te des cuenta de cómo se resuelven. Tanto con estos puzles como en los momentos conversacionales echamos de menos el uso de la pantalla táctil. En algunos momentos es un poco engorroso tener que hacer determinadas cosas con los joycons.
La duración de STAY no se puede determinar fácilmente, pues depende de lo mucho que te atasques en los puzles. No obstante podemos decir que lo normal serían unas 5-7 horas. El juego se ofrece a ser rejugado para intentar sacar otros finales alternativos y una vez que sabemos cómo funciona todo la segunda y demás veces que queramos superarlo puede hacerse en unas tres horas.
STAY cumple todo lo que promete y mucho más. El juego es capaz de sumergirte completamente en él. Te hace sentir que de verdad hay alguien en apuros e implicarte, e incluso a veces te hará plantearte algunas cuestiones. Pensarás en STAY tanto cuando juegas como cuando no lo haces y, aunque eso en algunas ocasiones puede ser un arma de doble filo, os recomendamos que probéis esta experiencia.