El año pasado fue el turno de NES Mini, ahora le toca a Nintendo Classic Mini: Super Nintendo Entertainment System (SNES Mini) para traer de vuelta la experiencia de hace un par de décadas. Al igual que la anterior versión reducida, todo el set de juegos que se incluye (21 en este caso) no podrá ser ampliado por alguna actualización. Al ser una consola que tuvo joyas “a puñados”, es normal que se eche más de un juego en falta, pero la selección de títulos parece más o menos acertada.
Igual a la vista, pero cabe en tu mano
Con una caja idéntica a la de NES Mini en tamaño y forma exterior, dentro de la misma nos esperan todos sus componentes, bien protegidos en sus fundas de plástico: Consola, dos mandos, cable HDMI, un cable de alimentación USB un folleto explicativo y de seguridad y un código de 300 puntos de platino de MyNintendo.
En primer lugar, la consola busca reflejar en todos los aspectos la que llegó a nuestro continente en su día. De hecho, la entrada de los mandos está oculta bajo la parte delantera que emula a la original (ya que es una cubierta que se extrae parcialemente). El botón de Power es el clásico interruptor que tenía en su día, encendiendo la consola si se sube y apagándola si se baja. El botón Eject está presente, aunque no puede hacerse nada con él. Y por último, el botón reset está al igual que estaba en su día, pero con el fin de salir al menú desde cualquier juego.
Los mandos utilizados en la consola son idénticos a aquellos que en su día tuvo el Club Nintendo, con una entrada para Wii Remote, por lo que pueden ser usados como mando clásico sin problemas. Al estar incluidos de serie dos mandos, no es necesario adquirir otro por separado en este caso, aunque otros controles compatibles con dicha entrada pueden ser utilizados si preferimos conservar impolutos los nuevos. El cable HDMI y USB pueden conectarse a la tele directamente (o bien el segundo a la corriente con un adaptador) y, al ser además conexiones muy comunes, podemos llevar la consola a cualquier lugar suelta y usarla con un cable de móvil, por ejemplo, si fuera necesario.
El mando, en sí mismo, tiene un tamaño, forma y botones que nos trasladan a los 90. Efectivamente, es tal cual se sentía en su momento, para lo bueno y para lo malo. Sus cuatro botones de colores, los alargados START Y SELECT y los superiores L y R están como los recordábamos. La mayor ventaja de estos controladores respecto a los de NES Mini es la longitud de su cable, que se ha visto incrementada hasta 1,5 m., por lo que ya la distancia a la que hay que estar de la consola se mejora un poco. Si se prefiere puede usarse un alargador u otro control y, en caso de usar un Classic Controller de Wii, el botón Home emula al reset de la consola.
SNES Mini: 20 juegos y un regalo especial
Los juegos siempre son los protagonistas de las consolas. No las querríamos para nada si no los tuvieran, ¿no? Así que es hora de hablar de ellos. La lista la componen los presentes en la siguiente imagen. De entre todos hay que destacar el extra, Star Fox 2, ya que es un título que nunca llegó a ser publicado y convierte a SNES Mini en un artículo con mayor valor de coleccionismo.
Los juegos funcionan perfectamente en cualquier televisor con HDMI a 60Hz, con una experiencia similar a la consola virtual de New Nintendo 3DS, pero en una pantalla de unas cuantas pulgadas más. El hecho de incluir dos mandos permite además que puedan jugarse sin problema a muchos de los juegos incluidos en compañía, como puede ser el clásico Contra III.
Sobre el tema “de cómo se ven” los juegos, la consola en su menú dispone de tres configuraciones de resolución: Televisor antiguo, 4:3 y Resolución original. El primero emula la experiencia de antaño, el segundo hace la imagen algo más cuadrada y el tercero busca ofrecer las proporciones de su día, lo que en una tele grande puede convertirse en algo muy pixelado. Lo bueno de estos tres modos es que permiten que, según el televisor que utilicemos, encontremos la manera para ver los juegos lo mejor posible. ¿Se ven en New Nintendo 3DS mejor los juegos con su modo original? La respuesta es sí, pero creo que es normal que la pequeña pantalla de la consola tridimensional lo permita.
Hay más opciones en el menú de la consola además del tema de la resolución. Se puede activar el salvapantallas y una demo automática de juegos en caso de que no se haga nada, escoger el idioma del menú, leer avisos de propiedad intelectual y formatear la consola para dejarla de fábrica.
Todos los juegos ocupan el resto del menú, por orden alfabético (aunque el criterio de orden puede cambiarse) y, asociado a cada uno de elos, hay cuatro puntos de guardado. Estos puntos permiten que al salir de un juego vía Reset podamos guardar el instante exacto de la partida para retomarlo más adelante. Todos los juegos con salvado integrado lo mantienen igualmente, por lo que en Super Mario World (por ejemplo) los 3 slots de siempre están ahí. Además de este Save State, SNES Mini permite rebobinar la partida desde el menú, pudiendo así evitar una muerte fatal o revisionar una pequeña escena del juego si nos interesa verla de nuevo por si nos hemos perdido algún detalle.
Valoración personal
Juegos, juegos y juegos. SNES fue una consola con una gran cantidad de títulos y es evidente que a todos no nos podían contentar. Hubiese sido genial ver Kirby’s Dream Land 3, el resto de los Donkey Kong Country, más J-RPGs como Chrono Trigger o Turtles in Time. Quizás Final Fantasy VI (III en esta consola) sea la mayor sorpresa de todos los títulos añadidos, y al final los juegos para jugar en compañía serán los protagonistas.
Y, de nuevo, SNES Mini vuelve a ser un objeto de coleccionismo al estilo amiibo, perfecto para decorar y, de paso, jugar con mucha facilidad. ¿Será Nintendo 64 Mini la próxima? Sea como sea, parece que también Nintendo se ha dado cuenta de cómo funcionó la anterior consola, y esta vez el stock no solo será mayor, sino que continuará también a lo largo de 2018.
Lo que no queda tan claro es si estas consolas mini van a sustituir a la consola virtual, o al menos a hacer que ésta sea más pequeña en Nintendo Switch. Hay muchas incógnitas sobre el futuro de la gran N y sus máquinas, pero parece que ya esto de las consolas clásicas en miniatura va a ir para largo. La nostalgia nos invade, el diseño es precioso y encima es fácil de enchufar en casi cualquier televisor. Así que ya solo nos queda… querer más, más juegos en SNES Mini (imposible) y querer más consolas mini, porque somos insaciables, ¿verdad Reggie?