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MagiCat

Si eres jugador de consolas Nintendo, es posible que tengas un género que siempre te ha gustado, los juegos de plataformas, pues no en vano varias de las franquicias más famosas de la compañía son de ese estilo. Por ello sus consolas suelen ser lugares en los que los títulos de esta índole funcionan bastante bien, hasta el punto de que hay una gran cantidad de opciones para elegir. Sin embargo, la mayoría de las empresas grandes han dejado de lado este tipo de juegos, por lo que es un terreno por el que los indies se están moviendo mucho, y uno de ellos es el estrenado hace poco MagiCat.

El encanto de MagiCat te hará saltar

MagiCat es un plataformas 2D en estado puro, pues el objetivo de cada nivel es llegar desde el inicio hasta el final saltando por el escenario para evitar abismos, derrotar enemigos y llegar a coger ítems especiales. Todo se va introduciendo poco a poco y en general hay una progresión bastante buena, con un primer nivel bastante sencillo hasta que lleguemos a los últimos que nos obligarán a pensar un poco más, sobre todo para conseguir las gemas coleccionables (que son el verdadero reto).

Nuestros movimientos iniciales se basan en el salto (con un breve planeo), un disparo mágico más poderoso que el salto y un dash, aunque su funcionamiento lo descubrimos por nuestra propia cuenta. En cualquier caso, con pocos botones podemos hacer todo, algo necesario para un juego que busca ser simple y directo.

Entre nivel y nivel tenemos a nuestro alcance un mapeado por el que podemos movernos libremente, que es una mezcla entre lo visto en Super Mario World y 3D World, a través del cual tenemos acceso a las fases pero con la posibilidad de romper la linealidad y explorar un poco, entrar en tiendas y hasta encontrar algún secreto adicional.

Super Cat World

Cada nivel del juego no es muy largo, pero cada uno de ellos cuenta con diferentes estilos, interruptores y enemigos, de forma que nunca estaremos parados o pasando por niveles que (a primera vista al menos) sean parecidos. Además, no están vacíos pues hay un montón de ítems para coger, como monedas (para conseguir vidas extra), pociones para rellenar energía y diamantes – que actúan como el pago para conseguir objetos y mejoras, que son además limitados.

A lo largo de cada nivel veremos checkpoints que podremos activar pagando y que nos rellenan de paso la barra de vida a cambio de puntos mágicos. De hecho, si alguna vez nos quedamos limitados de vidas, siempre es posible volver a jugar los primeros niveles. Otro punto interesante de los niveles es su final, en el que nos espera una versión grande de uno de los enemigos comunes como jefe, un lugar en el que al final los espacios seguros de la pantalla se reducen bastante por la aparición de enemigos de apoyo y que es el lugar en el que nos daremos cuenta de nuestra vida tiene varios toques, ya que seguramente sufriremos algún golpe.

MagiCat tiene un aire retro y un diseño de niveles amigable y agradable a la vista, aunque no es un juego pensado para los más pequeños, ya que se requiere un mínimo de experiencia (aunque cualquier jugador de Mario o o DK no tendrá problemas). La música por su parte no destaca mucho, pero le sienta bien al juego. Eso sí, diversión instantánea y aunque parece lógico por el estilo escogido (a veces no pasa) no hay ninguna carga.

MagiCat es un juego que ofrece bastante por poco. Es un plataformas con el que pasar el rato y que, a pesar de no ser ni de lejos uno de los grandes, tiene ideas para entretener y hacernos pensar más de lo que puede parecer. Si el enorme catálogo de Nintendo Switch deja algo de tiempo libre, es un juego que merece ser probado por los fans del género.

Escrito por
Pikmin de nacimiento y strawhard de corazón, colecciono monedas DK por diversión.

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