Seis meses han separado el lanzamiento de LEGO Worlds entre Nintendo Switch y el resto de plataformas, comenzando el trabajo en la consola híbrida apenas iniciado el mes de enero de este año. Entre tanto esta consola ya ha recibido LEGO City: Undercover y en muy poco también La Lego Ninjago Película El Videojuego. No obstante, entre medias se encuentra esta apuesta un poco alejada de las aventuras temáticas.
Pese a este cambio, que bien podría dar un soplo de aire fresco a este inmenso universo de videojuegos sobre los ladrillos de construcción, no estamos ante un título que esté verdaderamente a la altura, más aun teniendo en cuenta otros precedentes, y es que incluso desde el primer momento es inevitable pensar en este juego como un Minecraft de LEGO.
Una formula (des)actualizada
En 2009 Markus Persson dejó huella en la industria de los videojuegos al publicar Minecraft, título que ha saltado a todas las plataformas posibles y día de hoy sigue haciéndolo. Reunir materiales, fabricar objetos, construir, destruir y colaborar con más jugadores es básicamente lo que dicho juego ofrece, todo sazonado con una estética retro compuesta de bloques que facilitan toda esta labor. Siendo, pese a esta premisa tan aparentemente sencilla, muchas las horas de diversión que ofrece.
Ocho años después TT Games ha querido aprovechar el éxito esta mecánica, algo de lo que incluso Square Enix ha logrado sacar cierta tajada a través de Dragon Quest Builders. No obstante, si en el citado caso anterior se sirven solo de dicho estilo cubico y posibilidades de construcción para confeccionar una aventura con toques de rol – una fusión bastante bien resuelta –, el caso que ahora nos ocupa dista bastante de él, ya que solo rasca en la superficie de lo que un juego de este tipo podría alcanzar.
LEGO Worlds ofrece la posibilidad de servirte de estas piezas y de herramientas para su construcción (y destrucción) permitiendo dar rienda suelta a tu imaginación y crear todo aquello que quieras, teniendo para ellos varios modos de juego, concretamente aventura y aislado. Mientras que el primero de ellos permite familiarizarte con las mecánicas a través de repetitivas y sencillísimas misiones, como si de un enorme tutorial se tratase, y que se hace más patente conforme avanzas al segundo y tercer mundo – pudiendo saltar a uno nuevo una vez consigas el número necesario de ladrillos dorados para ello –, el segundo modo es el que pone a tus pies todo el contenido y posibilidades para que las aproveches libremente, creando para ello un mundo personalizado.
Si bien en otros juegos similares se fundamentan en recolectar, combinar, comprar u otras opciones para conseguir nuevos objetos y materiales, aquí para ello será necesario, en el caso de nuevas piezas, capturar unas criaturas que huyen con ellas entre sus manos, mientras que para algunas construcciones de LEGO bastará con emplear una herramienta para capturar aquellas que aún no tenemos, apareciendo estas resaltadas de un color verde para dejar claro cuales no tienes aún en tu colección y no perder así mucho tiempo.
Carreteras infinitas (y algún bug que resolver)
Partiendo de tu nave espacial y con el objetivo de ser un auténtico maestro constructor, puedes viajar a diferentes mundos en los que modificar las piezas que los componen a tu completo antojo. En este sentido, y a diferencia de lo que hemos visto anteriormente en juegos de la franquicia, cabe destacar que todo está construido con piezas de LEGO, incluido el terreno. De esta manera puedes moldear cuanto te rodea, pieza a pieza, pudiendo también personalizar el color de las mismas o servirte incluso de estructuras prefabricadas.
De misma manera, también puedes armarte con un largo arsenal de herramientas para llevar a cabo estas tareas con facilidad, estando su funcionamientos explicado, de manera excesivamente larga o aburrida en el modo aventura. Nuevamente, gran parte de la diversión se encuentra en contar con un compañero de juego, piedra angular de los títulos de LEGO, que si en otras ocasiones camuflaba la sencillez de otras aventuras aquí no es capaz de conseguirlo. A diferencia de LEGO City Undercover, este ofrece la posibilidad de jugar en cooperativo con un Joy-Con cada jugador, pero es completamente injugable, no se sujetan de manera horizontal sino vertical y los botones no han sido para nada adaptados a ello, un fallo mayúsculo.
Por otro lado, los bloques no son lo único que puedes añadir a tu antojo en LEGO Worlds, existiendo una amplia variedad de personajes, monstruos, animales, vehículos e incluso objetos LEGO, destacando en este último sentido el amplio arsenal de armas con las que derrotar a enemigos e incluso arrasar con todo lo que te rodea, teniendo que hacer mención aquí en la capacidad de destrucción, no vista en los otros juegos de la marca, pudiendo echar abajo una pared o crear un socavón en el suelo.
El punto negativo lo encontramos en los bugs y falta de pulidez de muchos de sus aspectos y mecánicas, un aspecto común entre todos los título que gozan de mundo abierto. No obstante, y pese a que posiblemente con el paso del tiempo se vaya puliendo muchos de estos problemas a través de parches, estos entorpecen claramente la jugabilidad, del mismo modo que la interfaz no resulta tan intuitiva como debería serlo, aunque como siempre tras varias horas de juego te acabas familiarizando.
El todo y la nada
Como se ha comentado anteriormente, la idea de la que parte el juego es realmente atractiva, más aun teniendo en cuenta que estamos ante unos bloques de juguete con los que prácticamente todo el mundo ha tenido contacto y con los que seguramente muchos también han creado y disfrutado variadas aventuras con ellos fuera del mundo de los videojuegos. Pese a ello, muchos jugadores no tendrán que pasar muchas horas delante de la Nintendo Switch antes de sentir aburrimiento y es que LEGO Worlds únicamente ofrece la posibilidad de crear mundos, ciertamente con bastante detalle, pero a los que poco provecho te permite sacarle luego.
Y es que este es el principal problema del juego, dejando a un lado el rendimiento, encontrando un editor con el que moldear todo lo posible, pero con el que poco disfrutar después. Su componente de exploración no invita pasado un rato a seguir avanzando, pues no existe en su mundo abierto unas grandes posibilidades, basándose sus pocos eventos aleatorios en pequeñas tareas como enfrentarte algunos enemigos, obteniendo con ello algún ladrillo dorado. Del mismo modo, no es posible establecer objetivos ni misiones, ni tampoco asignar un comportamiento determinado al resto de personajes, lo que dotaría de mucha vida al juego, sino que estos simplemente campan a su anchas sin mayores posibilidades.
Por otro lado, los combates y otras mecánicas más apartadas del modo construcción son realmente sencillas, careciendo de elementos vistos en otras entregas, como los bloqueos y contraataques, y haciendo en definitiva muy descafeinado también el disfrute de los mismos.
Donde, cuando y como quieras a menor precio
En lo que respecta a su apartado técnico, los gráficos no muestran unas diferencias llamativas respecto a las versiones de otras plataformas, ofreciendo, al igual que el sonido, una buena experiencia en este sentido, en la misma línea que los anteriores títulos de la franquicia. La diferencia clave aquí radica en el rendimiento, el cual marca la diferencia respecto al resto de versiones – que también cuentan con dichos problemas –, y es que podría haber sido esta una ocasión ideal para solucionarlos y traer una versión realmente pulida, pero lejos de ellos nos topamos problemas que parecían del pasado, como la típica niebla para camuflar una limitadísima distancia de dibujado, y todo lo que esto último implica: generación de objetos conforme avanzamos a muy escasa distancia.
Uno de los principales alicientes que aporta ahora LEGO Worlds, aunque por antonomasia, es la posibilidad de jugarlo donde quieras, cuando quieras y como quieras gracias a Nintendo Switch. Y es que aquí hay que hacer un apunte, pues para bien o para mal no existen diferencias apreciables en su rendimiento a la hora de jugarlo en el dock o fuera de él, siendo prácticamente inexistente la variación de los framerates.
Por último lugar, el otro valor añadido se encuentra en que se ha puesto a la venta a un precio reducido respecto a otros lanzamientos, aunque matizar también que en el resto de plataformas su precio ya se ha visto también rebajado incluso más que este.
Conclusiones
TT Games deja escapar una gran oportunidad con la que dividir la línea de videojuegos de LEGO, en el que sus dotes por la creación se ven enormemente mermadas por las pocas posibilidades de aprovecharlas, elevada cantidad de errores y reiterativa campaña. Un título que debería haber inundado canales de YouTubers pero que ha pasado sin pena ni gloria.
Puede que LEGO Worlds te divierta si solo buscas dar rienda suelta a las creaciones con ladrillos de LEGO que tienes en mente y no resulten un incordio los problemas citados, que esperemos reduzcan lo máximo posible dentro de poco – aunque viendo el poco caso a los de LEGO City Undercover no parece muy probable –. Si lo que esperas es explorar, cumplir objetivos, misiones variadas y entretenidas, así como disfrutar tras las construcciones, posiblemente te lleves una desilusión.