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Monster Energy Supercross

El videojuego oficial del campeonato de supercross patrocinado por Monster Energy, la famosa bebida energética, ha arrancado en Nintendo Switch con una versión no exenta de polémica pero que no deja de ser divertida una vez nos metemos al barro, aunque siempre en solitario, para nuestra frustración.

Vídeo con imágenes no de la versión de Nintendo Switch

Milestone lo vuelve a hacer

El estudio milanés no deja de sacar juegos de velocidad (el próximo es el nuevo MotoGP 2018, que también llegará a Switch) y eso se nota para bien y para mal, y es que mientras que algunas parcelas siguen tan bien cuidadas o más a como lo estaban en el cercano en el tiempo MXGP3, se siguen repitiendo los mismos fallos, algunos imperdonables, como veremos más adelante.

Pero tomémonoslo con calma. De lo primero que hay que hablar es de supercross; ¿alguien? Sí, no es el deporte más seguido en nuestro país (o en Europa, vaya), pero eso no quita para que vaya ganando adeptos poco a poco, aunque aquí siempre seremos más de motocross, o motocrós.

Sin embargo, este hecho no quita para que este Monster Energy Supercross sea divertido, sobre todo cuando hablamos de la sensación encima de “la burra”.

El hecho de ser un producto licenciado juega a favor y en contra del título de Milestone, ya que por una parte contaremos tanto con pilotos reales como con campeonatos y pistas oficiales, con un diseño prácticamente calcado al que tienen en vivo; pero por otra esto hace que compitamos siempre en estadios americanos con pistas que no destacarán por su diseño o ambientación (nula totalmente, montículos de tierra y gradas). Es lo que tiene este deporte, aquí lo que cuentan son los saltos, derrapes y scrubs.

Al manillar, bien

Poco podemos reprocharle a Monster Energy Supercross en lo que a manejo se refiere. A medio camino entre la simulación y la conducción arcade, nos encontramos con un producto que supone el culmen de Milestone a la hora de plasmar en pantalla cómo manejar una moto de cross.

Exigente al principio y sumamente agradecido cuando lo dominamos, aquí lo importante será saber jugar con el peso de nuestro piloto mediante el stick derecho, algo esencial para caer como es debido y afrontar el siguiente salto con garantías, o para efectuar los espectaculares scrubs, una técnica que pone la moto en horizontal con respecto al suelo y que sirve para perder altura y volver al suelo cuanto antes.

Los derrapes y forcejeos con otros pilotos también estarán a la orden del día, lo que notaréis especialmente si buscáis el holeshot al inicio de cada carrera.

Monster Energy Supercross hace asimismo un muy buen uso de la física, ya sea a la hora de utilizar los peraltes de las curvas como a la de enfocar cómo se comportan moto y piloto de manera de independiente. Donde sí se le puede poner algún pero, pero pocos, es en las colisiones, especialmente con elementos del escenario, como barreras o vayas. Por lo general no hay sorpresas y todo funciona como debería, pero en ocasiones se exageran los choques y nuestro corredor sale disparado empujado por una fuerza invisible, a lo que hay que sumarle el mal que arrastran los juegos de motos modernos del corredor pelele o muñeco de trapo. Parece mentira que en tiempos de Nintendo 64 hicieran por ponerse en posición de seguridad al salir despedidos de la moto y ahora parecen meros dummies inertes.

A los modos, mal

Lástima que Monster Energy Supercross para Nintendo Switch sea la peor versión de todas, afirmación que podemos hacer no solo por algo secundario como su aspecto gráfico, sino por algo primordial como son los modos de juego, y es que en Milestone no se han preocupado ni en disimular que se los han ventilado de un plumazo, como comprobaremos desde el mismísimo menú de inicio (al que se tardan casi 2 minutos en acceder desde que arrancamos el juego, por cierto).

Aquí nos dejarán elegir entre entrar al modo para 1 jugador ¡y nada más! No hay multijugador, ni online ni local, ni siquiera tablas de tiempos, nada. Pero es que tampoco han quitado los logos y emblemas que en las partidas en línea servirían como carta de presentación y que ahora no sirven para absolutamente nada. Además, podremos ver las estadísticas para UN JUGADOR, como si hubiera otras (risas). En fin.

Claro que a un jugador la cosa mejora, pero poco.

Aquí tendremos la clásica Prueba Individual, donde elegir entre las disciplinas de 450 (abarca toda América del Norte) o las de 250 (divididas entre Este y Oeste). A ver, podéis elegir alguna de las de dos y medio, pero si la de 450 cuenta con los circuitos de estas combinados… Si lo hacéis, que sea por las motos.

Parecido pero cronometrando nuestro tiempo tenemos el modo Contrarreloj, que no sirve más que para retarnos a nosotros mismos para ver si hemos mejorado a los mandos. Bueno, también podéis pasarle el mando a un amigo y ver si bate vuestro récord, será lo más parecido a un multijugador que encontraréis.

El modo estrella es sin duda Trayectoria. Aquí, crearemos un piloto entre una más que limitada selección de caras predefinidas, elegiremos equipo y nos pondremos a competir, primero en las disciplinas de 250 cc y luego subiremos, si somos lo suficientemente buenos, a 450.

Los patrocinadores, todos marcas conocidas y reales como Alpinestar, Acerbis, Oakley o GoPro, nos propondrán un objetivo en cada carrera (quedar en una determinada posición o por encima), y si lo completamos, conseguiremos puntos de prestigio. Esto se aplica también a los scrubs, derrapes y adelantamientos que vayamos realizando durante la carrera, y al finalizar la misma, se sumarán todos los puntos y subiremos de nivel, lo que aumentará el abanico de sponsors que quieran hacerse con nuestros servicios, pero también sus objetivos serán más difíciles de alcanzar.

Además de estos puntos de prestigio existen los créditos SX, que es la moneda del juego. Con ellos mejoraremos nuestra moto o cambiaremos nuestro atuendo. Lo malo es que a las pocas horas ya os habréis comprado lo mejor de lo mejor, pero siempre podéis adquirir una moto de otra marca y mejorarla también. Como con los patrocinadores, los componentes también son todos de marcas del sector.

Y por último tenemos los Campeonatos, que pueden ser oficiales o personalizados. Como os imaginaréis, consisten en varias carreras donde iremos consiguiendo puntos y escalando posiciones en la clasificación general.

Si optamos por personalizar un campeonato, la diferencia principal será que seremos nosotros quienes elijamos en qué pistas correr y en qué orden.

Lo mejor es que en cualquiera de los modos tendréis multitud de opciones de personalización, como el nivel de la IA, la duración de la carrera, cómo se comporta la física (normal o asistido) o lo mejor de todo, el tipo de carrera, donde elegir si queremos ir a la carrera propiamente dicha o participar antes en las sesiones Heat, clasificatorias, etc.

Y en lo técnico, regular

Monster Energy Supercross es un caso realmente curioso en lo visual.

Si analizamos los elementos uno a uno, veremos muchas lagunas, como unas caras horribles (en otras consolas se ve mal, pues si aquí escalamos para abajo, peor), texturas que dejan que desear (más en modo portátil) o un efecto, el de la lluvia, que ni en tiempos de Nintendo 64. Mención especial a los NPC que nos acompañan en la pista, que se mueven a razón de 1 frame por segundo.

Pero cuando vemos el conjunto, especialmente en el televisor, la cosa cambia. Las texturas son las que son, pero tampoco desmerecen, y la suciedad que destila este deporte está presente para nuestro deleite.

El barro mancha a motos y pilotos y estos forcejean entre ellos a cada curva, sobre todo en los niveles de dificultad más altos. La acción no se ralentiza (una vez más, a veces sí en modo portátil) aunque haya una docena de pilotos a la vez y hay efectos curiosos, como el del polvo, aunque está trampeado y al final no deja de ser un filtro de la pantalla.

Por lo sonoro, poco a destacar. En los menús hay un amago de melodía que no pasa de ahí, que casi se agradece no escuchar la típica melodía machacona de este tipo de juegos.

Peor lo llevaremos ya en la pista, con un público demasiado solemne que básicamente lanzará vítores únicamente al hacer nosotros una pirueta (un scrub, vaya, no hay más) y con un ruido de motores suficiente pero alejado de lo realista. Además tenéis que añadir la excesiva vibración con la que han dotado a los Joy-Con, que no descansará ni un segundo ni dejará hacer lo propio a vuestros oídos.

¿Meta o abandono?

Recomendar Monster Energy Supercross es difícil pero no imposible.

Si sois unos amantes de este deporte es muy posible que paséis más de un buen rato con él; visualmente cumple, las físicas están bien llevadas en la gran mayoría de ocasiones y su control es más que bueno, lo que os asegurará emocionantes piques contra la CPU.

Y este es también su mayor lastre, que solo y únicamente podréis competir contra la máquina.

Milestone ha tomado la nefasta decisión de cortar de raíz todos los modos multijugador y también ha suprimido el editor de circuitos, 2 modos que sí están presentes en otras consolas. ¿Cuestiones de capacidad de los cartuchos? ¿Del almacenamiento interno de Nintendo Switch? Si es cualquiera de estas opciones, mal también, porque ya hemos visto cómo otros juegos añaden lo que no cabe aunque sea vía descarga.

Sin embargo, insistimos, al manillar cumple sobradamente, pero tenéis que tener muy presente todo lo que no tiene, que es mucho.

Escrito por
Señor Bichos para ti.

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