Los videojuegos son arte, pero últimamente también vemos que varios de ellos son literalmente piezas de arte interactivas, como si fuera un cuadro que desprende música y puede tocarse para cambiar algo. Uno de esos ejemplos es When the Past was Around, una especie de aventura gráfica que nos habla de temas serios con mucho arte.
When the Past was Around: El búho inspirador…
En este título acompañamos a una chica en sus veintitantos años de edad en una montaña rusa emocional llamada vida. El rechazo, el miedo, las esperanzas, el amor, la ilusión y la pérdida. Todo ello visto desde el presente a través de recuerdos que parecen dibujos hechos con mucho mimo en los que visitamos escenas con las que podemos interactuar para avanzar. La historia es sencilla aunque profunda, pero ir descubriendola es mejor que contarla, siendo de hecho uno de los grandes alicientes de la obra.
El desarrollo del juego se lleva a través de salas, que representan recuerdos, o a veces varias de ellas interconectadas, y nuestro deber es conseguir abrir una puerta o cumplir lo que los pensamientos de los personajes nos piden. Para ello hay que interactuar con todo lo que se pueda, conseguir objetos, usarlos en el lugar adecuado y prestar mucha atención a los detalles que encontramos también, puesto que suelen esconder pistas o claves para abrir cerrojos.
… que forma parte del pasado
En sí no es un viaje muy largo, y en unas dos horas o poco más puede completarse sin demasiada prisa. Una duración no muy elevada, pero suficiente para que no se llegue a hacer monótono. Las escenas están llenas de elementos interesantes, aunque no todos son interactuables, y en general es algo lineal pero en el buen sentido, ya que las pocas veces que presenta backtracking se pueden hacer algo más lentas.
Pero donde destaca sobre todo este título es en lo artístico. La música, de violín generalmente, es muy buena y juega un papel clave en la historia y ciertos momentos de la jugabilidad, siendo también una buena difusora de los sentimientos que cada situación nos quiere contar. En lo gráfico nos encontramos dibujos a mano de gran calidad y con alguna animación suave al moverse, dándonos esa sensaión que dijimos al principio de cuadro que se mueve. En este sentido, el juego es una maravillosa y resulta muy agradable de ver y oír.
En resumen, When the Past was Around es un título muy bonito con una temática interesante, si bien no uno muy largo. No destaca tanto en lo jugable, ya que puede ser extremadamente sencillo, especialmente si estamos acostumbrados al género de las aventuras gráficas o de los puzles. No obstante, es de esas experiencias que te dejan un buen sabor de boca cuando las completas.
