Tras una campaña de financiación exitosa, The Last Faith llega a nuestras consolas, no sin haber sufrido algunos retrasos de última hora, y con parte del contenido de los stretch goals y otros aspectos pendientes de llegar en actualizaciones. No obstante, ya estamos ante una versión completa de esta aventura que nos llega con voces en inglés que bebe (y mucho) de Bloodborne, Castlevania y Blasphemous.
Lore oscuro en The Last Faith
En un universo oscuro y gótico, Eryk despierta encerrado y descubre que padece una maldición, así que toca investigar cómo hacerle frente y derrotar a unas cuantas criaturas de la noche. Su historia tiene una base interesante, pero falla en cómo se cuenta y en ser algo más propia, pues parece que a los diálogo les falta un poco de alma y al querer ser algo críptico al final hace que lo que quede sea una historia confusa y que no atrapa al jugador.
No obstante, su parte jugable sí que tiene sentido, con un control ajustado (a veces demasiado), un buen sistema de armas diferentes, una esquiva, un contraataque y todas esas cosas que nos gustan para luchar y devastar, pero también para movernos mejor por el escenario y llegar a nuevos lugares. Eso sí, su combate es demasiado clásico, y no sorprende más allá de en los enfrentamientos contra jefes, pues en el resto de enemigos se queda algo plano por cómo actúan estos. En general no es demasiado difícil, pero sí que vamos a morir alguna vez hasta hacernos a su estilo y a lo fuerte de los estados alterados en ciertos combates, y va a tocar volver al punto de fallecimiento para recuperar lo que perdemos al morir.
Además, nos esperan magias, un sistema de curativos que se rellena recogiéndolos por el escenario (no se recargan al guardar) y un inventario al que hay que hacerse, pues no resulta atractivo. Lo que sí va a gustar a más de uno es que el juego nos permite movernos por su mapa bien diseñado y estructurado con cruceta o con stick, dejando lo sobrante para intercambiar objetos y armas de una manera más rápida.
Ideas heredadas, para bien y para mal
La variedad de escenarios, armas y enemigos es bastante alta. Las animaciones de cada elemento del juego funcionan a un muy buen nivel, y en especial se han de señalar las ejecuciones, que también son muy variadas. Los personajes sin embargo, no llegan al mismo nivel de detalle y por el tema de sus extraños diálogos, pero sí que ofrecen una gran cantidad de misiones secundarias.
Como juego, es muy sólido y atrapa durante las más de diez horas que dura. Y siendo un juego en el que seguramente se muera, y hay secretos y otros aspectos que invitan a explorar y coleccionar, puede que superemos incluso la veintena de horas. El mapa funciona muy bien gracias a la inclusión de marcas para colocarlas cada vez que haya una bifurcación, y en general su diseño (y el de niveles) está a la altura de lo que se espera en este tipo de juegos.
Estamos ante un título que se ve como se espera de él, con multitud de elementos de diseño interesantes, pero con elementos de texto pequeños y con un menú que no está a la altura de lo que se ve ingame. La música cumple sin más, con melodías que hacen de buen acompañamiento a este mundo tan siniestro. En cuanto al rendimiento, más allá de alguna carga puntual y algún glitch, podemos decir que es bastante decente.
The Last Faith es un buen soulsvania, uno que cumple y que llega, además de traducido, muy completo en lo que a diversidad de misiones, armas, lugares y coleccionables se refiere, pero que debería haber estado un poco más en el horno y apostar por ideas más personales para hacerse notar más.
Versión del juego analizada: 1.0.10891.20.0
